En puridad nos podríamos hablar de paseo en Jerez. Nuestro paseo por la ciudad se limitó a un recorrido en guagua desde el lugar por el que entramos (veníamos de Sevilla) hasta nuestro destino que era la Real Escuela Andaluza de Arte Ecuestre. Por el camino, desde las ventanillas del autobús al circular por la avenida, fuimos viendo en las rotondas unas esculturas que dan fe de la devoción de Jerez por los caballos. Esculturas y grupos escultóricos bellos que no pudimos fotografiar. Al final no nos importó esta imposibilidad porque gozamos con una alegría sin cuento con el espectáculo "Cómo bailan los caballos andaluces" en el que jinetes y cabalgaduras, dan muestras de una conjunción perfecta y, me atrevo a decir, acrobática. Pena fue (y es la única) que no nos permitieran hacer fotografías; si no hubiera hecho cientos, miles quizás, pues cada paso, cada escorzo, cada movimiento merecía la pena de ser inmortalizado. Claro que, bien mirado, ello nos permitió ver el espectáculo al completo de principio a fin sin el engorro de la cámara fotográfica. Y como queremos compartir contigo, querido lector, tales momentos te invitamos a ver este documental publicitario de la propia Escuela. Te gustará, sin duda, y te animará a intentar ver a estos inteligentes y elegantes caballos en directo. http://youtu.be/MfrjrQiRsrI
Luego nos fuimos a las bodegas González Byass y en éstas, con unos buenos vinos y un almuerzo en agradable compañía, quedó olvidada nuestra pena pequeñita.
Te deseo un buen día.
2 comentarios:
Nosotros tuvimos menos suerte y no pudimos ver ese espectáculo. De todas maneras no perdimos el tiempo pues Jerez tiene muchas cosas para ver, como su espléndida catedral. Saludos desde mi mejana
Estuve por Jerez hace mucho tiempo y no visitamso ninguna de las dos cosas que nos cuentas aunque si paseamos por la ciudad ya está todo olvidado. Habrá que volver.
Un abrazo y gracias por pasar por mi blog y comentar.
Publicar un comentario