lunes, 9 de julio de 2012

El e-book

Hola a todos.
Me han regalado un e-book. Ya saben, uno de esos chismes electrónicos modernos que sirven para dejarnos sin el placer de leer libros en papel. Quién se lo fuera a decir a Gutenberg, aquel buen hombre que allá por 1449 o 1450 publicó el "Misal de Constanza" primer libro tipográfico del mundo. A lo que iba: me han regalado un e-book, y aunque soy de los que se inclinan por el paso de las hojas a la hora de leer y por el repaso de ellas buscando cosas que me quedaron a media entendederas y a hacer una marca en la esquina de cualquier página en que haya dejado la lectura, pienso, que algún beneficio obtendré del regalo.

Por lo pronto, ya me han 'bajado' dos libros. Uno de poesía de mi tío Juan Sosa Suárez y otro de relatos del viaje que hace tantísimos años realizó don Camilo José Cela y que lleva por título "Viaje a la Alcarria" en el que cuenta sus impresiones, sagaces y atentas, de los sitios por donde pasa y de las personas que va encontrando a su paso. Libros ciertamente difíciles de conseguir en librerías. Pues bien, leo y veo como Cela pinta más que relata con minuciosidad cada cosa, cada paisaje, cada vuelta del camino y al lector le cabe la suerte de acompañarlo pasando el calor del día o aguantando una lluvia de la que ha de guarecerse o buscando un parador. Nombra pueblos de la comarca totalmente desconocidos para mí que no he estado nunca en esos parajes salvo unas horas en Guadalara capital. Lugares pobres la mayoría, con esa pobreza del país en los años de la posguerra, década de los cuarenta, en que hizo el viaje: Brihuega, Durón, Córcoles, Casasana, Sacedón, Budia... Por todos ellos va pasando el viajero, y por muchos más, y nos va dando trozos, como retales, de sus gentes, de sus casas, de su plaza y de la posada que al final encuentra.

Así que me tienen ustedes leyendo el "Viaje a la Alcarria" aunque no conozca ninguno de los pueblos que en él se nombra. Ni muchas de las palabras que a puñados asoman.Vean ustedes: "Se llama Pío y, por mal nombre, le dicen tío Gato. Es pequeño de estatura, duro de barba y bisojo de mirar; lleva un duro mandil de correjel y se toca con una boina capona y cochambrosa. Su tienda es pequeña también y maloliente, destartalada y revuelta. Colgada de la pared duerme la garatura; sobre una mesa descansa la estira de cobre, esperando la flor del cordobán que se ha de comer; por los bordes de unas turmas de toro disecadas asoman las orejas el descarmador, el escalpelo y el debó; las vasijas de las garrobillas y del tanino reposan en un rincón".

Aunque en otras ocasiones las entienda casi todas:

El alcalde y el vino
van de camino.
Una mula se come
la tierna flor.
Al alcalde, un vecino
le llama albino.
Un can hambriento huele
la buena olor.
Un fraile teatino
y don Severino.
Cruje el pan en el horno
para el señor.
Se cae el palomino
desde un balcón.

Como ocurre también con los demás pareados conque nos deleita quien a la larga sería Premio Nobel; que a saber si son de él o coplillas de los pueblos por donde pasa:

Verde está el campo de anís.
Un águila color gris
vuela sobre el camposanto.
Sobre la flor del acanto
una vieja se hace pis.
Azul, el campo de anís.
...-...
Un cura y un escribano
toman el último sol.
Unos gitanos discuten
a gritos, sin ton ni son.
...-...
Por la Entrepeña se marcha
-sangre de alacrán- el sol.
Ya no dan a la pelota
los mozos de Sacedón.
El viajero entra en el pueblo
casi, casi, de rondón.
Tiene hambre y lo que busca
va a toparlo en el mesón:
una botella de vino
y unas magras de lechón.

Y yo, como siempre, te deseo un buen día.

2 comentarios:

Felipe Tajafuerte dijo...

Aprovéchalo. Yo también soy de los que me gusta tocar papel, volver atrás, hacer alguna anotación etc.pero reconozco que para viajes puede ser interesante además del espacio que evita. Yo ya no sé donde meter los libros.Un saludo desde mi mejana

Francisco Espada dijo...

Renovarse o morir. Antes de la imprenta también se editaban libros que hoy son joyas, algo que con el tiempo es posible que sucedan con los que hoy conocemos y manejamos. Lo importante, no importa el soporte en el que lo hagamos, es la lectura.
Que lo disfrutes mucho. Un abrazo.