martes, 30 de noviembre de 2010

Zeus

Hola a todos.
En verdad que Zeus tiene sus buenos bemoles. Zeus, que amontona las nubes; Zeus, que se complace en lanzar rayos; Zeus, que lleva la égida; Zeus, ufano de su gloria; Zeus, inmortal; Zeus, que reina desde el Ida gloriosísimo, máximo...

Homero da a Zeus, en la Ilíada, cuantos piropos se le ocurre. Y así el gran dios, engreído, dice de sí mismo:

¡Oidme todos, dioses y diosas, para que os manifieste lo que en el pecho mi corazón me dicta! Ninguno de vosotros, sea varón o hembra, se atreva a transgredir mi mandato; antes bien, asentid todos, a fin de que, cuanto antes, lleve a cabo lo que pretendo. El dios que intente separarse de los demás y socorrer a los teucros o a los dánaos, como yo le vea, volverá afrentosamente golpeado al Olimpo; o cogiéndole, lo arrojaré al tenebroso Tártaro, muy lejos, en lo más profundo del báratro debajo de la tierra (...) y conocerá en seguida cuánto aventaja mi poder al de las demás deidades. Y si queréis, haced esta prueba, ¡oh dioses!, para que os convenzáis. Suspended del cielo áurea cadena, asíos todos, dioses y diosas, de la misma, y no os será posible arrastrar del cielo a la tierra a Zeus, árbitro supremo, por mucho que os fatiguéis; mas si yo me resolviese tirar de aquella, os levantaría con la tierra y el mar, ataría un cabo de la cadena en la cumbre del Olimpo y todo quedaría en el aire. Tan superior soy a los dioses y a los hombres.

Lo dicho, Zeus.

Te deseo un buen día.

domingo, 28 de noviembre de 2010

De zarzuela o folclore

Hola a todos.
No sé si hablar de zarzuela o de folclore. No sé. Tiraré una moneda al aire y si sale 'cara' será de una cosa y si sale 'cruz' será de otra. O tiraré un euro que es, mal que nos pese, nuestra moneda actual. Porque he tenido de las dos muestras de arte y con las dos lo he pasado estupendamente. Hacía tiempo que estaba por ir a escuchar y ver un espectáculo del llamado género chico y a pesar de que en Las Palmas se han celebrado, año tras año un Festival estupendo, siempre encontraba alguna excusa para no acudir. Por fin en este Festival, que hace el número XVIII, fui por dos veces y salí en ambas ocasiones del Teatro Cuyás encantado de la vida.

La semana anterior fue El Cantar del Arriero zarzuela que no conocía. Un pequeño enredo amoroso que el autor sitúa en una venta de La Puebla de Sanabria en Zamora. Me gustó la trama, las romanzas, los pases de baile... ¡Pena de mi oído medio sordo! Ayer fue la Antología de La Zarzuela. En este caso canciones de zarzuelas inolvidables como La del Soto del Parral, Los Gavilanes, Luisa Fernanda o Alma de Dios. Y así hasta diecinueve cuadros. Con magníficos artistas entregados, la Orquesta Sinfónica de Las Palmas y el Coro titular del Festival de la Zarzuela.

De otra parte un rato de distracción familiar en el teatrillo del centro parroquial de Escaleritas. Aquí no había que guardar el silencio respetuoso de un teatro de los de verdad. Era un espectáculo en play-back con canciones y música canaria. Su título: 'Nos vamos de Romería'. Aquí los artistas, todos aficionados, nos animaban a cantar con ellos, a reír con ellos, a emocionarnos con ellos. Y con sus canciones. Arroró canario, Somos costeros, Madre Canaria y otras muchas. Y al final el Pasodoble Islas Canarias que no es el himno oficial de la Comunidad pero como si lo fuera. Y baile. Y saludos entre los vecinos que nos vemos de tarde en tarde. Porque, todo hay que decirlo, celebrabamos un año más en la parroquia la fiesta de Santa Isabel de Hungría que es nuestra patrona.



Te deseo un buen día.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Fina lluvia

Hola a todos.
El domingo, el tiempo estaba macanudo para pasar un día de campo y, de casualidad, fue el día elegido para irnos como otras veces de excursión a Santa Cristina, lugar estupendo para un asadero. Fuimos con el Grupo de Mayores 'El Refugio'. Caía en este estupendo lugar un ligero chipichipi. Podíamos ver las nubes que venían desde lejos con el agua de la lluvia. Eran nubes vaporosas que al llegar sobre nosotros se deshilachaban dejando caer finas gotas, como de rocío. Después seguían su camino hacia las montañas regando los verdes cachos, las parcelas marrones y las casas. Las montañas quedaban envueltas por momentos en el velo misterioso de las nubes y asomaban y se escondían por entre los jirones mostrando sus cimas redondeadas. El sol quería salir con sus rayos, sin conseguirlo. Los árboles lloraban dejando resbalar de sus ramas las gotas que les sobraban.


De los fogones preparados para los asaderos se elevaba al cielo el humo, y el olor de la carne asada y de los chorizos parrilleros hacían la competencia a la paella que el veterano Richard y sus colaboradores hacían en una enorme paellera. Más tarde, sentado en una silla del pequeño bar, veía caer el día tomando un 'cortado' mientras gozaba de la grata paz del campo.

Te deseo un buen día.

sábado, 20 de noviembre de 2010

Pequeña...

Hola a todos.
Muchas canciones guardo en el recuerdo de mis años jóvenes. Canciones sentimentales, acariciadoras, lentas, enamoradizas, tenues y cortas, apropiadas para ser bailadas en los bailes de juventud y en las reuniones caseras de amigos con el tocadiscos o pick-up. La mayoría están adormecidas esperando un motivo, un momento, para traerlas a flote y volver a medio cantarlas evocando algunas de sus estrofas o palabras. Me pasó hace unos días con esta canción que se cantaba en aquellos años. Su título, 'Pequeña Flor'. Su letra preciosa, canta así:

Yo arranqué
del jardín del amor
una pequeña flor
que en mi pecho guardé.

Talismán
que me hablaba de ti,
que cuidaba de mi

en el bien y en el mal,
pero se marchitó
y perdió su poder
porque ya tu querer murió.

De ese amor,
que era mi sueño azul

sólo me quedas tú,
pequeña flor.


Te guardaré
toda una eternidad

te besaré cuando quiera otra vez soñar

pues de aquel sueño de juventud,
sólo me quedas tú pequeña flor.


Me volvió a la memoria hace unos días como les dije porque vi en el parque, en uno de mis paseos con Pancho, una pequeña rama. Habían podado los jardineros unos matos de un parterre y los troncos cortados mostraban al cielo sus muñones pidiendo reverdecer. Tan solo quedaron unas pocas ramas, como muestras de que la vida sigue, y estas ramas, que lucen frescas y bonitas me hicieron enternecer. Y recordé la pequeña flor de la canción antigua y sin darme cuenta la estuve cantando, cuanto podía, el resto del recorrido. Al llegar a casa, la busqué, encontré la de Petula Clark, y la escuché.

Opinen ustedes oyendo la música, sin palabras, de esta bonita melodía.



Te deseo un buen día.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Poseidón

Hola a todos.
Zeus, desde su trono en el Olimpo, me ha regañado cariñosamente. Para ello ha pedido a su hermano Poseidón enfurecer las olas que llegan hasta las orillas de los acantilados y de las playas. Por ello en esta última semana nos llegaron olas con fuerza descomunal como solo corresponde al lenguaje de los dioses. El dios Poseidón, llamado Neptuno por los latinos, tiene en Melenara, playa de arenas negras, su asiento en forma de estatua que se levanta en el mar, y las olas en esta ocasión no perdonaron ni al mismo dios. Le rompieron, inmisericordes, la mano y el tridente.

Vi en ello una señal y no quise retrasar más mis deberes de cronista. Los hechos de los dioses deben ser loados y por ello me dispuse a leer y escribir sobre Poseidón, dios de los océanos y de los terremotos. Y así leí en La Iliada que los aqueos, durante la guerra de Troya, construyeron una muralla enorme con altas torres a partir de un túmulo funerario en el que habían quemado a sus muertos y un gran foso; este hecho lo comunicó Poseidón, el dios que sacude la tierra, a Zeus, y éste conminó a su hermano en estos términos:

-¡Oh dioses! ¡Tú, prepotente y batidor de la tierra, qué palabras proferiste! A un dios muy inferior en fuerza y ánimo podría asustarle tal pensamiento; pero no a ti, cuya fama se extenderá tanto como la luz de la aurora. ¡Ea!, cuando los aqueos, de larga cabellera, regresen en las naves a su patria tierra, derriba el muro, arrójalo entero al mar y enarena otra vez la espaciosa playa para que desaparezca la gran muralla aquea.

Más no solo se entretenía Poseidón con las fuerzas telúricas y de los océanos. Era el dios de los caballos, ya que se convertía en caballo para seducir a las mujeres. Tuvo una ristra de hijos pero no todos fueron humanos. Pretendió a Deméter. Ésta rechazó sus avances, transformándose en una yegua para poder esconderse en un rebaño de caballos, pero Poseidón advirtió el engaño, se convirtió en un semental y la raptó. El hijo de ambos fue un caballo, Arión, que tenía el don de la palabra. También violó a Medusa en un templo dedicado a Atenea por lo que esta diosa la convirtió en un monstruo, y de ella nació Pegaso y Crisaor. También Poseidón fue el padre de Tritón y del cíclope Polifemo.

En fin que los dioses y diosas se entretienen como pueden y mejor será dejar a Poseidón ocupado en sus asuntos amorosos para que se olvide de enviar sobre las playas tsunamis devastadores.

P.S. Apuntes de La Iliada, Wikipedia y otros. Foto de Imágenes de Google.

Te deseo un buen día.

viernes, 12 de noviembre de 2010

Enredos

Hola a todos.
El móvil, al que uso como aparato de radio, me acompaña de continuo en mis paseos con Pancho y me sirve para escuchar música y temas varios y para mantenerme informado. Como es natural, con el móvil llevo los auriculares pues sin ellos se me haría más dificil la audición. Son los auriculares como un cordón umbilical que unen mis orejas al aparato escondido en el bolsillo de la camisa y créanme si les digo que tienen vida propia. Lo sé de buena tinta. Cada vez que dejo de escuchar la radio coloco con sumo cuidado los cables de los audífonos. Pero, cuando los cojo pasadas unas horas o pocos minutos están indefectiblemente hechos un ovillo, todos enredados. Como pasa con las cadenas finas de oro que no hay forma humana de que no formen nudos imposibles de quitar. A mí estas cosas me sublevan. Y por ello cada vez que cojo los auriculares los miro con rabia y comienzo a desenredarlos intentando hacerlo en pocos segundos. Imposible. A más rabia, mas tardo en tenerlos listos, y por ello más tardo en comenzar a disfrutar de la música o de lo que sea.

Aunque para enredo el que hay en el Sahara occidental. Enorme lío que nos queda bien cerca a los canarios que por tantas razones lo seguimos con inquietud. En éste, como en todos los conflictos de la Humanidad, el pez grande se come al chico y difícil lo tienen los sarahauis para hacer oír su voz ante el mundo. Tendrán estas personas que seguir durante mucho tiempo, me temo, en los campamentos para refugiados de Tinduf. Ahora las cosas han ido bien lejos con muertos por ambas partes según las confusas noticias que nos llegan a causa del desmantelamiento brutal del campamento de protesta saharaui en El Aaiun. Y en este enredo, por mucho que me subleve y que lamente, no puedo hacer nada salvo solidarizarme con los más débiles.

Te deseo un buen día.

lunes, 8 de noviembre de 2010

Colillas

Hola a todos.
Estoy en el parque sentado en uno de mis bancos preferidos. Pancho a mi lado cierra los ojos y parece dormir complacido sintiendo la media docena de gotas de lluvia que le mojan el lomo. Yo miro sin ver lo que veo cada día. Estoy ausente y aun no he encendido la radio para escuchar las noticias últimas o los comentarios, festivos unos, graves otros, de los habituales en radio nacional. Pancho se agita al paso de un perro con su dueña y yo vuelvo al día. Miro sin interés y veo como siempre el césped bien cuidado, los árboles frondosos, las canchas deportivas, y a un lado y al otro los edificios hoy nublados pues la mañana está sin sol. Casi sin darme cuenta veo ¿por primera vez? las colillas en el suelo y empiezo a contarlas: una, dos, tres... siete, ocho, nueve; paso de la decena y llego a veinte, a treinta, a cuarenta.

Para entonces el gusanillo de la curiosidad me ha despabilado y siento interés por saber cuantas hay esparcidas junto al banco y un poco más allá. Casi todas son colillas bien apuradas o bien el tabaco se consumió por si sólo hasta que la lumbre se apagó, en otras queda todavía parte del papel y del denostado tabaco. Las hay con muestras de carmín indicando que era fumadora quien saboreó del cigarrillo; otras parecen haber pasado por los labios sin sufrir mientras algunas tienen muestras de haber sido mordidas por un fumador impaciente. Unas pocas son de ayer, estoy seguro, pero las más han sufrido el rigor de algunos inviernos y el calor de muchos veranos en este sitio desde que fueron arrojadas. Sigo contando y llego al centenar, y paso: ciento quince, ciento dieciséis... Ya me impaciento y quiero llegar hasta el final de la cuenta. Estoy nuevamente fuera de mí y ni siquiera hago caso de Pancho que ladra: ciento ochenta y dos, ciento ochenta y tres... Y así hasta las doscientas setenta y ocho pobres, escachadas, indiferentes, y libres de toda culpa, mis amigas las colillas.

Cuando termino el conteo exclamo sin poder aguantar mi asombro y con una especie de rabia contenida: ¡Coño! Ahora entiendo el porqué tenemos una ciudad tan, tan, pero que tan sucia. ¡Mejor les diera vergüenza!

Te deseo un buen día.

sábado, 6 de noviembre de 2010

Parterres

Hola a todos.
Me atrevo a decir que la Avenida Mesa y López en Las Palmas nació con espíritu comercial y que fue por ello que Galerías Preciados se afincara aquí construyendo el edificio que lleva, o llevaba, su nombre, allá por los años sesenta del siglo pasado si no me falla la memoria. Luego vendría El Corte Inglés que construyó justo enfrente y los dos centros comerciales, enormes para la época, se disputarían los clientes de la capital y de la isla. Hasta que por cosas de la política por los tiempos en que Felipe González y su ministro Boyer mandaban, RUMASA, la empresa cuyo símbolo era la abeja, última propietaria de Galerías dio el batacazo, El Corte quedó con el partido ganado y pasó a dominar el negocio en la zona.

Pero no es de esto de lo que yo quería hablar pues es agua pasada que no mueve molino ni riega cercado de papas. Más bien quería referirme a un cambio pequeño pero significativo que está teniendo lugar en Las Ramblas de Mesa y López. Quienes por allí transiten podrán ver una cuadrilla de obreros trabajando para quitar los maceteros cuadrados y altos que están junto a los árboles, y dejando en su lugar parterres a ras de suelo de mayor tamaño y forma rectangular. Gana en vistosidad Las Ramblas y parecen más amplias. Se apetece el paseo aprovechando la sombra de los laureles, el verde del césped y el variado color de las flores.

Te deseo un buen día.

jueves, 4 de noviembre de 2010

Gripe

Hola a todos.
Hace mes y medio que comenzó, según el almanaque, el otoño. Sin embargo, el clima no se ha enterado por estos peñascos atlánticos a los que algunos llaman islas asirocadas y otros, los más, Islas Canarias. Así hoy, sin ir más lejos, tenemos un día de calor y de calima que pa'qué. Me tiene, todo hay que decirlo, to'desclavao, con las rodillas crujiendo, la barriga alborrotá, y la cabeza que parece una jaula de grillos cantando a la luna. No crean, no, que es una gripe. Más bien creo que son los años. Porque vamos a ver, antiguamente, cuando la juventud campaba con respeto por mi cuerpo, estas cosas no me ocurrían. Claro que, en aquellos entonces yo trabajaba en lugar de estar aliado con la molicie y ya se sabe que la ociosidad es la madre de todos los vicios y de todas las enfermedades. Es lo que se dice, que el trabajo es salud. (Viva la tuberculosis, que decía el otro).

Pues bien, en éstas voy cuando me acuerdo con un ramalazo de profunda meditación, que para sí quisieran los monjes y ermitaños, de la denostada aunque simpática gripe A. La recordarán ustedes. Estuvo con nosotros buena parte del 2009 y principios del 2010 y si no pudo mandarnos para el otro barrio, casi, casi, que nos manda para un manicomio. Que si era gripe 'porcina', que si 'mejicana', que si... al final le pusieron de apellido la primera letra del alfabeto y ya está. La muy simpática y contagiosa gripe estuvo en boca de locutores y en los bolígrafos de articulistas días y días, semanas y semanas, meses y meses. Que si tantos muertos había causado..., que si era más benigna que la 'estacional'..., que si...

Más benigna no sé, pero me barrunto que a los laboratorios que se ocuparon de la vacuna contra el virus H1N1 éste fue beneficioso en grado sumo; y para los que nos daban consejos: ¿Recuerdan ustedes como teníamos que estornudar para no contagiar al de al lado? Eso, eso, ahí justito, en la parte anterior del codo...

Te deseo un buen día. Yo por si acaso, me voy a vacunar.

lunes, 1 de noviembre de 2010

Juba II

Hola a todos.
Con unas palabras de bienvenida por parte del Vicerrector de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y de la Coordinadora de la Diplomatura de Peritia et Doctrina se dio por iniciado el pasado martes el nuevo curso. Para unos es el primer año, de tres, y para otros, ya veteranos entre los que me cuento, es el último. De verdad que pasaron volando los cursos anteriores y seguro que pasará volando éste en el que además de clases interesantes tenemos en perspectiva la entrega de la orla, en un emocionante acto, a estos alumnos jóvenes que rondamos ya los setenta años (año arriba, año abajo).

El primer día de clases, el jueves, tuvimos Historia de Canarias, esa gran desconocida para casi todos, y estuvimos repasando como en una moviola lo acontecido en el archipiélago desde ya lejanos tiempos hasta aquellos en que distintas expediciones de europeos terminaron por apoderarse de las islas. Así supimos del navegante genovés Lancelotto Malocello, que dio nombre a Lanzarote y de los mercenarios y aventureros normandos Juan de Bethencourt y Gadifer de la Salle, que conquistaron Lanzarote y Fuerteventura pasando éstas a ser islas de Señorío, primeras del archipiélago que quedaron bajo el dominio de Castilla.

Y también llegamos a saber un dato de interés para nosotros los canarios: el primer texto en que el nombre de Canaria aparece. Está en la Historia natural de Plinio el Viejo, escrito en el siglo I de nuestra era, y copiado de otros en los que se da cuenta de la expedición mandada por Juba, rey de Mauritania y uno de los hombres más instruidos de su época, que deseaba conocer las islas que se extendían frente a su reino. Dice así:

- -Hállanse situadas (las Afortunadas) a poca distancia de las Purpurinas. La primera se llama Ombrios y no conserva vestigios de edificios, sino un estanque en sus montes; vénse en ella unos árboles a manera de férulas, que oprimidos dan, los de color oscuro, un licor amargo, y los más blancos, una agua muy grata al paladar. Llámase otra isla Junonia, y tiene un pequeño oratorio de piedra; inmediata a ella se descubre una de menores dimensiones y del mismo nombre. Encuéntrase después la isla Capraria, llena de grandes lagartos. Enfrente de ésta se levanta Nivaria, llamada así por estar casi siempre nebulosa y cubierta de nieve. No lejos de ésta se ve la isla de Canaria, así denominada por la multitud de perros de gran tamaño, de los que dos fueron llevados a Juba: en esta isla se descubren vestigios de edificios. Todo este archipiélago abunda en frutas, aves, palmas, pinos, miel...; en sus riachuelos crecen los juncos que sirven para hacer papel, y en sus mares se encuentran ciertos peces llamados siluros.

En fin, un principio de curso esperanzador.

Te deseo un buen día.