ROMANCE
SONÁMBULO
Federico García Lorca
Verde que te quiero verde.
Verde viento. Verdes ramas.
El barco sobre la mar
y el caballo en la montaña.
El sábado el Guiniguada fue una fiesta. Una fiesta sencilla, sincera, noble. Como le hubiera gustado a Lorca, estoy seguro. La Compañía Reynier Mariño presentó el espectáculo "Lorca en mí: la travesía de ida y vuelta". Y nos dicen, en el programa de mano, que, en latinoamérica, la producción de García Lorca ha dejado profundas huellas en varias generaciones de amantes del teatro y la poesía. Y que por ello, este homenaje al escritor con la compañía compuesta en su mayoría por artistas latinoaméricanos.
Con la sombra en la cintura
ella sueña en su baranda,
verde carne, pelo verde,
con ojos de fría plata.
Poesías de Lorca. Declamadas unas veces y hecha música otras. Bellas siempre. Como el "Romance sonámbulo" con que comenzó el espectáculo y con el que finalizó: Verde que te quiero verde...
Verde que te quiero verde.
Bajo la luna gitana,
las cosas le están mirando
y ella no puede mirarlas.
Declamación perfecta. Folclore puro. Poesía y música que van juntas al alma. Y poemas y canción de Sonetos del amor oscuro. Y textos de Bodas de sangre y de La casa de Bernarda Alba.
Verde que te quiero verde.
Grandes estrellas de escarcha,
vienen con el pez de sombra
que abre el camino del alba.
Hora y media bien servidas de luz y de color. Con maestría que bien merecida la tiene el Maestro. Y con el alma en vilo de los espectadores que llenaban -puede decirse- el teatro. Verde que te quiero verde...
La higuera frota su viento
con la lija de sus ramas,
y el monte, gato garduño,
eriza sus pitas agrias.
Y baile gitano. Y belleza y emoción contenida. Verde que te quiero verde...
¿Pero quién vendrá? ¿Y por dónde...?
Ella sigue en su baranda,
verde carne, pelo verde,
soñando en la mar amarga.
(...)
Te deseo un buen día.
2 comentarios:
De parte de todos los integrantes de "Lorca en mí. La travesía de ida y vuelta" muchísimas gracias por tan bellas palabras y por realizar un artículo tan bien cuidado y con tanto sentimiento. Realmente nos conmueve y nos alienta. ¡Muchas gracias!
Preciosa entrada lorquiana, Ángel.Un saludo desde mi mejana
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