Hola a todos. Le tenía un cariño especial pues al fin y al cabo era mi primer mueble. Me lo hice yo mismo con un poco de habilidad, cuatro tachas y un martillo. Imagínatelo. En mis tiempos en la tienda de ultramarinos Cruz Mayor, cuando tenía doce o trece años en los lejanos entonces de 1953 a 1955, aún se utilizaban los cartuchos de papel pues todavía no se había popularizado las bolsas de plástico, ni los envases de este material, y las mercancías que entraban en la tienda lo hacían, casi todas, en cajas de madera. Recuerdo haber pedido, para mi pequeño mueble, ¡qué listo que era, caramba! una caja de sidra Zarracina, cuadrada vista desde arriba, y de poco alto -cosa de quince o veinte centímetros-, y otra caja rectangular, ésta más o menos del doble de alta, que encajaba perfectamente en la anterior. Uniéndolas y con cuatro martillazos quedaron listas para el uso que a mí me apetecía: una librería. En la parte baja (dentro de la caja de coñac Fundador, puse mis libros y tebeos varios; en el estante superior, con los lados y el techo de la caja de sidra, los libritos pequeños que entonces eran mi gran tesoro. Me quedó un mueble de 'agute' que conservé algunos años. Luego vinieron mejores tiempos y otras librerías han venido a sustituirlo, pero, aquél, mi pequeño mueble, ha quedado en mi corazón como una conquista temprana.
Te deseo un buen día.
Te deseo un buen día.
1 comentario:
Al fin conocemos esa gran afición por construir, por crear, esa afición por trabajar con maderas y hacer estanterías, muebles, y demás apaños que hasta no hace mucho realizabas con cariño acupando el tiempo en CREAR.
Te animaría a volver a esas labores aunque cierta persona se enfade por tener maderas por todos lados, a que le pidas prestada la plancha para cantear, a que le acupes la mesa de la cocina y a esos idas y vueltas al bricolage.
Salu2
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