Hola a todos. Después de haber estado ayer celebrando mi cumpleaños en familia hoy domingo toca día de reflexión y descanso. Amanece un día de esos de 'panza de burro', gris, sin asomo del sol ni del azul del cielo por ningún lado. En estos días entra una melancolía, una bajona, que nos desborda. Las Palmas es una ciudad distinta en domingo al resto de los días de la semana y la gente huye hacia el campo o a las playas del Sur dejándola semiabandonada. Las pocas actividades que se desarrollan en este día atraen a un número de personas ávidas de entretener al menos un par de horas de la larga jornada y así ocurre por ejemplo en la Plaza del Pilar Nuevo con la Feria de Artesanía.
Antiguamente, antes de descubrirse Maspalomas y Playa del Inglés para los canarios y cuando el uso de coche propio no pasaba por la cabeza de los más optimistas, los domingos se ocupaban en ir Misa y en visitar a la familia. Luego el cine, el paseo en Triana, y a casita otra vez. Hubo un tiempo en que los jóvenes contábamos con salas de fiestas que organizaban bailes de juventud los domingos por la tarde, y cuando no, siempre había alguien que en su casa o en la azotea organizaba un guateque. Me pregunto en que entretiene su tiempo de domingo la juventud de ahora. Quisiera oír que vuelven La Caleta o el Pinito del Oro o el Altavista con bailes en horas de tarde y que la gente joven tiene oportunidades de pasarlo bien alejados lo más posible de la televisión.
Desde hace unos años la vida de ocio parece que se ha trasladado a los centros comerciales en donde se han agrupado los cines que han desbancado a los que antes estaban por toda la ciudad. En la entrada de uno de estos multicines vi hace algún tiempo un futbolín y me vino a la memoria las salas de juegos que teníamos antes de las máquinas tragaperras, esas que tienen luces y sonido. Teníamos los futbolines, y luego los billarines, o al revés. Los futbolines eran nuestros juegos socorridos; no era demasiado cara la jugada -siempre que jugaras con moderación- y había especialistas en ganar siempre. Eran aquellos que invitaban a jugar al 'pierde paga' y así estos sabiondos del juego podían estar mucho tiempo jugando porque ganaban mientras a los otros les tocaban hacer de 'paganinis'.
En fin, a otros tiempos otras costumbres, y a intentar pasarlo lo mejor posible sin que te entre la morriña.
Te deseo un buen día.
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