miércoles, 30 de abril de 2008

Cantabria 7 - Santoña, Liérbanes, Santillana

Hola a todos. Estuvimos en Santillana del Mar -que como dicen, ni es santa, ni es llana, ni tiene mar- al mediodía del domingo de regreso de Comillas. Iba algo exultante porque Susana me había dicho que aquí encontraría un lugar en donde tomar leche con gofio; iba a ser un acto simbólico, o al menos a mí me lo parecía, el hermanar la leche de Cantabria que hubiese preferido recién ordeñada, con el rico gofio canario que llevé al viaje. Efectivamente, después de un tiempo recorriendo la villa y degustando productos de la tierra, y comprando casi todos del grupo algún chorizo, queso o lomo o alguna otra cosa para llevar de recuerdo, fuimos andando hasta un puesto que despachaban leche con un bollo al precio de un euro. Saco mi cartucho de gofio 'La Piña', invito al resto del grupo a participar del banquete, doy la taza que llevaba del hotel al buen hombre que despachaba, y saboreo, como si de un acto sublime se tratara, del momento. Después, cerquita de este sitio en una tienda, compramos una pequeña jarra de recuerdo que dice: 'Cantabria es la leche' y pienso, que razón no le falta a este aserto, por la gran cantidad de vacas que hemos visto por todas partes.

Antes habíamos estado gozando con la visión de las casas de piedra, con blasones de los apellidos de los primeros moradores, nobles que luchaban entre sí en la época medieval. Una de las casas tenía un balcón corrido con infinidad de plantas y en otra, parador nacional, el nombre recordaba a Gil Blas de Santillana (novela picaresca, primera novela realista de la literatura francesa); enfrente un bisonte en piedra recuerda que en estos lugares nuestros antepasados convivieron con bisontes y que dejaron su recuerdo en las pinturas de la cueva de Altamira que está considerada la Capilla Sixtina del arte cuaternario. Esta cueva fue encontrada por casualidad por un perro, luego una niña dio el primer aviso a su padre sobre las pinturas, y fue Satuola en 1892 quien dio primicias de este descubrimiento tras descubrirse otra cueva de igual característica en Francia. Habían creído hasta entonces que eran pinturas recientes... Santillana no es llana, tampoco muy montañosa; tiene prados y vacas y la Colegiata de Santa Juliana con un claustro romano.

Santoña es villa marinera y tiene fábricas de salazón de pescado. Vamos a ella en un día de fuerte viento que levanta el agua en las marismas, que es parque natural por su situación privilegiada para aves de paso de variadas especies, donde revolotean algunos patos coloraos y de cuchara. Entramos en una fábrica donde podemos ver pescados, bonito del norte y cabrancho, en distintas fases de proceso de la salazón y a un grupo de mujeres trabajando tras unos ventanales: verdaderas obreras que dedican ocho horas diarias a cortar, separar y poner en frascos de cristal anchoas y boquerones. En 1960 se batió el record de pesca con un millón y medio de kilos de bocarte pescado en un día, y tiene esta villa una importante lonja. En el paseo marítimo se encuentran dos grupos escultóricos: uno dedicado a Juan de la Cosa, capitán de la Nao Santa María que fue con Colón en el viaje del descubrimiento de América; otro a Carrero Blanco, éste sin el coche en que el Almirante saltó por los aires con el atentado etarra que le costó la vida. Celebra Santoña las fiestas Sardinadas y los Carnavales; en éstos, tiene lugar el Juicio del Mar en el que Neptuno dice:


"Traedme a ese besugo insensato
que ha raptado a mi sirena;
como me llamo Neptuno,
dios de la mar serena,
que le haré pagar el mar trago
que me hizo pasar por su faena".





Al partir de Santoña pasamos por una playa muy linda llamada tregandín en donde con la marea baja pudimos ver decenas de rocas que emergen puntiagudas del agua. Es este sitio lugar de paso del Camino de Santiago como lo muestra dos esculturas, con las vieras que es el distintivo del peregrino, que están en el frontis de su iglesia estilo de transición del románico al gótico.







En la estación de trenes en Santander tomamos uno que tras una docena de paradas intermedias nos lleva a Liérganes que es final de trayecto. La experiencia de ir en tren no es mala; el recorrido es de tres cuartos de hora y pasamos entre otros sitios por Astilleros donde pudimos ver las altas gruas; el traqueteo se hace intenso al pasar por sobre un puente de hierro; la visión de los paisajes es distinta porque vamos más a ras del suelo que en la guagua y esto cambia la perspectiva. En Liérganes merendamos chocolate y churros y bollos muy apetitosos y estuvimos en los jardines del balneario, gran parque con arboleda y césped, y fuimos hasta el puente construido en el siglo XVI, al parecer donde mismo estaba otro puente anterior, romano, sobre el río Miera, que servían tanto uno como el otro, para abastecer unas fábricas que tenía Artillería en las inmediaciones para la fabricación de cañones. Tiene Liérganes su particular historia: es la de un hombre muy aficionado a la natación que desapareció un día en que nadaba y que al cabo de cinco años aparece en Cádiz cubierto de escamas; como sólo sabía decir Liérganes lo trajeron a este municipio donde vivió otros diez años hasta que desaparació definitivamente mientras nadaba en el río Miera camino del mar. Es la historia del Hombre Pez.


Te deseo un buen día.

martes, 29 de abril de 2008

Cantabria 6 - Castro Urdiales, Laredo y San Vicente

Por Liendo pasa corriendo,
en Islares ni te pares,
en Ontón en cada casa un ladrón,
y en Cerdigo ni te digo.
Así que a uno no le queda más remedio
que meterse en Castro Urdiales
para respirar tranquilo.



Hola a todos. Estuvimos en Castro Urdiales casi recién llegados en una estupenda mañana de primavera. Subimos una pequeña pendiente hasta la bella iglesia de la Virgen Blanca o de Nuestra Señora de la Asunción. La Virgen Blanca es una bonita estatua del siglo XIII policromada que seguramente fue escondida cuando la invasión de los franceses y que unos niños encontraron tiempo después junto a la iglesia. La Asunción es la Virgen que precide el altar mayor de esta iglesia de estilo gótico normando que tiene la particularidad de unos arcos interiores, no vistos en ninguna otra iglesia gótica, superpuestos para evitar el desmoronamiento del templo. Cuenta la tradición que la iglesia tenía puertas separadas para hombres y mujeres; tiene preciosas vidrieras tras la girola (detrás del altar mayor donde giraban los peregrinos) y cuenta con una Dolorosa de Alabastro y un Cristo sin un brazo; también pudimos ver dos conchas de nácar puro traídas finales del siglo XVII de Filipinas. En esta villa marinera cercana a Euskadi que es Castro Urdiales, pudimos tomar unos pinchos con txakolina que es una bebida vasca; reconozco que a mí me gustó más unas raciones de boquerones con unas copitas de vino del país, escaso según me barruntaba, mientras admirábamos los pequeños barcos anclados rodeados de bandadas de gaviotas.




Una tarde, al regreso de una excursión, nos fuimos a San Vicente de la Barquera, población junto al mar con una bahía impresionante casi cerrada entre las puntas de dos promontorios. Vinimos por la carretera antigua para ver de lejos la perspectiva de la iglesia y del castillo en lo alto de un monte con la ría abajo. Tuvimos la suerte de entrar en la iglesia dedicada a Ntra. Sra. de los Ángeles y admirar desde su plaza el magnífico espectáculo del atardecer. La iglesia de estilo gótico del s.XIII tiene la particularidad de que sus pisos son de madera, de trozos del tamaño de un ataúd, puesto que su parte inferior es un auténtico cementerio. Al lado de la iglesia hay un edificio, antiguo hospital construido por Antonio del Corro, hoy Ayuntamiento; es de estilo renacentista con decoración plateresca; y un poco más abajo en la calle que recorríamos con un viento frío del demonio está el castillo. Esta villa de San Vicente tiene en una pequeña cueva la imagen de la Virgen de la Barquera y celebra una procesión marítima todos los años llamada folia.




En Laredo estuvimos el último día por la mañana. Celebran aquí desde hace cien años la fiesta de la flor, y también el desembarco de Carlos V cuando regresó en 1556 desde Bruselas para ir al monasterio de Yuste, y las hogueras de San Juan. Es importante ciudad turística, capital de la costa esmeralda, con una playa de siete kilómetros hasta llegar a la de Regatón. Cuenta con la cofradía de pescadores más antigua de España y el monasterio de san Martín del año 1037. Ayudó con sus marineros a Fernando III el Santo en la conquista de Sevilla por lo que obtuvo importantes beneficios; incendios y peste le hizo retroceder en el siglo XVI. Por esta ayuda su iglesia que iba a tener sólo tres naves podemos verla hoy con cinco; iglesia del gótico cisterciense que cuenta con un retablo de Nuestra Señora de Belén si bien la iglesia está bajo la advocación de Ntra.Sra. de la Asunción por deseo del rey. Esta población ya aparece en las cantigas de Alfonso X el Sabio y de su puerto salió la malograda Armada Invencible.





árboles entrelazados en las calles de Laredo


Si en Castro nos tomamos los boquerones, en Laredo para despedirnos nos sirvieron unas exquisitas anchoas; me engañaron, sin malicia supongo, con el vino, puesto que lo pedí de Cantabria y nos lo sirvieron de León, eso sí, muy rico. Ya digo que por aquí hay muy pocos viñedos y a falta de vino lo que si tienen es un exquisito orujo que se obtiene de la vid. De almuerzo, el marmitako, que es un plato con papas cocidas y tiernas y bonito jugoso y blanco, formando un conjunto caldoso muy rico al paladar, y de segundo, puré de papas con carne mechada que nos dejan las ganas de volver.

Castro Urdiales, San Vicente de la Barquera y Laredo tienen en común el haber disputado la capitalidad a Santander, siendo esta última, que da nombre a la provincia, la que a la postre terminó siendo capital de Cantabria.

Te deseo un buen día.

lunes, 28 de abril de 2008

Cantabria 5 - Osos amorosos

Hola a todos. Volábamos en el viaje de ida a Bilbao, para luego trasladarnos a Cantabria, sobre un mar de nubes y poco a poco éstas fueron dejando claros que nos permitía ver por la ventana del avión montañas pardas, algún río, algo que bien podría ser un pantano y al fondo confundiéndose con las nubes los blancos picachos de los montes nevados. Según nos acercábamos a nuestro destino el esplendor de la nieve iba a más por lo que supongo debían ser estos montes los Picos de Europa que se llaman así porque los marinos antiguamente al acercarse a las costas del Cantábrico podían verlos desde la lejanía y saber que se acercaban al continente europeo. De repente al ir descendiendo un paisaje de verdes y casas con tejas de color rojo inunda el paisaje; estamos sobre el País Vasco y el avión se introduce en vuelo sobre el mar para girar y dirigirse hacia la pista de aterrizaje; preciosos colores el del azul del mar, el verde y ocre de las tierras y el blanco y rojo de las casas.



Nos espera Susana y José Luis y partimos hacia el hotel. Lo primero que noto es la ausencia total de vallas publicitarias por la carretera y autovía de Euskadi y el nombre de poblaciones en los dos idiomas oficiales español y euskera. Nos adentramos en Cantabria y pasamos por sitios que luego veríamos repetidas veces porque esta ruta nos llevaría a distintos puntos previstos en nuestras vacaciones: Castro Urdiales, Santander, Laredo, Santoña... En los recorridos, cuando Susana no nos contaba algunos de sus chistes, anécdotas o información, la guagua iba en silencio o bien se podía oír música. Recuerdo el día que teníamos algún cantante al parecer andaluz con una copla que repetía continuamente el mismo estribillo que me hizo mucha gracia:


¿Qué no te quiero?

¿Qué no te quiero?



¡A qué me voy con mi madre!

Que hoy tenía puchero.




Es esta autovía la que tomamos para ir al Parque Natural de Cabárceno en nuestro penúltimo día que está a quince kilómetros de Santander. El día está oscuro y a pesar de nuestras súplicas no nos libramos de la lluvia en la visita al Parque lo que deslució el espectáculo de los animales en semilibertad puesto que muchos se cobijaban y nosotros íbamos con paraguas abiertos. Cabárceno es un pequeño pueblo minero que dio nombre al Parque porque mina de hierro desde la época romana era esta enorme extensión de 750 hectáreas, equivalentes a 750 estadios de fútbol, que hoy luce esplendorosa como Parque Natural. Animales de cinco continentes en un número de mil y pocos ejemplares van y vienen por los amplios espacios acotados: leones, elefantes, tigres, gamos, monos de Gibraltar, ciervos, gorilas, antílopes, rinocerontes, avestruces, leones marinos y qué sé yo cuantos más. Para dar un recorrido completo por el Parque en guagua hay que recorrer veintidós kilómetros. No recorremos tanto y paramos cada poco para intentar hacer fotos bajo la lluvia; los elefantes están algo lejos en una especie de piscina donde se bañan para luego llenar la corteza de su piel con barro para protegerse; los leones casi no se dejan ver; a los tigres pude fotografiar en bonitas instantáneas; se me escapó un majestuoso ciervo cuando estaba dentro de la guagua; los gamos me salieron borrosos...


En lo que sí tuvimos suerte porque aún no había aparecido la lluvia fue con los osos pardos, preciosos animales que se mueven en una extensión considerable de terreno y que se acercan hasta donde estamos (los vemos desde arriba) y podemos hacerles cuantas fotos queramos. Alguno se pone de pie sobre sus cuartos traseros en toda su enorme altura pidiendo comida y otros pasean de un lado a otro como si con ellos no fuera la cosa. Pero la imagen más bonita era la de dos o tres parejas de osos amorosos que tratando de amortiguar el frío reinante y haciendo lo que la Madre Naturaleza les ha enseñado hacían sus deberes para perpetuar la especie. Dio lugar ello a risas y comentarios mientras las cámaras trataban de perpetuar tan noble intento.











Y no sólo los animales merecen ser vistos; la montaña, cortada a golpes de pico y pala por los mineros, ha dejado numerosas rocas que emergen del suelo con color del hierro y verde del musgo y aun se conservan una rampa en la que se lavaba el mineral y unas vagonetas para el transporte y unas casetas, mientras una vegetación bien cuidada hace compañía a una zona de lago y a otra de bosques, y si eres curioso puedes ver fotos antiguas en la pared de la cafetería donde se ven a los mineros en cielo abierto golpeando la piedra para sacar el mineral.



Te deseo un buen día.

domingo, 27 de abril de 2008

Cantabria 4 - Los raqueros y el indiano

Hola a todos. En la época del cambullón en Las Palmas había la costumbre entre los chiquillos del puerto de pedir a los chonis que venían en los trasatlánticos el que les tiraran unas monedas para ellos recogerlas lanzándose al agua. Lo pedían en un inglés macarrónico con una frase que más o menos sería "Uan peni tru pi yu" ("one penny thru please you", quizás), o sea un penique por favor. Me acordé de ello cuando Susana nos señaló unas estatuas pequeñas, del tamaño de niños posiblemente, que sentados o en actitud de lanzarse al mar están cerca del club náutico en Santander y nos comentó que también aquí tenían la misma costumbre para sobrevivir los pequeños desarrapados.











En el bonito pueblo de Vega de Pas, una placa en la plaza recuerda al médico Madrazo. Este buen doctor nacido en estos contornos tuvo la suerte de poder estudiar medicina en Barcelona y al terminar la carrera le ofrecieron ejercer en esta ciudad pero él, amante de su tierra, prefirió volver a sus orígenes y ocuparse de los enfermos de estas villas y valles pasiegos. En Potes, localidad más cercana a Fuente De camino de los Picos de Europa, hay una preciosa estatua en medio de un pequeño parque, que muestra un caballo en actitud de marcha y sobre él a un hombre a quien con botas, abrigo, guantes y cachucha se le ve encorvado para resguardarse del frío, lluvia o ventisquero.





Nos nombra Susana a Pereda, Concha Espina y a Víctor de la Serna. De José María de Pereda leí hace bastantes años su novela Peñas Arriba que volví a leer hace poco tiempo. De Concha Espina no he leído nada y ahora sé que tiene un monumento en Santander y un panteón en el pequeño cementerio de Mascuerra donde nació aunque sus restos reposan en Madrid. Me dice mi amiga wiki que es autora de un número importante de libros de poesía, cuentos y novelas además de artículos periodísticos; obtuvo importantes premios y no ingresó en la Real Academia Española de la Lengua por ser entonces inaccesible a las mujeres, así que me propongo leer alguna de sus obras. Su segundo hijo Víctor de la Serna fue renombrado periodista del siglo XX.








Pero quizá de todos los personajes cántabros citados por Susana en nuestros recorridos ninguno tan novelesco como el primer Marqués de Comillas. Antonio López y López había quedado huérfano de padre siendo un niño y su madre se vio en la necesidad de pedir y de trabajar; con catorce años marcha a Cuba como indiano donde consiguió hacer fortuna con el comercio y el transporte marítimo de esclavos; funda una compañía naviera que luego sería la Trasatlántica Española con escalas en Cuba, Filipina y Nueva York entre otros muchos puertos; tuvo plantaciones de tabaco en Cuba. Su fortuna fue tan importante que llegó a prestar dinero a la Corona de España por lo que se le concedieron los títulos de Marqués de Comillas, y Grande de España y fue anfitrión en dos años seguidos del rey Alfonso XII. En Comillas dio dinero para crear una escuela de oficios que pasaría a ser la Universidad Pontificia. Hoy en día esta Universidad que está siendo restaurada va a destinarse a Escuela del Español con importantes cursos. El edificio, precioso y monumental de estilo neomudéjar, no desmerece en absoluto al Palacio de Sobrellano que se hizo construir con su fachada mirando a la Universidad, y a la Capilla Panteón para ser enterrado él y su descendencia. Estos dos bellos ejemplos del gótico modernista catalán fueron obras de arquitectos catalanes y a ellos se une el 'Capricho' de Gaudí, una de las dos únicas obras que este genio tiene fuera de Cataluña y que sólo pudimos admirar en su exterior.







En el Palacio de Sobrellano pude ver una bonita lámpara sobre una mesa de billar. Nada tendría de particular si no es por el hecho de que Antonio López y López llevó a Comillas la electricidad teniendo esta localidad junto con Haro en la Rioja el honor de ser los primeros sitios donde se instaló la electricidad en España.




Te deseo un buen día.

sábado, 26 de abril de 2008

Cantabria 3 - Anjanas, nuberos y brujas

Hola a todos. Volvemos de Fontibre o Fuente Ebro y tomamos la carretera antigua que pasa por las Hoces del Besaya. No pude ver a este río durante el primer tramo del trayecto por ir en el asiento que daba hacia las laderas así que tuve que conformarme con verlo casi al final. En esta parte de Cantabria es donde más llueve y se nota en la vegetación tupida con hayedos y nogales, y el tejo que es árbol autóctono. El tejo es venenoso y ha dado pie a la frase "tirar los tejos" puesto que los mozucos tiraban trozos de la corteza a los pies de la moza a quienes pretendían. Desde Bárcena de Pie de Concha parte una calzada romana de dos kilómetros de largo recuerdo de la dominación de Roma en la Península Ibérica. Estos datos y otros nos lo iba diciendo Susana durante el recorrido y de repente, con su agradable voz que hace que prestemos toda nuestra atención a cualquier leyenda que nos cuente, empieza a hablarnos de las Anjanas, del Ventolín, del Nubero, de las fuentonas y del molinuco narrándonos un cuento que habla de un mozo de Ruenti que va a 'hacer las sevillas' y se encuentra con una Onjana esta vez con la apariencia de una mujer vieja y arrugada que le dijo:



Ay Ruenti, Ruenti.
Allí tengo yo una hija
encantá con una juenti
si esa juenti juese mía
no me iba yo a Andalucía".

El mozo después de un tiempo vuelve
pobre y se encuentra nuevamente
con la Onjana que le dice:

"Ay Ruenti, Ruenti.
Allí tengo yo una hija
encantá con una juenti
¡Ay juenti si jueras mía
cuántu oro y plata sacaría!



Sigue la historia, y mientras la escucho me entran deseos de leer historias de mitología y de brujas de Cantabria. Compro cuatro pequeños libros, dos y dos, que seguro me dará muchos ratos de lectura amena, sobre todo cuando, nuevamente con el invierno, piense en estas personas que viven entre montañas con sus tradiciones. En el índice de Mitología Cántabra, de Alberto Alvárez Peña, vienen las Anjanas, el Cúlebre, el Basilisco, el Ojáncanu, el Musgoso y un largo etcétera. Los Relatos de Brujas en Cantabria, de Salvador Alvárez, tiene a la Tía Sinda, la Cadavieca, el Tentirujo, a la Guajona que es una Bruja, descrita como una vieja y flaca que entra por la cerradura de las puertas a chupar la sangre de los durmientes valiéndose del único y afilado diente que posee, y otros.


En la introducción a la Mitología nos dice el autor que "Los mitos servían para explicar a nuestros antepasados hechos y sucesos del mundo real para ellos inexplicables. Si el granizo destrozaba la cosecha en tiempos de bonanza era obra del Nuberu o una Bruja... Todo ese mundo mágico se interrelacionaba con el mundo real de las aldeas".


Y la Tía Sinda comienza: "En el monte Matás, hay un antiguo molino que se está yendo abajo, entre cuatro pedestales y un arco pequeño, por donde aún corre el agua. Aunque los atardeceres desde este lugar son el fiel reflejo de una bella ensoñación, nadie se acerca nunca por aquí. Fatales rumores se ciernes sobre el molinuco y sus últimos moradores que vetan, con signos invisibles, cualquier contacto del ser humano con estos parajes".



Seguimos nuestro camino hasta llegar a un sitio al que llaman Fragua. En este lugar se levanta dos edificios especiales: uno, que es una iglesia, con la planta y columnas del Partenón; otro, una enorme y bonita mansión se halla en medio de un enorme prado o jardín y es el Palacio de los Hornillos en el que Amenabar rodó su inquietante película Los Otros.


Terminamos en Torrelavega, segunda ciudad más importante de Cantabria con un mercado de ganado todos los miércoles donde se llega a vender hasta cuatro mil reses en un día. Es ciudad comercial e industrial con calles peatonales con bastante actividad en, las que encontramos dos iglesias, bajo la advocación de la Virgen de la Asunción una, y de la Virgen Grande que es la patrona de Torrelavega la otra. También vemos ya en la guagua una rotonda llamada Ciudadanos del Mundo con una escultura mostrando una Esfera sostenida por varios pares de manos.


En uno de estos libros que he comprado, Eva me dejó escrita una dedicatoria y la siguiente frase a petición mía: "Nunca olvides que no es más rico quien más tiene, sino quien menos sabe necesitar". Sabio consejo.

Te deseo un buen día.

viernes, 25 de abril de 2008

Cantabria 2 - La casuca

Hola a todos: Susana es andaluza, de Sevilla, lo que quiere decir Simpatía. José Luis, el chófer de la guagua durante todo el recorrido, es asturiano; hombre atento y de pocas palabras nos devuelve el saludo y está pendiente siempre de la conducción y del vehículo lo que nos permite unos trayectos sin sobresaltos. Susana nos dice: "miren las vacucas están echadas; eso significa que va a llover" y yo pienso que tal y como llueve en Cantabria alguna vez atinará, digo yo. Con su comentario empiezo a oír los sufijos uca y uco que son muy usados en nombres y adjetivos por estos lares de forma cariñosa: vacuca, mozuco, tienduca, casuca, esquinuca, pochuco, felisuco...








En el hotel Marfrei nos alojamos la semana de vacaciones. Va a ser nuestra casuca. La primera impresión es de agrado pues es una construcción de piedra con vistas preciosas rodeada de otras edificaciones rurales. Cerca del hotel hay un albergue con actividades para niños y en los alrededores, paseando la primera tarde, pude hacer fotografías a unas ovejas y hasta a un caballo montado por un elegante caballero. Cuenta el hotel con plantas y flores y un espacioso aparcamiento. Por lo que pude comprobar está muy bien situado a medio camino entre Euskadi y Asturias, no lejos de la costa en el municipio de Suances, y bien comunicado para desde él hacer en tiempo corto las distintas excursiones. La primera impresión dentro de la casuca me la da un precioso objeto que creo es de porcelana: se trata de un libro sobre un atril abierto en su página central con un cordón de oro separando las páginas; éstas tienen las puntas ya manchadas de pasar tantos dedos por ellas para la lectura; las páginas visibles tienen una bonita lámina de una mujer leyendo o pensativa, y una no menos bonita poesía que copio:







Galerías del alma...
¡El alma viva!
Su clara luz risueña;
y la pequeña historia,
y la alegría de la vida nueva...


¡Ah volver a nacer, y andar camino;
ya recobrada la perdida senda!
Y volver a sentir en nuestra mano
Aquel latido de la mano buena
de nuestra madre... Y caminar en sueños

por amor de la mano que nos lleva.


En nuestras almas todo
por misteriosa mano se gobierna.
Incomprensivas, mudas,
nada sabemos de las almas nuestras.
Las más hondas palabras
del sabio nos enseñan.



Pregunto a Samuel, quien dirige la casuca, y me dice que lo que yo creía porcelana es papel trabajado amorosamente por su madre -a quien felicito por tan primosoro trabajo- y que ignora quien es el autor del poema.


Nueva sensación de bienestar me lo da el olor a madera de pino al entrar en la habitación, espaciosa, con muebles rústicos y colores amables, y situada en la planta baja junto al bar y el comedor. Ayudan a Samuel tres hermanas, Vanesa, Esther y Eva, simpáticas jóvenes atentas a nosotros en los almuerzos y cenas que hicimos en el hotel. Buscando frases o pensamientos para los blogs que pensaba escribir Eva me da uno muy simpático: "Dime con quien andas, y si está bueno me lo mandas", y además me puso una dedicatoria en un libro que compré que ya te la diré. Miguel entre fogones se ocupa de nuestra mesa.




La casuca, de dos plantas altas y una baja, tiene capacidad para unas cincuenta y cinco personas y en ella, además de lo dicho, las mujeres juegan por las noches partidas de cartas y al bingo, entreteniendo unas horas antes de ir a descansar. Por cierto que no he dicho que en el grupo tiene mayoría las féminas en una proporción de cuatro a uno, como está mandado.


Te deseo un buen día.

jueves, 24 de abril de 2008

Cantabria 1 - Nacimiento del Ebro

Hola a todos. Goyo me dice que estuvo lloviendo en la madrugada. Nos habían pronosticado para hoy un día de lluvia y viento y sin embargo amanece bueno. Desde el hotel vemos las montañas nevadas haciendo corona al verde de los prados, y encontramos al rosal a punto de florecer y a las flores de pensamiento, a los topetes, y a las margaritas, junto a recepción, preciosas con el agua caída sobre sus pétalos. Goyo cuida de nosotros en la noche. Es hombre recio y campechano acostumbrado al frío de esta zona; va siempre en mangas de camisa de color blanco mientras nosotros nos abrigamos y además de su trabajo en el hotel cuida de sus nueve vacas bravas que antes eran varias más; me dice que está acostumbrado al trabajo nocturno porque fue panadero. Me llama en las mañanas una hora antes que al resto del grupo y me prepara en el bar un cortado que despierta al más dormido y un café sólo largo que llevo a la habitación para Loli.

Susana es nuestra guía. Saluda a todos al subir a la guagua y antes en el comedor a los que va viendo. Nos indica el itinerario nombrando pueblos que vamos a encontrar en ruta y costumbres y hechos de los habitantes de la zona a visitar. Hoy pasaremos por las tres villas pasiegas: Vega de Pas, San Pedro del Romeral y San Roque del río Miera teniendo en todo el recorrido al río Pas como acompañante por un paisaje donde todos los tonos de verde nos embelesan. Quienes viven en estas villas pasiegas son hombres y mujeres que siguen como sus mayores cuidando de la ganadería pasando de cabaña en cabaña hasta treinta veces en el año en una continua trashumancia; tienen, nos dice Susana, cinco estaciones -una más que las cuatro nuestras- y en las cabañas (vividora llaman a la que viven) no tienen agua corriente ni luz eléctrica. Llaman chon al cerdo, campano al cencerro, escarpines a los calcetines y cuévanos a las mochilas. Y muy importante, sus hijos van a la escuela siendo recogidos por la guagua para que no pierdan la escolarización. En Vega de Pas compramos la rica quesada, y mientras, un rebaño de ovejas pasa por el centro del pueblo y se pierde carretera arriba.







En Fontibre nace El Ebro. Al ver el agua saliendo de debajo de la roca me llena la emoción por ver cumplido uno de mis deseos. Debemos mojarnos en él para cumplir con la tradición y vamos acercándonos a una pequeña estatua de la Pilarica colocada por un grupo de montañeros aragoneses, con peligro de caernos y darnos un chapuzón. El río recorre 920 kilómetros desde aquí hasta su desembocadura en el Mediterráneo y pasa antes por la Basílica del Pilar. Una ligera lluvia nos acaricia mientras acompañamos al río en sus primeros tramos y voy pensando en lo que dejó escrito José María de Pereda en su libro Peñas Arribas: "...en el centro de un reducido anfiteatro de cerros pelados en sus cimas se veían surgir reborbollando los copiosos manantiales del famoso río que, después de formar breve remanso como para orientarse en el terreno y adquirir alientos entre los taludes de su propia cuna, escapa de allí, a todo correr, a escondidas de la luz siempre que puede..." o voy recitando uno de los dos poemas que están escritos justo aquí en el nacimiento del río, éste de José del Río Saiz que titula Padre Ebro:



¿Por qué bajas con tal prisa
manso arroyo de Fontibre
de la cumbre montañesa
a los llanos y al mar libre?


¿Por qué tus ondas veloces
huyen de la cordillera
por los tajos y las hoces
hacia la rica ribera?


y el arroyo que se esconde
cuando nace, tembloroso,
a las preguntas responde
con un suspiro amoroso.
.........................................
.........................................


"Sé que una niña morena
se está muriendo de sed
y voy a Aragón a verla
para darle de beber".
.


Antes del paseo habíamos almorzado en el restaurante Cantur (turismo cántabro) que está aquí mismito. Nos habían servido cocido montañés y carne estofada; el cocido con abundantes judías blancas y trozos de carne y de chorizos sabía a gloria y estaba más que indicado para combatir el frío; la carne estofada o sancarrón con patatas, que me dicen, estaba igualmente deliciosa, y todo ello con un vino intenso, amplio y equilibrado y color rojo cereza y aromas a frutas (que decía la etiqueta), nos dejaron a punto para saborear el momento. Y mucho antes habíamos pasado por Puente Viesgo en cuyo balneario se concentran las selecciones españolas de fútbol y balonmano, por Reinosa donde visitamos su iglesia y compramos recuerdos, por el Puerto del Escudo a 1011 metros de altitud, por el pantano del Ebro al que llaman mar interior con veinte kilómetros de largo y cuatro de ancho en algunos sitios, y vemos vacas y caballos y la nieve del Alto Campoo juntito a nosotros...


Te deseo un buen día.




lunes, 14 de abril de 2008

Nana

Hola a todos. A mi señora madre al llegar a se abuela le llegó el momento de cambiar de nombre para sus nietos y para nosotros sus hijos: se le empezó a llamar Nana tal vez porque la nana como el arrorró es lo primero que oímos cantar cuando somos pequeñines. Veo con los ojos del alma a mi madre cantándome estas canciones de cuna y la veo en el recuerdo cuando iba a visitarme al internado.





Arrorró, mi niño chico,

que tu madre no está aquí,

que fue a misa a San Antonio

y ella pronto ha de venir.


Si mi niño se durmiera

yo le diera de regalo,

un pañuelito de seda

de la virgen del rosario.




Tuvo mi buena madre necesidad de ponernos a mi hermano Pedro y a mí internos en los Salesianos al enviudar siendo nosotros unos pequeñajos. Podríamos decir que la vida fue dura con ella y que tuvo que armarse de valor para sacar adelante a sus cinco retoños, trabajando para ello lo indecible y más.



Pero no es cuestión de hablar de cosas desagradables en éste que es mi blog número cien. Se lo debo a Nana y ya se sabe que el cien es un número privilegiado, ya que cien eran las pesetas que hacían los veinte duros que nos fue birlado y usurpado por el fatídico euro. Según me cuentan, Nana tenía de joven espíritu adelantado para su tiempo y le gustaban las bromas y los carnavales de entonces. Se enamoró joven de un apuesto soldado de Artillería, mi bendito padre, y junto a él formaron familia y vivieron felices, pese a los tiempos de penuria que les tocó vivir, hasta que la muerte tuvo la osadía de separarlos.



Vivían en Vegueta, cerquita de la iglesia de Santo Domingo, cuando en un Sábado de Gloria vine yo al mundo, y la noche anterior, Viernes Santo, no tuvo reparo mi madre en acudir a la procesión que salía de esta iglesia por las calles cercanas. Vivió en San Nicolás, -quizás por ello me gusten tanto los Riscos capitalinos- y en Tafira Baja. Aquí les nacieron sus últimos vástagos, dos gemelos como dos soles, Diego y Jesús, a los que alimentaba poniendo a los dos a mamar a la vez. Nos decía que con gusto se hubiera hecho una fotografía para el recuerdo con un niño en cada pecho.


Mi única hermana, Mary, la mayor de los cinco hermanos, me habla de Tafira a la que ella conoció de pequeña. La casa en la que vivíamos aun se conserva y la plaza con todas las casitas alrededor y los eucaliptos y los bancos y los aledaños no han cambiado pese al tiempo transcurrido. Me habla de la maestra de escuela, de la acequia, de las tuneras, de las cabras y de las tardes que pasó jugando en la plaza y trato de imaginar nuestra vida de entonces, difícil para cualquier familia por ser tiempo de escasez y cartilla de racionamiento.


Consiguió mi padre -Jefe de Negociado en el Ayuntamiento de Las Palmas- una de las casas baratas en Schamann, magnífica vivienda en la que vivió hasta su muerte y en la que Nana y los pequeñajos quedamos viviendo. Era mi madre mujer apreciada en el barrio pues tenía su puerta abierta a cualquier necesidad y a cualquier vecino y todos sabían que podían contar con Lolita para cualquier menester. Desde aquí iba a trabajar a la Residencia de Oficiales en Ciudad Jardín y además de su trabajo lavaba y planchaba y cosía cuanta ropa le caía en mano de alféreces o de capitanes levantándose al alba y acostándose a altas horas de la noche. Tal vez por ello era algo así como machista y a los hombres de la familia nos tenía en un altar; quería que fuéramos bien arregladitos con el pantalón y camisa bien planchados y zapatos abetunados al uso. Narraba anécdotas de la Residencia en la que llegó a tener mucha amistad con una compañera de nombre Corina. Por ejemplo contaba que esta buena mujer, cuando alguna joven quedaba embarazada decía: "pues ésta sabe que eso sirve pa'algo más que pa'mear" y también contaba el asombro de mi madre cuando por el pasillo vio venir un día frente a ella a un teniente del que salía música de sus bolsillos (eran los primeros tiempos de los transistores...)
Se le ocurrió a la muerte, osada y perversa, llevarse a dos de mis hermanos en la flor de la juventud. Siguió Nana adelante dándonos el ejemplo de la resignación cristiana; le hubiera gustado llegar a mayor junto a su adorado Pedro y a sus hijos arrebatados, pero tuvo la satisfacción de tener a sus nietos y a nosotros con ella, y muy posiblemente en sus últimos momentos cantaría para sus gemelos aquella nana que dice:



A la nanita nana, nanita ea,
a la nanita nana, nanita ea,
mi Jesús tiene sueño
bendito sea.




Te deseo un buen día.

domingo, 13 de abril de 2008

Día del Señor

Hola a todos. Después de haber estado ayer celebrando mi cumpleaños en familia hoy domingo toca día de reflexión y descanso. Amanece un día de esos de 'panza de burro', gris, sin asomo del sol ni del azul del cielo por ningún lado. En estos días entra una melancolía, una bajona, que nos desborda. Las Palmas es una ciudad distinta en domingo al resto de los días de la semana y la gente huye hacia el campo o a las playas del Sur dejándola semiabandonada. Las pocas actividades que se desarrollan en este día atraen a un número de personas ávidas de entretener al menos un par de horas de la larga jornada y así ocurre por ejemplo en la Plaza del Pilar Nuevo con la Feria de Artesanía.




Antiguamente, antes de descubrirse Maspalomas y Playa del Inglés para los canarios y cuando el uso de coche propio no pasaba por la cabeza de los más optimistas, los domingos se ocupaban en ir Misa y en visitar a la familia. Luego el cine, el paseo en Triana, y a casita otra vez. Hubo un tiempo en que los jóvenes contábamos con salas de fiestas que organizaban bailes de juventud los domingos por la tarde, y cuando no, siempre había alguien que en su casa o en la azotea organizaba un guateque. Me pregunto en que entretiene su tiempo de domingo la juventud de ahora. Quisiera oír que vuelven La Caleta o el Pinito del Oro o el Altavista con bailes en horas de tarde y que la gente joven tiene oportunidades de pasarlo bien alejados lo más posible de la televisión.



Desde hace unos años la vida de ocio parece que se ha trasladado a los centros comerciales en donde se han agrupado los cines que han desbancado a los que antes estaban por toda la ciudad. En la entrada de uno de estos multicines vi hace algún tiempo un futbolín y me vino a la memoria las salas de juegos que teníamos antes de las máquinas tragaperras, esas que tienen luces y sonido. Teníamos los futbolines, y luego los billarines, o al revés. Los futbolines eran nuestros juegos socorridos; no era demasiado cara la jugada -siempre que jugaras con moderación- y había especialistas en ganar siempre. Eran aquellos que invitaban a jugar al 'pierde paga' y así estos sabiondos del juego podían estar mucho tiempo jugando porque ganaban mientras a los otros les tocaban hacer de 'paganinis'.

En fin, a otros tiempos otras costumbres, y a intentar pasarlo lo mejor posible sin que te entre la morriña.

Te deseo un buen día.

sábado, 12 de abril de 2008

Flamenco

Hola a todos. Hace unas pocas semanas descubrí, huyendo de la programación soporífera de la televisión, un espacio de música flamenca en la Clásica de Radio Nacional de España que encuentro muy interesante. Reconozco que mis conocimientos de este Arte se limitan a un par de nombres: Paco de Lucía y Camarón de la Isla, y bien poco más, pero ello no quita para que me guste el programa que tiene una forma muy amena, con entrevistas e historias intercaladas entre cantaores y guitarristas con lo mejor del Flamenco. Este espacio musical lo puedes escuchar si te apetece en el 95.1 del dial en horas de diez a doce de las noches de los sábados; yo estoy apuntado a él y espero seguir disfrutándolo una larga temporada pues pienso que seguramente con la audición continuada aumentará el gusto por la música que nos proponen como entretenimiento.





Se celebra estos días en Las Palmas la I Feria de Abril los días 11, 12 y 13 en el Parque de la Música junto al Auditorio. Iniciativa privada de un matrimonio, canaria ella y andaluz él, y con ayuda del Ayuntamiento que monta el escenario y las casetas. Estuvimos anoche en la inauguración que fue bastante movida con muchas féminas luciendo trajes de volantes y voluntad de pasarlo divinamente y muy pocos hombres vestidos con el típico atuendo sevillano. Faltaba para mi gusto farolillos de esos que en Sevilla ponen por millares en su Feria y que alumbran las noches dándoles luz y alegría.





Sobre el escenario varios grupos de danza actúan con diversos números. Preciosa la coreografía con música de la ópera Carmen así como con la poesía Andaluces de Jaén convertida en canción; no faltaron bulerías ni sevillanas y hasta un grupo de bailarines ataviados, mitad a mitad, con trajes andaluces y típicos canarios bailando al son de melodías unidas de Sevilla y Gran Canaria. Fuera del escenario cientos de brazos femeninos levantados haciendo carantoñas con las manos al compás de la música, como cuando los altavoces lanzan al aire la canción "algo se muere en el alma, cuando un amigo se va..." magnífica para el baile y el taconeo.




Hay previstas actividades varias durante hoy y mañana no solamente por las noches. A las doce del mediodía muestra de destreza, o baile, de caballos será seguramente una buena diversión para pequeños y grandes. Si puedes no te lo pierdas, es una actividad lúdica en un marco muy adecuado.


Te deseo un buen día.

jueves, 10 de abril de 2008

A don Benito me lo han cambiado


Hola a todos. No te alarmes. A don Benito me lo han cambiado de sitio pero no se trata de que alguna isla cercana se lo haya llevado como cosa propia. No, se trata de un cambio local, de aquí, de andar por casa. Estuvo la estatua de Benito Pérez Galdós, obra de Victorio Macho, al final del antiguo Muelle de Las Palmas y yo la conocí ya bastante deteriorada por el salitre. Al perderse el muelle con las obras de relleno para la Avenida Marítima la escultura, -o mejor habría que decir una réplica de la original según creo-, fue trasladada a lo alto de la estación de guaguas junto al Parque de San Telmo donde, durante un tiempo, compartía espacio con el mercadillo instalado allí los domingos. No era el sitio más adecuado y ahora la han vuelto a trasladar al Guiniguada junto a teatro que lleva su nombre, traslado de lo más afortunado porque está ahora en un lugar vistoso con no demasiado tráfico de coches y sí mucho tránsito de personas.


Es don Benito quizás la persona más conocida a nivel internacional de todas las nacidas en Canarias. Su grandiosa obra como escritor le sitúa entre los narradores más famosos del siglo XIX. Bien es verdad que una vez afincado en Madrid no escribió sobre temas locales de la ciudad que le vio nacer pero ello no es óbice ni mucho menos para que Las Palmas le tenga en el lugar que le corresponde por su valía. Así además de esta estatua podemos contemplar otra, en la Plaza de la Feria, (ignoro su autor) con otro diseño totalmente distinto. A ésta se la llamó en su día 'la tortuga' porque se ve la cabeza y las manos de don Benito asomando de un volumen de hierro retorcido como si fuese un caparazón.



Tengo las obras completas de Pérez Galdós y llegué a leer algunas de sus novelas. Recuerdo haber leído Gloria y Doña Perfecta que son según leo 'panfleto anticlerical contra la intolerancia ideológica', y también Marianela y Miau. Gloria presenta el conflicto entre una chica católica y un joven judío que pese a su amor luchan cada uno por su religión a la que consideran ambos como única verdadera. El resto de su obra la conozco por alguna que otra película basada en sus libros y por la abundante cita de nombres de novelas y personajes que figuran en las calles de Schamann. En la calle Cano de Las Palmas, donde está la casa en que nació el autor de los Episodios Nacionales, se encuentra la Casa-Museo Pérez Galdós con actividades divulgativas y visita guiada que considero muy interesante.


Te deseo un buen día.

Discos dedicados

Ansiedad, de tenerte en mis brazos
Musitando... palabras de amor
Ansiedad, de tener tus encantos
Y en la boca, volverte a besar
.
Tal vez estés llorando mis pensamientos
Mis lágrimas son perlas que caen al mar
Y el eco adormecido, de este lamento
Hace que estés presente en mi soñar
.
Quizás estés llorando al recordarme
Y estreches mi retrato con frenesí
Y hasta tu oído llegue la melodía salvaje
del eco de la pena de estar sin ti.




Hola a todos. En algún momento apareció en casa un aparato de radio. Antes ni eso teníamos. La televisión llegaría mucho después y durante un tiempo la radio era la reina indiscutible de las ondas. Teníamos en la isla EAJ50 Radio Las Palmas y creo recordar que fue la única emisora durante unos años, con sus estudios instalados en uno de los edificios más altos de la calle de Triana. Posteriormente se instalaría Radio Atlántico que no recuerdo bien si era emisora del Movimiento, en la entonces calle General Franco, hoy avenida Primero de Mayo. Más tarde Radio ECCA inició su andadura con un ambicioso plan para alfabetizar a una parte importante de la población necesitada de estudios, emitiendo clases de enseñanza general básica y con un plantel de profesores-tutores que atendían al intercambio y a la corrección de los ejercicios. También teníamos Radio Club Tenerife y Radio Juventud de la isla hermana que se oían mucho más que las grancanarias en sitios como la Aldea por aquello de la cercanía.


Leo en la red y transcribo:


Los discos pequeños poseen un indudable componente nostálgico. Fueron los primeros referentes modernos de la generación nacida tras la Segunda Guerra Mundial.
...
Con la popularización del long play, los discos pequeños dejaron de ocupar el lugar central en las discotecas juveniles, hasta que desaparecieron a comienzos de los años 70.




Para mí que era al revés, que primero fueron los discos grandes como tapas de caldero y luego los pequeños. Debo estar equivocado al igual que no recuerdo bien aquello de 45 rpm y 90 rpm (revoluciones por minuto). Lo cierto es que durante una época la radio nos acompañó con el Parte Nacional, obligatorio parte hablado a las nueve de la noche con las noticias que el Régimen obligaba o permitía emitir, con la retrasmisión de los partidos de fútbol, con las radionovelas que mantenían en vilo a las amas de casa, con los Desfiles de Variedades desde el cine Avellaneda con Lea Zafrani o Félix de Granada y las poesías de Antonio Martín y otros artistas locales, y con la música folklórica de entonces y la canaria de siempre.


Uno de los espacios radiofónicos que más oyentes alcanzó fue el llamado Discos Dedicados. Lo emitía Radio Atlántico (y supongo que las demás emisoras también) en horas de la noche cuando la gente se preparaba para descansar. En este espacio se dedicaban discos por todo: por boda, por nacimiento, por la primera comunión, por el cumpleaños, por sacar el carnet de conducir, por aprobar un examen... Ocasiones había que tardaba más las dedicatorias que la canción dedicada. Las canciones eran variadas predominando las de los cantantes de moda que gozaban del favor del público. Supongo que Manolo Escobar con 'Mi carro me lo robaron', el Dúo Dinámico con 'Quisiera Ser' , Lola Flores y su 'Pena Penita Pena', los Beatles con el 'Sargento Pepper's', y Elvis con el Rock'n'Roll estarían en la lista de los favoritos; pero siempre que pienso en los discos dedicados me viene a la mente un cantante que fue un revulsivo por su peculiar forma de cantar en español, melosa y sugestiva, y por las letras de sus canciones. Me refiero a Nat King Cole una de cuyas melodías se dijo que se intentó suprimir de las emisiones. Era la titulada Ansiedad.



Otras canciones que podíamos escuchar a este cantante fueron:


Aquellos ojos verdes
¡Ay Cosita Linda, Mamá!
El Bodeguero
Perfidia
Quizás, quizás, quizás
Yo vendo unos ojos negros
Cachito Cachito, Cachito mio...



Te deseo un buen día.

miércoles, 9 de abril de 2008

Cantabria

Hola a todos. Declaro oficialmente abierta la quincena de Cantabria. Tenía yo dos compañeras de trabajo, hermanas y solteras de nacimiento, que acostumbraban hacer sus viajes en compañía de otras amigas allá donde podían. Me contaba Cinta, una de las hermanas, que los viajes para ellas duraban prácticamente todo el año porque, primero, se reunían cada dos por tres para charlar y empezar a recopilar información de los sitios a los que pensaban ir, visitando consulados o casas regionales, y mientras merendaban o tomaban un cafenito, y después del viaje, más meriendas y a pasarlo bien colocando en los álbumes fotografías, tickets de autobús o metro, facturas de restaurantes y otros recuerdos traídos de los sitios visitados.


Teniendo yo previsto el no mortificar a mis lectores durante la próxima semana, (a no ser que me encuentre un cibercafé a mano), por viaje a Santander, ya he empezado a imitar a mis queridas excompañeras. Claro que los tiempos nuevos llevan a nuevas costumbres y así lo que he hecho es entrar en la red a ver que me dice mi amiga wiki sobre Cantabria. Así me entero como curiosidad que es la única comunidad autónoma que cuenta con ríos que desembocan en los tres mares que bordean la Península Ibérica teniendo su nacimiento en el Pico Tres Mares, 2175 metros sobre el nivel del mar, en la zona de Campoo. Que tiene ocho ríos que desembocan en el Cantábrico que forman otras tantas cuencas hidrográficas por lo que supongo no voy a quedarme con las ganas de contemplar y estar en algunos, y ojalá vea el nacimiento de al menos uno de ellos, ¿el Ebro, tal vez?. También leo de la Cordillera Cantábrica y de los Picos de Europa. Y de sus fiestas entre la que está La Folía que se celebra el domingo siguiente a Semana Santa en San Vicente de la Barquera, procesión marítima que no tiene nada que ver al parecer con nuestro canto canario a pesar de la coincidencia en el nombre.



Foto tomada de la web del Parque de la Naturaleza de Cabárceno

En Cantabria Infinita veo fotografías de bonitas vistas de las que me esperan en el viaje, de mar y montaña, y leo que en su costa hay más de sesenta playas pudiendo estar cada día en una distinta durante dos meses sin repetir ninguna. Me habla de los Valles Pasiegos como de los sitios más hermosos de Cantabria donde se conserva tradición y cultura. Me habla de gastronomía y la boca se me hace agua pensando en las nécoras, bogavantes, almejas, cigalas y demás marisco de la zona ¡qué buena mariscada que me aguarda, Señor! No veo referencia al vino cántabro y pienso que no es zona de vides, extremo que trataré de averiguar. Y leo sobre el Parque de la Naturaleza de Cabárceno, antigua mina con 750 Has. de extensión, destinada a albergar fauna representativa de todos los continentes en régimen de semilibertad. Parque en el que tuve oportunidad de estar hace años con los Scouts y al que tenemos previsto ir ahora con la excursión de la Asociación Peña la Vieja.


Espero tus minutos de atención según vaya contándote mis impresiones.


Te deseo un buen día.

martes, 8 de abril de 2008

De la tángara a la petanca

Hola a todos. Estoy por creer que la petanca nació de la tángara. Estoy seguro que en aquellos lejanos tiempos de mi juventud algún turista galo venido a Canarias nos vio jugando y llevó a su tierra el germen del juego. Claro que como los franceses son muy suyos nuestro turista no sólo cambió el nombre de este nuevo deporte sino que hasta las lajas que nosotros lanzábamos las convirtió en bolas metálicas de más de medio kilo. Y por si fuera poco la piedra que poníamos de pie y que teníamos que derribar la sustituyeron por un pequeño boliche de madera que sirve de referencia para los lanzamientos.


Se contentan los jugadores actuales con ir sumando puntos, mientras que en la tángara se jugaba a las perras; ya ves que nosotros éramos más peseteros. El juego era sencillo y para gente habilidosa: se ponía de pie la piedra, algo así como una cuarta de largo, y encima cada jugador colocaba las perras gordas o las pesetas acordadas, (una perra gorda era diez céntimos de la peseta); se hacía, frente a la piedra y a distancia prudencial, una raya en el suelo y hacia aquí tiraba cada uno su teje para ver el orden de salida en el juego; y luego mirando a la piedra levantada y a las apetecibles monedas encima cada uno lanzaba. La piedra, tocada por las lajas, terminaba por caer y desparramaba a su alrededor las perras o pesetas que cada quien cogía según que estuviese más cerca del teje suyo que del de los demás.



En el parque Buenavista cada tarde de lunes a viernes se reune un buen número de aficionados y aficionadas a la petanca quienes pasan al aire libre alrededor de tres horas yendo y viniendo mientras afinan la puntería para acercar su bola al boliche, o para alejar la de un contrincante con un certero disparo. Es como un paseo continuado que se da en un recorrido de unos veinte metros que es, a ojo de buen cubero, la distancia del campo, mientras conversan los jugadores entre sí o con los amigos que apostados ven las jugadas. Debe ser un juego o deporte interesante por la afición que despierta habiendo Federación de jugadores de Petanca y competiciones varias.





La tángara es a la petanca lo que la lotería es al bingo. En las casas terreras de Schamann no era raro ver a grupos de mujeres con los cartones de lotería en el suelo marcando los números que alguien cantaba. Era una lotería de andar por casa sin grandes pretensiones ni locales acondicionados para ella. No sé si se jugaba o no a las perras pero las posibles pérdidas si las habían no eran motivo de desesperación, y para las ganancias las buenas gentes contaban más bien con los sorteos de los ciegos y los cupones de las carreras de galgos. Recuerdo eso sí que en la ladera de Schamann, por donde subía y bajaba la guagua, medio escondidos entre los matos se reunían hombres y mujeres a jugar a la lotería, posiblemente con dinero por medio.



Te deseo un buen día.

domingo, 6 de abril de 2008

Pozo Izquierdo




Hola a todos. No había estado antes de ahora en Pozo Izquierdo y me lo imaginaba como un sitio totalmente inhóspito, dejado de la mano de Dios y del hombre, con fuertes vientos rompiendo sobre la playa, y los callaos subiendo y bajando llevados por la fuerza del oleaje, mientras hombres esforzados luchan con sus tablas en lo alto de enfurecidas olas. Bueno, no es que el sitio sea precisamente un vergel porque flores y plantas no abundan y sí hay algunas casas que indican la presencia estable del hombre, un edificio que es el Centro Internacional de Windsurfing con restaurante y piscina, y un local anexo, inaugurado en el día de hoy con la excursión de nuestro Club de Mayores el Refugio, bien acondicionado para todo tipo de celebraciones. También cuenta el lugar con un espacioso aparcamiento y un pequeño paseo que delimita la playa.

Vinimos aquí a almorzar y al baile después de haber estado en el puerto de Mogán y tras un pequeño descanso en Meloneras. En Mogán me he dado el primer baño de la temporada, con un agua limpia y transparente, y fría a rabiar, en la playa que yo recordaba de piedra pero que luce ahora una bonita capa de arena amarilla. Algunos niños también se bañan pero ya se sabe que ellos casi nunca tienen frío. El tiempo que había amanecido soleado en Las Palmas está por aquí con el sol que quiere y no quiere salir lo que resulta de lo más oportuno porque ya se sabe que con el solajero del Sur no hay quien pasee con comodidad. Y eso es lo que hicimos en las casi dos horas de asueto, baño incluido; estuvimos dando vueltas por entre los apartamentos bien acondicionados y con flores mientras veíamos el movimiento de los barcos de recreo y aquellos otros yates atracados en el puerto y tomábamos alguna que otra fotografía. En Meloneras estuvimos menos tiempo que fue aprovechado igualmente para obtener fotos o bien para dar un pequeño paseo por la zona de los hoteles.

Pero la verdadera diversión vino en Pozo Izquierdo. Ya en la guagua nos advirtieron de una sorpresa y tuvimos dos, bien que distintas. Una, la presencia de Gloria, joven que en tantas excursiones nos ha servido de cicerone además de amable compañera y que hoy no quiso perderse esta salida. Otra, el concurso de una ¿o uno? sorprendente folklórica que ataviada primorosamente primero con traje negro con lentejuelas y luego con otro entallado de color rosa con ribetes encarnados nos deleitó con su arte del cante y baile al mejor estilo de la más aclamada tonadillera, siendo su vocabulario, procaz y atrevido, acorde con su desenfadada actuación. Actuación aclamada, coreada y aplaudida por sus incondicionales fans ganados desde el primer momento.



No podía faltar tampoco, claro está, la participación de los componentes del grupo: la pareja formada por Solance y Francoise, con corazón compartido entre Francia y España, dieron muestra de su saber estar en la pista bailando con el mejor estilo el pasodoble 'Paquito el Chocolatero' tocado por Marcos, nuestro joven amigo y músico de tantas tardes de baile. Sin faltar tampoco la voz de señoras en el escenario y de un caballero que se arrancó con ésta y otras isas:


"el mirlo canta en el monte,
el capirote en la higuera,
el jilguero en los trigales
y el canario donde quiera."


Espero volver a Pozo Izquierdo quizá en la celebración de un concurso internacional de Windsurfing para ver las tablas volar sobre las olas, ya que hoy sólo dos aficionados hacían piruetas en un mar casi en calma aunque con buen viento. O quizá para saborear nuevamente el vino con denominación de origen La Mancha "Lagar Alto", tempranillo año 2006, producido y embotellado en Toledo, o bien para estar en el restaurante "El Calabrote" al que hay que desearle suerte, o quizá para volver a estar junto a estos grandes molinos generadores de energía eólica que están en la zona y que tal vez Don Quijote si por aquí viniera confundiera con gigantes en tierras canarias.

Te deseo un buen día.






sábado, 5 de abril de 2008

Iglesia Matriz de San Agustín

Hola a todos. Leo que el 7 de julio de 1404 se creó la Diócesis de Canarias y que el primer libro de bautismo de la Parroquia del Sagrario Matriz lleva fecha del 26 de noviembre de 1498, siendo este Libro de Bautismo el más antiguo de toda España. También me dice la hojita informativa que en el año 1524 el Ayuntamiento mandó construir una ermita dedicada al Cristo de la Vera Cruz, Patrono de Las Palmas de Gran Canaria, y que sobre las ruinas de ésta se colocó solemnemente la primera piedra de la actual Iglesia Matriz de San Agustín el 6 de junio de 1786, llamándosele Matriz por ser la primera parroquia de esta Diócesis y la madre de todas las que posteriormente se fueron creando.







Entré en la Iglesia de San Agustín y Santuario de Santa Rita en la noche del Jueves Santo y me sorprendió la majestuosidad del retablo del altar mayor y por unos momentos quedé pensando que algo nuevo había en él que me llamaba la atención. Pasaron los días y en una posterior visita me entero que tal retablo fue colocado en marzo de 2005 (hace sólo tres años) y que se debe al escultor grancanario Luis Arencibia Betancort. Fundido en bronce ocupa casi toda la superficie de la pared principal de la iglesia teniendo a izquierda y derecha las estatuas de San Agustín y Santa Mónica. El retablo, algo cargado a mi juicio, presenta en su centro a Jesús en la Cruz, la mesa con el Cordero Pascual y al Espíritu Santo derramando la Gracia sobre Apóstoles y fieles. Además en el retablo podemos ver, aparte de las escenas pastorales, las fachadas de la Catedral de Las Palmas y de la propia Iglesia de San Agustín y además motivos canarios como el bardino, las palmeras, plataneras y el mar con botes de vela latina, significando con ello el lugar, cerca de la marea, y circunstancias, en que fue edificada.




La iglesia, lugar de culto, es acogedora al no ser excesivamente grande prestándose a la oración, contando además con la capilla del Santísimo, donde está la estatua del Cristo de la Vera Cruz, para un mayor recogimiento. Esta imagen al igual que otras que se veneran en esta iglesia -no todas- se deben al imaginero grancanario José Luján Pérez y datan de los siglos XVIII y XIX. La imagen de la Virgen de los Dolores es de autor desconocido y procede de Génova, siendo esta estatua junto con la de San Juan y la del Cristo de la Vera Cruz sacadas en procesión el día de Viernes Santo. Resulta también agradable el retablo con la Fuente Bautismal situada en el lateral de la iglesia obra del mismo autor que el retablo del altar mayor; en esta nueva Fuente se celebró por primera vez el bautismo en la misa dominical del día 4 de noviembre de 2006. El artesonado del techo simulando vigas de madera también está muy bien conseguido. Puede verse, con todos estos datos y fechas, quizás demasiados, como la historia de nuestra ciudad se va haciendo poquito a poco escribiendo cada generación una nueva página para los que van viniendo detrás nuestro.



Es esta iglesia Matriz de gran devoción por parte de muchos fieles que acuden a rezar ante la imagen de Santa Rita de Casia, especialmente los lunes, y es merecedora de una visita por parte de cualquiera bien por sentimiento religioso o porque es un símbolo más de nosotros mismos.




Te deseo un buen día.

viernes, 4 de abril de 2008

El pueblo que éramos



Hola a todos. Viendo la fotografía de mi amigo en lo alto de San Lorenzo aquí cerquita de la ciudad, rodeado de ovejas, me vienen otras imágenes no recogidas por mi cámara en aquel entonces. Las Palmas no siempre ha tenido el endemoniado número de vehículos a motor que hoy cubren sus calles dejándonos la sensación amarga de estar atrapados por estos horribles carromatos, ni tampoco tuvo siempre el negro asfalto cubriendo las calzadas ni el implacable hormigón comiendo cualquier atisbo de hierba. Pudiera decirse que Las Palmas tuvo su época pueblerina en el que animales y plantas vivían en comunión con aquellos que nos llamamos seres racionales. Y así cerrando los ojos puedo ver en horas de la tarde a un pequeño rebaño de cabras con sus ubres bamboleantes y el sonido de sus cencerros pasar por delante de casa, y al cabrero ofreciendo a los vecinos la rica leche; igualmente me es posible ver una hermosa vaca, majestuosa en su paso, de ojos serenos y casi tristes, ir detrás del hombre que la lleva ofertando su medida de espumeante leche preparada ya para tomarla, ¡qué gustazo!, con gofio.

Una buena taza de leche aún calentita por estar recién ordeñada, con una cucharada de maiz tostado y molido, -nuestro entrañable gofio que tantas ganas de comer llegó a paliar-, merecería un canto único del pueblo canario recordando lo que los sentidos percibían: el gusto y el tacto al paladear la tibieza de la leche, el olfato que por encima del tufo de los animales no quedaba indiferente ante el olor que subía hasta nuestras narices y la visión del color blanco de la espuma mezclado al amarillo del gofio.




Había en Las Palmas algunas vaquerías diseminadas por los barrios como la que según me cuentan estaba en la calle Tauro en La Isleta. También sé de otra allá camino al Sur por Hoya de la Plata propiedad de Papá Juan, padre de mi cuñado Pepe, en la que había un toro para la labranza y dos vacas productoras de rica leche que mi cuñado iba casi todos los días a recoger con una lechera. Recuerdo que en el barrio de San Antonio, en las primeras casas según se baja desde Schamann, había en la esquina un solar cubierto o un almacén grande en donde una cantidad de cabras y un macho cabrío se podían ver desde la calle sin asfaltar. El olor peculiar de estos animales no me hacía mella acostumbrado como estaba a él y lo que si constituía motivo de risas y algún comentario malintencionado era el hecho de tener que llevar 'la cabra al macho' aquellos que tenían algun animal en el patio de su casa.


Quizá pensaba en estas cabras pueblerinas nuestro querido Néstor cuando compuso su canción cantada por la genial Mary Sánchez:


Cabras locas, cabras locas
y el cabrero que las guarde,
que si yo fuera cabrero
cabras locas no guardare.

.../...

Yo compré una cabra rucia
me salió cascabelera
mal rayo parta a la cabra
y a quien acá la trajiera.


Hoy cuando en el supermercado cogemos las botellas de plástico o los tetrabric con la leche uperizada, semidesnatada o desnatada y -diría yo desnaturalizada- no estaría de más echar una vista atrás a otra época quizá menos higiénica y más pobre que la actual pero con mejores recuerdos, sin olvidarnos del hecho comprobado y cierto de que ninguna mujer se escapó entonces de que la leche, al hervirla, se le derramara siempre por fuera del caldero.
P.S. Fotos de la Fedac

Te deseo un buen día.