El sargento: se llama cartucho
El recluta: carchuto.
El sargento: ¡cartucho!
El recluta: carchuto.
El sargento: ¡ cartucho !
Al cabo de dos horas: Mi capitán, el recluta ya sabe decir ¡carchuto!.
Hola a todos. Quedé el otro día en comentarte algo sobre el museo etnográfico que el Cabildo Insular de Gran Canaria ha construido y mantiene en perfecto estado en un pequeño edificio de una sola planta, bien diseñado y en armonía con el paisaje, donde está el Centro de Interpretación del Bentayga en la base de este Roque, símbolo, junto al Roque Nublo, de la isla. La casa, si así podemos llamarla, está semienterrada con el fondo a nivel de carretera y de un lugar de aparcamiento suficiente para una decena de coches. De la azotea sobresalen a modo de chimeneas tres claraboyas que permiten algo de luz natural al igual que unas ventanucas enrejadas desde las que pueden verse los almendros florecidos. Esta otra fachada da hacia un privilegiado paisaje con las montañas de la Aldea al fondo y donde los plásticos de los invernaderos semejan estanques llenos de agua a lo lejos, mientras que las montañas cercanas van cubriéndose por la neblina. No puedo asegurarlo pero quizá pueda verse también el mar. En un lateral y bajo una 'enlatada' un par de mesas y unas sillas invitan a tomar un refrigerio y a compartir en charla sosegada los sentimientos mientras la tarde declina. Justo en este punto comienza un camino que bordeando el Roque permite llegar no sé si hasta su cima porque el subir a ella está indicado para gente más joven que yo.
En el interior hay un museo arqueológico, bien que con pocas piezas, debidamente informadas, para que el visitante pueda hacerse una idea de los restos encontrados en estos barrancos de las cumbres centrales. En un mural se lee que "el Parque Arqueológico del Roque Bentayga se localiza en la zona centro de la isla de Gran Canaria, en una estribación montañosa que bordea la impresionante Caldera de Tejeda en su sector SW". También podemos leer que el primer cuidador del Museo Canario, Dr. Verneau, fue quién inició los trabajos de arqueología en estas cumbres en años en que la comunicación era bien difícil por falta de carreteras y vehículos. Habrá que imaginarse al buen doctor y a sus ayudantes a lomos de cabalgaduras bajo el sol sofocante o el frío intenso de las cumbres. Gracias al tesón de estas gentes podemos ver ahora vasijas, ídolos y pintaderas y piedras utilizadas como herramientas por nuestros antepasados. Hay un ídolo en madera encontrado en las cercanías de Juan Grande pero la mayor parte es de la zona en que nos encontramos. Se complementa como ya he dicho con información e incluso hay una reproducción del Bentayga.
Al leer la referencia al Dr. Verneau y al Museo Canario pensé en hacer una visita a esta Institución, visita postergada siempre por vagancia, y al museo me fui ayer por la mañana. Esto ya es otra historia que merece más visitas y algo de informacción para poder escribir de forma coherente y no divagar demasiado.
Te deseo un buen día.
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