Hola a todos.
Leer a Chéjov por primera vez, en su obra Mi vida, Relato de un hombre de provincias, ha resultado una experiencia la mar de agradable. Podría yo poner alabanzas al relato o hacer una crítica y seguramente quedaría en el ridículo de pasarme varios pueblos o de no llegar a ninguna parte, y ustedes, en el probable caso de que conozcan la obra por haberla leído o por leerla a partir de ahora, podrían acusarme de imparcialidad. Así que me limitaré a decir que Chéjov nos pone en contacto con la gente que vive una vida sin grandes sucesos en unos sitios sin mayores alicientes. Empezando por el protagonista, Misail, a quien sus amigos llamaban Miserias:
"Cierta vez en el mercado, solo me quedaba un estornino. Me pasé largo rato intentando venderlo, y al fin conseguí colocarlo por un kópek. "'Miserias, pero menos es nada!" dije para consolarme, guardándome la moneda y desde entonces los chicos de la calle y los compañeros del colegio me pusieron el mote de Miserias."
Junto a Miserias vemos a su padre y a su hermana, al ingeniero y a su hija, al pintor de brocha gorda, y también a las señoritas del salón de espectáculos de la localidad...
"Formaban la familia la madre, una dama alta y flaca, delicada, que llevaba el pelo corto, chaqueta corta y falda lisa a la inglesa, y tres hijas a las que no se llamaba por su nombre sino sencillamente la mayor, la mediana y la menor."
Otros pocos personajes individuales entran y salen. Cada uno con sus problemas, sus vicios, sus virtudes, y sus sueños (si pudiéramos creer que tienen alguno). Pero el personaje colectivo de los mujiks es el que más me ha gustado:
"¿Creen que los mujiks son personas? Pues no, no lo son; son, y perdonen la expresión, unos animales, unos charlatanes. ¿Qué vida lleva el mujik? A el denle de comer y de beber, que el puchero le cueste cuanto menos y que en la taberna pueda empinar cuanto más el codo..."
Misail casó con Masha, la hija del arquitecto, y a su alrededor la vida seguía su curso.
Te deseo un buen día.
No hay comentarios:
Publicar un comentario