Hola a todos.
Aquí va un poema que es todo un poema. No sé si de verdad fue escrito en el 1700. Más bien parece ser de este siglo XXI o finales del XX. Se los dejo para que los disfruten. Ustedes opinarán:
PENSAR QUE ESTE VERSO FUE ESCRITO EN EL AÑO 1700 y vigencia no pierde
(¡¡¡ GRANDE EL FRANCISCANO ESPAÑOL...!!!)
DÉJAME DORMIR, MAMÁ
Hijo mío, por favor,
de tu blando lecho salta.
Déjame dormir, mamá,
que no hace ninguna falta.
Hijo mío, por favor,
levántate y desayuna.
Déjame dormir, mamá,
que no hace falta ninguna.
Hijo mío, por favor,
que traigo el café con leche.
Mamá, deja que en las sábanas
un rato más aproveche.
Hijo mío, por favor,
que España entera se afana.
¡Que no! ¡Que no me levanto
porque no me da la gana!
Hijo mío, por favor,
que el sol está ya en lo alto.
Déjame dormir, mamá,
no pasa nada si falto.
Hijo mío, por favor,
que es la hora del almuerzo.
Déjame, que levantarme
me supone mucho esfuerzo.
Hijo mío, por favor,
van a llamarte haragán.
Déjame, mamá, que nunca
me ha importado el qué dirán.
Hijo mío, por favor,
¿y si tu jefe se enfada?
Que no, mamá, déjame,
que no me va pasar nada.
Hijo mío, por favor,
que ya has dormido en exceso.
Déjame, mamá, que soy
diputado del Congreso
y si falto a las sesiones
ni se advierte ni se nota.
Solamente necesito
acudir cuando se vota,
que los diputados somos
ovejitas de un rebaño
para votar lo que digan
y dormir en el escaño.
En serio, mamita mía,
yo no sé por qué te inquietas
si por ser culiparlante
cobro mi sueldo y mis dietas.
Lo único que preciso,
de verdad, mamá, no insistas,
es conseguir otra vez
que me pongan en las listas.
Hacer la pelota al líder,
ser sumiso, ser amable
Y aplaudirle, por supuesto,
cuando en la tribuna hable.
Y es que ser parlamentario
fatiga mucho y amuerma.
Por eso estoy tan molido.
¡Déjame, mamá, que duerma!
Bueno, te dejo, hijo mío.
Perdóname, lo lamento.
¡Yo no sabía el estrés
que produce el Parlamento!
Fray Junípero Serra (1713 - 1784) Religioso franciscano español.
Escrito por este franciscano en el 1700 - valoren su vigencia
Así lo recibí por e-mail y así lo he pegado.
Por favor, no te rías mucho que puede hacerte daño.
Te deseo un buen día.
4 comentarios:
La buena literatura es atemporal porque sirve para todos los tiempos.
Un abrazo
¡Joder! No pensaba yo que los diputados eran tan viejos. Si es que por aferrarse al sillón son capaces de no morirse nunca. Feliz Año Nuevo desde mi mejana
No puedo creer que sea de 1700. No habríamos podido sobrevivir con congresistas tan ineptos. Mas bien es el fiel retrato de los que nos toca soportar.
Bravo por Fray Junípero Serra. Mi sonrisa es mayor que la de la Gioconda. ¡Que pasada de gente!
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