El Blog de las mil cosas que uno puede hacer, pensar y sentir cuando se libera de la rutina laboral.
viernes, 29 de febrero de 2008
Propaganda electoral
jueves, 28 de febrero de 2008
Pirsi
La empezamos a llamar Pirsi no sé bien por qué ya que este nombre no es diminutivo de Pino, ni en su familia, que desde hace muchos años es la mía, hay antecedentes alguno. La conocí cuando hice amistad y luego noviazgo con mi mujer y de eso hace ya muchos años. Siempre me recibió junto a su marido y su hija con el cariño con el que se acoge a un hijo y recuerdo perfectamente cuando les dimos la noticia de la espera del primer bebé que nos venía en camino, la alegría inmensa que resplandeció en sus caras. La misma simpatía, el mismo amor, igual acogimiento para todos los demás sobrinos y para todos los hijos y nietos de los sobrinos que somos muchos. Fiel a las promesas del matrimonio éste fue roto con la muerte de la persona amada, tío Juan. Desde entonces vivió rodeada del cariño de su hija, yerno y nietos a los que adolatraba.
Era como una agenda viviente porque tenía especial predisposición para recordar cuanta fecha de nacimiento, de onomástica, de bautizo o de boda hubiera habido en la familia y en las amistades. No faltaba su llamada telefónica felicitando en estos días señalados, ufanándose de forma sencilla, como niña cogida en falta, por su buena memoria. Le gustaba hacer versos sencillos que iba escribiendo en hojas sueltas o en aquellos cuadernos que a veces le regalábamos, hasta que un problema en la vista le impidió seguir con este su pasatiempo preferido. Igual le ocurrió con la lectura y con el disfrute de la televisión pero no faltaba nunca, mientras pudo, a los acontecimientos familiares. No pudo disfrutar como hubiera querido viendo a su biznieta pero se alegraba al oir hablar de ella cuando postrada en cama de hospital, con los ojos cerrados, nos reconocía por el sonido de la voz y agradecía nuestras visitas.
Falleció ya con 90 años cumplidos tras una vida plena y voló su alma al Hacedor a quien cantó con estos sus humildes y sentidos versos:
Te deseo un buen día.
miércoles, 27 de febrero de 2008
Violencia
Ni punto de comparación lo que voy a comentar con la situación actual, aunque sí tiene algo que ver porque eran las mujeres y los niños los perjudicados. Me refiero a que en mi juventud podía verse por las calles, de camino de los cafetines a sus casas, a muchos borrachos. O a pocos y parecían muchos, no sé. Borrachos que luego pegaban o insultaban a sus mujeres. Lo cierto es que a falta de otras perspectivas, viviendo quizás sin ilusión, habiendo tomado seguramente parte en la guerra civil, con poco sueldo y una familia que alimentar, ¿qué se yo de motivaciones o de causas hacía que muchos hombres pasaran horas y horas en el mostrador del bar para salir como una cuba?
En estos tiempos existen los botellones y las Autoridades están pendientes del fenónemo. Igualmente se combate por todos los frentes contra el tabaquismo hasta el punto de terminar pareciendo unos apestados los que fuman. En aquel entonces la que intentaba solucionar problemas concretos de adicción al alcohol era la asociación Alcohólicos Anónimos que a través de charlas y reuniones, donde cada uno para empezar se reconocía en público como alcohólico. Quizás hoy en día debieramos tener en cada Comunidad Autónoma una Asociación de Maltratadores Anónimos (en Valencia hay algo parecido) en donde a estos posibles asesinos le llegara la voz de la cordura cuando estén a tiempo de no cometer un asesinato.
Te deseo un buen día.
martes, 26 de febrero de 2008
Un libro: Memorias de un noventón.
Nos presenta el doctor Navarro en el primer capítulo de su libro una ciudad totalmente aislada sin carreteras ni caminos aceptables hacia el interior de la isla, con sólo unas veredas practicables para caballos o burros; ni siquiera una carretera que la uniera con el puerto, en donde sólo había una ermita de la Virgen y unas pocas chozas de pescadores y alguna casa o almacén más, siendo todo lo demás arena que llegaba prácticamente hasta Triana; sin comunicación con el exterior, donde el vigía de la Isleta podía estar meses y más meses sin avisar de la llegada de un buque nacional con el escaso correo; con fango e inmundicias, sin aceras, ni calles con nombres, ni casas numeradas; con obscuridad en las noches pues no tenían ni siquiera luz de petróleo en las calles... La calle de Triana, nuestra calle Mayor, era un conjunto de casas de pescadores y el Parque de San Telmo actual, un estercolero. Los habitantes de esta ciudad, que con tan negras tintas nos es dibujada, son tristes e indolentes y no se preocupan ni de su pasado ni de su futuro y solamente las fiestas de Navidad, Carnavales, Semana Santa, Corpus y alguna otra les hacían salir de su letargo. Granujas y borrachos; seis lúgubres monasterios y abundancia de clérigos y frailes completan el cuadro que de estos años nos presenta nuestro doctor.
Nos dice en la introducción al libro Morales Padrón que "sin duda Navarro, casi sin proponérselo, siente la necesidad de resaltar su momento y recurre para ello al subrayado del atraso y penurias de la capital a principios del XIX. Contrapone una y otra ciudad". Y esto es así porque poco a poco en los restantes capítulos nos va cambiando de cuadros hasta terminar con el que el buen médico nos muestra hacia 1883 en el que la ciudad despega con las obras de construcción del puerto de refugio. En estos veinte y tantos apartados va desgranando de su memoria hechos y costumbres del siglo que le tocó vivir. Así nos enteramos de las epidemias de fiebre amarilla y de cólera que diezmó a la población; de la plaga de langostas que arrasó con todo lo verde y del hambre que vino después; de costumbres de medicina y de curanderos y brujas; de la instrucción pública y de como se consiguió la enseñanza secundaria con la oposición de Tenerife. Nos habla de la indumentaria, de la folía y de la alimentación. (En la Notas aparece "la receta del puchero" escrita en verso por un poeta isleño digna de leída). Nos enteramos de cuando empezó el pleito insular -ya viejo según se puede ver- y de la creación del Gabinete Literario y de la construcción del Puerto de la Luz por el Ingeniero León y Castillo...
Creo que para terminar puedo insertar algo de la Conclusión de nuestro cronista: "La ciudad de Las Palmas de Gran Canaria ... apareció como naciente oruga que había de crecer con precaria lentitud, para dormir después dilatados años convertida en inactiva crisálida. Hoy es una espléndida mariposa que llena de vida se eleva luciendo sus brillantes galas y su exhuberante energía".
¿Qué diría hoy don Domingo J. Navarro de su ciudad en este comienzo del siglo XXI?.
Te deseo un buen día.
lunes, 25 de febrero de 2008
Nuevos barrios
Le auguro a la isla un final donde las casas lleguen hasta el mismo pie del Roque Nublo, y en lo alto de este altar un coche al que los isleños acudan a reverenciar como dios indiscutible. ¡Exagerao que es uno!
Te deseo un buen día
sábado, 23 de febrero de 2008
Arqueología en Gran Canaria
jueves, 21 de febrero de 2008
Lo que vale un huevo frito
miércoles, 20 de febrero de 2008
Bartolito el del Molino
Si hoy escribo de calles es por una razón sencilla. El domingo estuve en la ciudad de los Caballeros de Gáldar y vi un rótulo, de calle pequeña, en cuesta casi inexistente, estrecha, que decía: "Paseo de Bartolito el del Molino". En seguida me entró la curiosidad y me puse a pensar quién habría sido este señor para merecer el honor de tener su nombre y profesión en tal calle. Subimos, mi mujer y yo, y vemos que este pasaje está decorado sencillamente con un banco, una pared de poca altura encalada y con unas piedras destacando en el blanco de la cal, unas humildes plantas en un parterre, y dos ruedas de molino situadas en ángulo, contra la pared, y junto a éstas, a la altura de los ojos para que pueda leerse bien, una placa con una hermosa dedicatoria:
"A Bartolomé Molina Santiago - Bartolito el del Molino - Hombre bueno. Entregado a los vecinos necesitados. Su bondad queda perenne en la memoria de todos". Pienso en la suerte de Bartolito. No es recordado por grandes gestas ni por impresionantes descubrimientos ni por componer música maravilosa, sino por su bondad. Me lo imagino fornido pero no alto acostumbrado al peso de los sacos de millo y tostado como el gofio que sale de su molino, apuntando los 'fiaos' imposibles de cobrar en tiempos de penuria y poniendo buena cara siempre a todos, porque la bondad se manifiesta sin grandes aspavientos. "¡Piedras de su molino en abrazos de armonía despertaban el amanecer y arrullaban el dormir de las tardes de Palma de Rojas!" canta la placa. Seguro que a quienes le conocieron, si aún viven, les hará evocar esta calle la nostalgia por los tiempos pasados.
P.S. A la memoria de mis mayores nacidos en Gáldar y como agradecimiento a esta Ciudad por saber honrar a sus hijos.
Te deseo un buen día.
domingo, 17 de febrero de 2008
Cuestión de fe
Hola a todos. El día amanece soleado y desde casa puedo ver el Pico de Osorio por la zona de Teror que se destaca en el azul del cielo. Tenemos hoy excursión con la Peña la Vieja, asociación con ganas de hacer cosas en favor de asociados e invitados, y nos vamos por la zona norte de la isla. Estas excursiones terminan pareciéndose como una gota de agua a otra gota así que no te voy a dar la paliza de narrarte las pocas peripecias del día. Quizás destacar que desde Agaete se veía la isla de Tenerife con todo su esplendor, separado por el mar 'picado' y sin una nube en el horizonte. Imagen así no había visto antes y no la pude fotografiar porque no se hizo parada en el Puerto de las Nieves. Otra vez será, espero.
Adoramos a la Virgen en la isla bajo variados nombres. La del Carmen, virgen marinera, la del Rosario en Vegueta, la de la Soledad de la Portería y la de los Dolores, la Virgen Auxiliadora de los cristianos... y en los pueblos del interior, con vocación arraigada en todos los grancanarios, están la Virgen de Guía y la Virgen del Pino en Teror, y con menos seguimiento quizá la de la Cuevita en Artenara, teniendo seguramente cada pueblo y cada pago su propia devoción pasada de padres a hijos.
La Virgen del Pino es la patrona de Gran Canaria y su fiesta se celebra en el mes de septiembre. En la víspera de su festividad miles de personas se desplazaban caminando hasta su Basílica en una romería religiosa y festiva en honor a la Madre y los caminos que conducen hasta Teror desde Las Palmas o Santa Brígida o Arucas y de tantos otros sitios veían pasar a jóvenes y menos jóvenes hacia el Santuario. Una costumbre -algo bárbara según se mire y que ignoro si se sigue practicando- era ir de rodillas desde la entrada de la iglesia hasta los pies de la Virgen en su trono. Actualmente la peregrinación sigue cada 7 y 8 de septiembre, pero el autómovil ha cambiado para bien o para mal costumbres y el 'Pino' no podía estar al margen de los cambios.
De forma colectiva también se manifiesta la fe y así, "cuando la sequía se prolongaba en el tiempo y la falta de agua rayaba la extrema necesidad, se recurría a la Virgen del Pino, que era trasladada desde Teror hasta la parroquia de la localidad afectada. Además de por la sequía, las peregrinaciones han tenido otras causas a lo largo de la historia de esta virgen". Tengo entendido que cuando la guerra civil y con motivo de embarcar los soldados de la isla hacia el frente 'bajó' la Virgen a Las Palmas. Yo sí puedo recordar dos ocasiones en que esta bajada se produjo. Una, reciente, cuando también trajeron al Cristo de Telde a la Catedral, no recuerdo con que motivo. La otra, anterior en el tiempo, fue cuando el Padre Peyton iba predicando el rezo del Santo Rosario por muchas partes del mundo bajo el lema: 'La familia que reza unida permanece unida'. En esta ocasión pasó la Virgen, ya en Las Palmas, por la carretera de Chile o de Las Torres, con un acompañamiento impresionante, y unos días más tarde se congregó una gran multitud frente al Hotel Santa Catalina para escuchar al predicador y rezar junto con él el rosario.
Ya para terminar mi largo 'rollo' de hoy te voy a contar cuando en mis tiempos de Joven de Acción Católica nos dió por organizar una peregrinación de la juventud a Teror. En mi grupo, en Schamann, se nos ocurrió cargar con una Cruz de madera, bastante grande y pesada, que había en la Iglesia de los Sagrados Corazones, turnándonos para llevarla. Lo que no consigo recordar es que fue lo que hicimos luego con ella.
P.S. Lo entrecomillado lo copié de la red. Si quieres leer más pincha aquí.
Te deseo un buen día.
viernes, 15 de febrero de 2008
No sé si atreverme
Por otra parte si mi admiración por el tenor es sincera y disfruto oyendo sus canciones, ¿porqué no decir en agradecimiento lo que el corazón más que la cabeza me vaya indicando?. Tengo en mi casa unos pocos CDs de Alfredo Kraus, muchos menos de los que debiera, con canciones de ésas que a todos nos gustan, y también con romanzas del género chico español la Zarzuela; tal el caso de Doña Francisquita y Luisa Fernanda que como otras zarzuelas, más por desidia que por otra cosa, no vemos en el Pérez Galdós cuando la temporada se celebra en Las Palmas. También cuento con otro CD con arias de ópera aunque de esta disciplina conozco bien poco.
Con su voz armoniosa lleva a nuestros sentidos toda la melodía de canciones populares, que el pueblo llano ha hecho suyas porque del pueblo nacen. En Siboney o en Aquellos Ojos Verdes canta al amor; en Granada, Valencia o Islas Canarias canta a colectivos que se sienten identificados por estas canciones; en Lamento Borricano nos lleva más allá del Océano; en Amapola, Princesita o Ramona realza a la mujer. Todas estas canciones y cuantas más están en mis CDs me encantan, pero entre todas ellas hay una que no me canso de escuchar porque es tal la emoción que se desprende de ella, a lo mejor porque el tema así lo lleva, que siento que está cantada con el corazón. Me refiero a Alfonsina y el Mar con letra llena de desesperanza y no de alegría precisamente que termina siendo un canto a la vida.
Hicieron bien las Autoridades cuando lo decidieron, y los canarios todos debemos sentirnos orgullosos, de que el Auditorio de Las Palmas, en la Playa de las Canteras de la ciudad que le vió nacer, lleve el nombre de Alfredo Kraus, hombre universal con raices canarias, y ¡cómo no! la gran, estatua situada a los pies del Auditorio, grande porque grande era el hombre y el tenor, que su ciudad dedica a su hijo predilecto.
Te deseo un buen día.
miércoles, 13 de febrero de 2008
Cines en la ciudad
Calle Viera y Clavijo y "Circo Cuyás años 1905-1910 - foto de la Fedac
Los veintiseis cines estaban repartidos por barrios, y en el centro de Las Palmas, y en el Puerto, desde el Torrecine en San José-Vegueta, hasta el Victoria en la Plaza del Pueblo en la Isleta (y otro aún más arriba), y el cine Sol y dos más en la Ciudad Alta. En el Sol, -hablo de los años en que la entrada valía siete perras gordas y se formaba un guirigay cuando se iba la luz o salía en pantalla "Diez minutos de descanso para cambio de bobina- y en otros muchos, se vendían afuera chochos y 'chuflas', pirulines y caramelos, polos de hielo o trocitos de helado entre dos galletas y calamares asados ; cerca del Royal teníamos la horchatería Los Alicantivos y junto al Goya La Moderna donde podíamos saborear 'cortes' mayores de nata con fresa, y de otros variados sabores. Claro que para ello había que tener dinero que no siempre abundaba y por ello en ocasiones íbamos al muelle de Las Palmas a comprar recortes de galleta, en otra heladería, que nos vendían en cartuchos de papel. Pero la palma sin duda se lo llevaba el San Roque porque una hermosa palmera canaria, larga como un silbio, estaba justo en la puerta del cine y delante de la taquilla.
Mención aparte merece el Pabellón Recreativo por tres razones que recuerdo: en este cine tenían con frecuencia sesión continua por lo que podíamos ver una película tras otra, y volver a ver la primera, sin tener que salir; tenía fama por tener pulgas; y fama también por los 'planes'. Un plan era una relación entre chico y chica sin miras al matrimonio y sí al tocamiento; y una chica que era un plan, o sea una chica fácil, era considerada mal por la Sociedad bienpensante y bien por los galanes. Los cines como el Pabellón servían de válvula de escape a la sexualidad reprimida de la época, y todos los cines se prestaban a caricias y besos más recatados de los novios, para lo que se buscaba los asientos de la última fila. En los tiempos de la dictadura era obligatorio exhibir en todos los cines el No-Do, Noticias y Documentales, en los que siempre salían bien librados el Generalisimo y sus ministros, aquél, siempre de pantano en pantano, inaugurándolos por lo que la socarronería popular terminó llamándole Pancho el Rana.
Estoy seguramente mezclando épocas distintas, yendo atrás y adelante, y a lo mejor la narración queda algo liada, pero quiero terminar, con lo que hoy no pasa de ser anécdota, de que en las iglesias, en misas de los domingos y junto con la hoja parroquial, se repartía una octavilla a cada fiel con las películas en cartel, y la calificación moral de cada una, marcada desde el cero o uno para las permitidas a todos los públicos hasta el 4R (cuatro con reparos) para las más sórdidas o descaradas o de amores prohibidos como la titulada Arroz Amargo de Silvana Mangano que fue un hito en la historia del cine en Las Palmas. Porque en aquellos entonces lo normal era un único y casto beso justo antes de la palabra FIN. Quizás otro día me atreva a recordar títulos de películas que se exhibían en estos cines en estas épocas pasadas.
PS: Marisol ¿te acuerdas de cuando ibas al cine Parroquial en Escaleritas?
Te deseo un buen día.
martes, 12 de febrero de 2008
... porque si no me lo dan...
lunes, 11 de febrero de 2008
Paseando a...
Así que ya me tienes paseando a... o a Pancho paseándome. De momento sólo en el parque de Buenavista cerca de casa, al que lo saco por la mañana cuando los miembros de la 'cofradía' se reunen cada uno con su perrito. Pancho se ha convertido en un precioso cachorro y es la atracción sobre todo de los niños, que se acercan con algo de miedo algunos, a acariciarlo aunque también los mayores se paran y lo acaricia mientras hacen algún comentario. Pancho va mirando a todas partes como queriendo descubrir el mundo y cuando otros perrillos se le acercan, sobre todo los mayores que él, queda quieto, a veces 'espatarrao', a ver que ocurre dejándose mimar. A veces son dos o tres animales los que vienen y entonces se forma una barahúnda de todos los demonios.
Este parque de Buenavista es ya algo viejo como lo demuestran los árboles, ya creciditos que en él dan sombra y sensación de estar en el campo. Hace años estuvo aquí el vivero municipal y ahora está como dividido en zonas bien delimitadas; en una parte del mismo se encuentra el campo de fútbol 'Pepe Goncálvez' y tras una zona de palmeras que sirve de paso a los grandes edificios que están al lado, viene otro lugar más abajo con una fuente. En este sitio se impartían clases de taichí y el rumor del agua y de las hojas de los árboles permitían la concentración. Sigue un solar preparado para el juego de petanca y el de parque infantil, y luego un poco de terreno con césped donde los perros se solazan y al lado, en alto, una cancha de tenis donde imparten clases sobre todo a niños. Siguen a continuación un patio cuadrangular y las canchas de futbito y baloncesto terminando en otro lugar que personas aparentemente sin techo han tomado como su hogar.
El parque está bien aprovechado por la gente de los alrededores, y de fuera. Desde pequeñines en cochitos de críos a cargo de las mamás o de las abuelas, hasta personas de noventa y tantos años que van a desentumecer los huesos al sol de la tarde, pasando por chavales a hacer deporte o niños en bici, o señoras con los auriculares puestos para entretenerse mientras caminan deportivamente o de forma pausada. En las canchas desde hace unos meses, los domingos por la mañana, se reúne un buen número de personas que a simple vista parecen ecuatorianos o de algún otro país latinoamericano, a jugar un partido de fútbol mientras sus compatriotas les aplauden a cada jugada. En fin un parque para todos.
Te deseo un buen día.
domingo, 10 de febrero de 2008
Almendros en flor
viernes, 8 de febrero de 2008
Lecturas de ayer
Al tomar prestado este libro desenrollo del ovillo de la memoria las lecturas que teníamos en Las Palmas, al menos los de pocos teneres que diría Pepe Monagas; estaba para el uso del gran público "El Caso" periódico semanal de noticias truculentas; el "Marca" para los aficionados al fútbol; "La Codorniz", de Álvaro de la Iglesia, revista satírica que se permitía el lujo de meterse con el poder establecido (porque a lo mejor tenían cuña); el "TBO" y otros cuentos de humor y de hazañas bélicas y de super héroes: "Pedro Alcázar y Pedrín" "El Capitán Trueno" "Supermán". En el terreno de la novela popular habían dos géneros indiscutibles con dos autores de renombre. Corín Tellado era la autora preferida de las novelas de amor de las que debió escribir cientos con una imaginación desbordante para tejer historias, que siempre eran seguramente las mismas y siempre distintas, porque estuvo muchos años con una obra por semana y eso a pesar de la censura. Marcial Lafuente Estefanía era el rey de las novelas del Oeste americano con peleas entre indios y vaqueros, o entre éstos entre sí, peleándose siempre por las tierras, las cabezas de ganado, o por el predominio de ganaderos sobre ovejeros; de este autor recuerdo la novelilla (llamarla novela me parece mucho) titulada "Quince días de vacaciones" en la que narra las juergas de un grupo de cowboys que van de vacaciones y están esos días sin pegar ni un sólo tiro.
Teníamos en las Casas Baratas de Schamann, además de la Plaza del Mercado, un grupo de tienditas en los que había barberías, tiendas de comestíbles -como la de Angelito con las libretas para ir apuntando las deudas que se pagaban a fin de mes y que cuando se acababan los ingresos en las familias se acababa el fíao- en las que se compraba mantequilla a granel envuelta en papel de envolver y arenques ahumados que se excibían en barricas, y algunos bazares en los que se vendían de todo: brillantina, colonias, hilos y agujas de coser, regalos varios y demás menudencias. A uno de estos bazares -el de Amparito- iba yo, por encargo de mi hermana Mary a alquilar novelas de Corín Tellado y otras veces de las del Oeste para mí, porque Amparito tenía un sistema que funcionaba a las mil maravillas: se cambiaba una novela por otra, al precio de media peseta, con lo que estos "librillos" transmisores de 'cultura' iban rotando de mano en mano hasta que de tantos cambios ya quedaban en desuso.
Después vendrían otros libros y otros gustos pero eso ya es otra historia.
Te deseo un buen día.
jueves, 7 de febrero de 2008
Cosas de perros
Hola a todos. La mañana amanece sonriente con el sol asomando por la mar que nos separa de Fuerteventura y un pajarillo subido en lo alto de la antena sobre la casa de al lado trina de júbilo. En la ciudad todavía sin la 'panza de burro' que vendrá más tarde, un acontecimiento inesperado perturba, o más bien produce curiosidad, entre los vecinos que salen de sus casas. Hay algo nuevo, inusual, en calles, plazas y jardines e incluso en centros comerciales y en edificios públicos y de empresas privadas. Al pronto los y las trabajadoras que acuden a sus trabajos no dan con aquello que les produce la extraña sensación que sienten; tampoco las amas de casa en su diario recorrido hacia la plaza o el supermercado; ni los niños que esperan los autocares para el colegio; ni los jubilados que deambulan... Es una situación desconocida, aunque no alarmante, y que los habitantes de la capital acogen con despreocupación.
De pronto alguien más avispado que los demás o con más suerte da con el motivo de la irregularidad. Como si de flores en primavera se tratara o de setas en el bosque en invierno, una jauría de perros ¿bardinos? ¿de presa canario? están por todas partes como si de repente los perros de la Plaza de Santa Ana hubieran tenido crías y todos los canes, de todas las islas, hubieran venido a celebrar el acontecimiento. Los ciudadanos de a pie -sobre todo los que de la prensa diaria estamos divorciados- cavilamos sobre el acontecimieno buscando explicaciones: unos pensamos que es para tapar algún agujero en tal plaza poniendo al perrito encima; otros que es propaganda de un avispado vendedor de 'perritos calientes'; otros que los tales perros, de yeso o escayola, al parecer, y pintados con formas y colores distintos, los están preparando para el decorado del carnaval, 'canis canariensis', del año que viene.
Al fin alguien da una explicación no creíble diciendo que es en señal de protesta de quienes nos mandan porque tienen nuestro mandato. Alucinamos porque hasta ahora éramos los mandados los que siempre hacíamos algo para mostrar nuestra disconformidad con lo que nos mandan, eso sí casi siempre con pancartas hechas y escritas en sábanas blancas. ¡Nunca con perros! ¿A quién se le ocurre? Luego la noticia se va ampliando y nos dicen que donde deciden han decidido algo que nos perjudica o cuando menos nos mortifica. Porque han decidido ¡bendito sea Dios! quitar los perros del escudo de Canarias y ¡hasta ahí podíamos llegar! "Es el primer expolio de los que vendrán sin remedio si no nos oponemos y hay que buscar medidas", pensaron los prohombres. Medidas largas para el mástil y más largas para la bandera dijeron...
Hoy de los perros quedan unos pocos para muestra; el mástil sólo, sigue en su sitio esperando compañera; la bandera... ¿dónde está? ¿dónde estará la bandera...? En serio soy que los que piensan que quitar los perros del escudo de la Comunidad Canaria es como quitar las columnas con el Plus Ultra del escudo de la Nación. Aunque ahora, y para que rabien los que votaron a favor de tal medida, podemos decir que tenemos dos escudos en la Comunidad, porque como dice un periodista nuestro de los políticos, "son como niños", y por no ponerse de acuerdo vemos escudos sin perros y con perros.
Te deseo un buen día.
miércoles, 6 de febrero de 2008
Pasacalle en Triana
Foto de Andrés Cruz - La Provincia
Te deseo un buen día.
martes, 5 de febrero de 2008
Huesca, Zagaroza y Teruel
Recordé entonces las veces que he visitado, pocas para mi gusto, estas tierras. En Zaragoza he estado dos o tres veces y recuerdo sobre todo la primera. Me llevaron en una de esas excursiones organizadas -la primera que hacía a Península- a esta ciudad, con visita a la Basilica del Pilar y a su plaza, y a la iglesia de la Seo que está justo al lado de la Basílica que según recuerdo era muy antigua. Estuvimos mi mujer y yo dentro de la Basílica admirándola y arrodillándonos ante la Pilarica, patrona de España, y nos mostraron cerca de la puerta principal una bomba caída en la guerra civil sin producir daños por intervención divina, nos dijeron, a esta preciosa catedral. Recuerdo de otro viaje, viniendo desde Teruel y por la tarde, el aspecto precioso de la Basílica con el sol dando en sus cúpulas que brillaban no sé si porque tienen algún material como azulejos o por alguna otra causa. Yendo por la autopista desde Tarragona veiamos a lo lejos unas montañas con el color muy obscuro casi negro. "Los Montes Negros" pensé en voz alta y el guía me corrigió diciendo "No, son los Monegros" y efectivamente era este paraje desértico que vimos desde la guagua y donde ahora parece existir el proyecto de hacer una ciudad turística y de ocio tipo Las Vegas. Pero lo más grandioso para mí fue el encontrarme con el río Ebro. Era Semana Santa y pasaba con mucha agua lo que era un espectáculo grandioso para un isleño sediento como yo.
Río Ebro
En Teruel estuvimos en otro viaje desde Cuenca. Nos llevaron a Albarracín ciudad con calles muy empinadas donde todo es cuesta y en un restaurante de la localidad nos sirvieron de almuerzo un plato típico que son las migas. Migas de pan que según leo "son preparadas y comidas a las cinco de la mañana, antes de la salida del sol y con una fresca de mil demonios"; es un plato que puede llevar muchos "ingredientes y condimentos: algunas veces chorizo, otras tocino, otras los mismos riñones troceados, jamón, huevo, uvas... En fin un arco iris de sabores y aromas", como que era comida para el "pastor de tez morena, surcada por arrugas que marcan el trayecto de toda su vida al cocinarlas". Ya en la capital nos llevaron a ver la estatua de los Amantes de Teruel, Isabel y Juan Diego, muertos por amor y cuyas momias se conservan supuestamente en la iglesia de San Pedro, y también a ver la catedral y otros edificios de estilo mudéjar.
Cascada Cola de Caballo en Ordesa
P.S. Lo entrecomillado copiado del libro "Guia de los platos tradicionales de España" de Rodrigo Mestre.
Te deseo un buen día.