martes, 30 de julio de 2013

Amanecer

Hola a todos.
Llegamos al campamento en horas avanzadas de la noche. El viaje desde Canarias a Portugal había sido muy largo con muchas horas invertidas entre aeropuertos, avión y guagua. Llegamos próximo a aclarar el día. Los 'rovers' del Grupo - del Grupo Camelot- se ocuparon de montar las casetas con la desenvoltura que les da las muchas acampadas en las que han estado para que los más pequeños puedan dormir. Pili, quien se ocupará de dar de comer a los expedicionarios durante el campamento, nos esperaba junto a la cancela de entrada al Parque Fontelo. Parecía un ángel salvador que nos daba la bienvenida en sitio desconocido. Mientras los muchachos trataban de reponerse del cansancio con el sueño reparador, los mayores nos quedamos hablando. Pili nos invitó a pasar a una de las casetas con literas. Declinamos la invitación pues, próximas ya las cinco de la madrugada queríamos ver como el negro de la noche iría cambiando con la luz de la alborada previa a la salida inminente del sol. La noche de julio invitaba a estar al aire libre y la conversación a media voz invitaba al recogimiento. Por entre los grandes árboles que apuntaban sus copas al cielo fue apareciendo poco la poco el azul cada vez más celeste. Hacia donde supusimos que era el Este, ya cerca de las seis, el sol fue abandonando su cubil nocturno haciéndose presencia con un halo amarillo intenso. Nosotros seguíamos con nuestras mundanas y espirituales preocupaciones. El sol ajeno a ellas seguía elevándose hacia su cenit dando vida a humanos, animales y plantas. Más tarde se hizo de día. Aun así no se perdió el encanto del amanecer que habíamos disfrutado.





Te deseo un buen día.

domingo, 14 de julio de 2013

La pandilla

Hola a todos.
En la Plaza de Santa Ana, en Las Palmas, corretean sin moverse una pandilla de amigos. Desde hace mucho tiempo. Son ocho y son perros. Sus nombres: "Bentayga, el fuerte; Aterura, la humilde; Tenoyo, el noble; Tindaya, la fidelísima; Mogano, el bondadoso; Doramas, el longevo; Tirajano, el justo, y Faycán, el esforzado". En un libro que he sacado del baúl de los tesoros, otra pandilla de amigos perrunos, descendientes lejanos de aquellos, corretean y se mueven, aman y se emocionan, disfrutan y padecen, por entre las páginas que leo. Descendientes lejanos son, al menos el último que da título al precioso cuento: "Faycán" que narra en primera persona las "memorias de un perro vagabundo". Cuento, novela o fábula lleva estas memorias la cadencia de la poesía en su prosa. La cadencia de la poesía de las vidas juguetonas que estos perros viven en los márgenes del Barranco Guiniguada, cuando el barranco era poesía antes de ser tapado por el cemento...

Cuenta Faycán y nos dice: "Respondo por el nombre de Faycán. Tengo una estatura más que mediana y ostento una hermosa mancha negra en la parte derecha del lomo. Como ya apunté antes, soy el vivo retrato de mi madre. Mi madre hace mucho tiempo que murió." (...) "El barranco fue siempre el lugar preferible para mis correrías y las de mis compañeros. Una de nuestras mayores alegrías era cuando llegaba el torrente, barranco abajo, a morir al mar. Aunque esto nos impedía por algún tiempo retozar por sus márgenes y dar caza a los estúpidos gatos, salíamos compensados con el botín y la diversión."

Cuenta Faycán y nos habla del Puente de Piedra y del Puente de Palo y del Risco. A este subía Catalejo -el de mejor vista de la pandilla- a intentar ver si las nubes negras en las Cumbres iban a descargar agua suficiente para hacer correr el barranco. En la pandilla estaban, además de Faycán y Catalejo, Rebenque con un rabo tan largo que era el que les servía como unidad de medida ("aquel chico llega la piedra a unos treinta largos de Rebenque", decían), Caifás, Marquesa, Linda y Nerón. También estaba Cicerón que era viejo y era sabio por ello, y Chicharro, que vino desde otra isla, encima de una casa que se movía por el agua...

Y nos cuenta Faycán de sus amores: "Marquesa y yo, después del paseo, decidimos pasar la noche bajo el Puente de Palo, agazapados tras unos matorrales que olían deliciosamente. Algunas moscas, confundiendo la estridente luz que cernía la luna, zumbaban suavemente en aquella engañosa aurora. Marquesa se tiende junto a mí, que oigo perfectamente los latidos de su corazón. (...) Algunos gatos se escurren rozándonos. (...) Por encima del puente un hombre y una mujer pasan con sus antenas enlazadas. En una piedra, se han posado dos moscas que hace un rato, por el aire, formaban una sola."

Este libro, este tesoro que he rescatado, fue escrito en la primera mitad del siglo XX por un admirador ferviente de nuestra tierra canaria. Novela, cuento, fábula perruna y poesía. Todo en uno. Su autor: Víctor Doreste. A el nuestro agradecimiento.





P.D. Nos vamos a Viseu, Portugal. Ya te contaremos.
Te invito a escuchar por lo pronto la canción de Néstor Álamo, "Mariquilla la Perrera".


Te deseo un buen día.

sábado, 6 de julio de 2013

Non Trubada

Hola a todos.

En esta semana se ha celebrado en Las Palmas la Escuela de Verano de Canarias en la que han participado más de un centenar de maestros. Esta Escuela de este año 2013 es la número XXII que se celebra (la primera nació en el año 1978) y como las anteriores ha sido organizada por los maestros de la escuela pública y destinada a estos y a cualquier otra persona interesada en aquellas cosas, talleres, comunicaciones, debates, que en la Escuela de Verano tengan lugar.

Tuve la oportunidad de participar este año de dos formas: de una parte como 'alumno' en los talleres (un total de seis horas) dedicados a la Literatura Canaria en las escuelas, y de otra, como ponente junto a un compañero mío de los Programas Formativos Especiales de la Universidad, para hablar de nuestras experiencias en éstos.

Fue una semana plena muy bien aprovechada en un ambiente serio y festivo a la vez. Con algunas lagunas que se corregirán de seguro en próximas ediciones pero con cosas muy buenas para la mayoría. Entre estas están los actos de la Conferencia inaugural, que tuvo lugar el martes, muy ameno e instructivo, y el de la Clausura, el viernes, en el que se mascaba el sentimiento de las cosas bien hechas por un colectivo que lucha -como siempre, diría yo- en estos tiempos difíciles para la Educación en España.

Cerró el acto de Clausura un grupo de música canaria que ha conseguido llevar la música popular tradicional a unos buenos niveles de música selecta. Me refiero a Non Trubada que con sus siete componentes y con sus instrumentos varios nos deleitó con un repertorio de obras con las que nos quisieron llevar por todas las islas del Archipiélago Canario. En esto coincidieron, en mi opinión, con lo que hicieron -más bien con lo que hacen- los maestros en estas Escuelas de Verano. Estos, los maestros, y ellos, los músicos, hacen simple y llanamente Región. Lo que no es poco en un territorio en donde todos vivimos a-isla-dos.



En una entrevista en el periódico digital canarias7.es encontré esta contestación a una pregunta. Me ha parecido que no era mala idea el dársela a conocer a ustedes: 
R: Siempre nos apasionó la mitología y el nombre de Non Trubada hace referencia a la mitológica isla de San Borondón,  la "no encontrada". Te recomiendo el libro "Canarias en la Mitología", editado por el Centro de la Cultura Popular Canaria. Entendemos San Borondón como una isla que sirve de nexo de unión entre el resto del Archipiélago.
 Espero que la música de los vídeos sean de tu agrado. Te deseo, con su escucha, que tengas un buen día.