miércoles, 30 de marzo de 2011

La Cueva, en mayúscula

Hola a todos.
En Nerja nos esperaba el barco de Chanquete. Recordarán ustedes la serie Verano Azul que emitió TVE en los primeros años ochenta, serie entretenida de sobremesa de domingo con la que seguíamos las peripecias de unos niños y jóvenes unidos en el verano por las vacaciones. Y recordarán ustedes al viejo marino, que era, para ellos, con sus historias y consejos, lo más de la aventura. La serie se rodó en Nerja y aquí, en una plaza pequeña cercana al mar, se encuentra una reproducción del barco que era la mansión del navegante. Nos fotografiamos junto a "La Dorada", el viejo navío, como si nosotros fuésemos el Piraña o Bea, Pancho, Javi o Tito, Quique o Desi y quisiéramos volver a cantar "del barco de Chanquete, no nos moverán..."


Y para la tarde, la Cueva. Con mayúscula. Porque para la Cueva de Nerja cualquier adjetivo, por muy superlativo que sea, queda corto para dar idea de su grandiosidad. Impresionante y monumental, esconde misterios de la Naturaleza guardados durante millones de años hasta que unos chavales la descubrieron. Y hoy podemos gozar de ella entre estalagmitas y estalactitas que se buscan y en ocasiones se encuentran formando columnas preciosas que luego el hombre copia en sus catedrales.

No esperaba tal majestuosidad. Comencé a bajar los primeros escalones esperando encontrar una cueva en la que tuviéramos que andar agachados, a cuatro patas por algunos sitios. Nada más lejos de la verdad. Es alta, inmensa. Como una catedral. Como la catedral de Málaga que había visto por la mañana, pensé. Y en sus paredes, decoradas por la acción del tiempo, podemos ver con algo de imaginación, figuras de fantasmas o de animales o de lo que a cada cual le venga de repente a la cabeza.

A la entrada, una escultura recuerda a los cinco muchachos que la descubrieron: Francisco, Miguel, Manuel, José Luis y José. Pienso que en la placa que les dedicaron debe figurar también los nombres de aquellos adultos, familiares, amigos, médico y maestro, que creyeron en su descubrimiento.

Te deseo un buen día.

sábado, 26 de marzo de 2011

Visita breve

Hola a todos.
De Granada a Málaga nos acompañó a ratos la lluvia . Fue una lluvia fina que al mojar los cristales de la guagua daba a los campos una realidad distinta, fantasmagorica. Veía pasar trozos de terrenos verdes, grandes como enormes campos de golf para gigantes, con algún árbol medio borroso y alguna casa tan solo entrevista. De vez en cuando un rebaño de ovejas quedaba atrás velozmente.


Ya en la capital malagueña nos dejaron junto a la catedral y la lluvia serena y suave seguía obligándonos a usar los paraguas. Deambulamos por las calles adyacentes estrechas y llenas de bazares con recuerdos de la ciudad y algunos bares y una taberna que abrían sus puertas. Más allá en una plaza cuyo nombre desconozco encontramos un precioso pedestal que a lo mejor era una fuente, bastante alto y con tres tazas o pisos, decorado con motivos mitológicos. A partir de la plaza una ancha calle comercial nos invitó al paseo.

Pensaba yo que la catedral de Santa Ana en mi ciudad, Las Palmas, -a la que falta construir la capilla del Sagrario- era la única sin acabar de toda España. Me dicen que a la de Málaga le falta la segunda torre que no han podido hacer porque nunca se tiene el dinero necesario. Aun así me ha parecido elegante, preciosa y grande por fuera y muy bonita y muy grande en su interior.


La visita a la catedral fue breve pues el tiempo en estas excursiones es corto. Lástima. Estaban las naves envueltas en una semi oscuridad y resplandecían las vidrieras de la bóveda. En las capillas las imágenes sagradas nos miraban con sus ojos de santos absortos en la eternidad.

Te deseo un buen día.

miércoles, 23 de marzo de 2011

Y al buen vino no eches agua

Hola a todos.

Los intrépidos viajeros que nos aventuramos en grupo -grupo de pensionistas con pensiones congeladas como nosotros- adolecemos de una grave carencia de vitaminas. Las vitaminas, en mi opinión, debieran sernos recetadas con cargo a la seguridad social y suministradas en cada sitio a donde vamos a través de la gastronomía popular. Ocurre que somos alimentados en forma conveniente sin motivos de queja pero, siempre hay un pero, echamos a faltar sabrosos platos y rica repostería de los sitios visitados. Tal es así que pensamos hacer, mi mujer y yo, cuando las circunstancias nos lo permitan, un tour gastronómico por esos mundos de Dios, bonitos y agradables mundos de la España peninsular.

Mientras llega ese momento, y para ir abriendo boca, acostumbramos a pedir por donde quiera que pasamos unos vasos de vino con algunas tapas o media ración de, pongamos por caso, jamón ibérico, chorizo o butifarra, chistorra o queso curado, con la petición expresa de que sean de la tierra en la que estamos. Los buenos restauradores que encontramos al paso acostumbran a satisfacer nuestros deseos y casi siempre atinan. Y así nos ocurrió, no podía ser menos, en el reciente viaje a Andalucía.

Ya dejé constancia del exquisito vino de Jaén, juntito a la catedral, pero no dije que junto al vino nos sirvieron una tapa de pan con aceite y un cachito de chorizo y no sé que más (que junto al jamón serrano, en otro plano) nos dejaron compuestos para el día. ¡Qué rico, Señor, qué rico!

Y hoy he de contarles otras dos ocasiones de impacto.

Junto a la Mezquita en Córdoba hay unas calles estrechas por donde la Judería. Pues bien, en una pequeña plaza, frente al museo arqueológico creo que era, un amable cordobés nos sirvió unos vinos blancos de Montilla con un plato de queso de oveja bien curado que por si solos mantienen en pie las columnas de la Mezquita. Muy bien hecho. Se lo agradecimos y quedamos en volver algún día.

Y en otro lugar, esta vez a la salida de la cueva de Néjar, el vino tinto no necesitaba acompañamiento. Tanto nos gustó que le hice una foto para el recuerdo. Aquí la tienen. Juzguen ustedes mismos.

Te deseo un buen día.

lunes, 21 de marzo de 2011

Olor especial

Hola a todos.
El estribillo de la canción -canción de los Del Río- dice así:

Sevilla tiene un color especial, Sevilla sigue teniendo,
su duende.
Me sigue oliendo a azahar, me gusta estar con su gente.



He estado en Sevilla tan poquito tiempo que no puedo aseverar que lo que dice el estribillo, del color especial de esta ciudad hermosa, sea cierto. Aunque sí puedo dar fe de que la puesta de sol más allá del Guadalquivir y a la derecha de la Torre del Oro, cambiante el cielo cada poco segundos, me llegó al alma. Acabábamos de terminar el paseo en tartana recorriendo los viejos lugares a los que llevan a los turistas y aun retumbaban en nuestros oídos los cascos del caballo y el roce de las ruedas sobre la calzada.

Edificios y esculturas, parques y árboles, habíamos dejado atrás. Carlos, nuestro joven amigo, flipaba con el paseo. Reía con gusto y saludaba a unos y a otros y todos correspondían a su jovial saludo. Pasamos junto a la Torre del Oro y el monumento a Simón Bolívar y a tantos palacetes de la Expo de 1922; entramos, creo, en el Parque María Luisa, y estoy seguro en la Plaza de España. (Aquí fue tomada la foto con la tartana). Volvimos al punto de partida junto a La Giralda y a los Reales Alcazares, y por el camino el duende de Sevilla nos cautivó, muy posiblemente por el olor a azahar de tantos naranjeros plantados en sus calles en los cuales estaban punteando ya las florecillas blancas al calor de la incipiente primavera.

P.S. Para Francisco Espada, sevillano, un abrazo.

Te deseo un buen día.

jueves, 17 de marzo de 2011

El patio

Hola a todo.
En el Patio de los Leones no estaban los leones, ni la fuente. Si bien lo sabía (aunque no me acordaba) me llevé una gran desilusión pues esperaba ver en verdad la hermosa estampa querida desde siempre: la taza preciosa descansando en la docena de leones
que lanzan el agua por sus bocas en un círculo perfecto. Tenían a los leones en una sala contigua en una labor de restauración que por lo que vimos está casi acabada. Tienen ahora un color blanco, casi inmaculado, tras un proceso para quitarles la pátina del tiempo, y en la sala, unos paneles dan cuenta del trabajo minucioso para conseguirlo.

Según ascendíamos hacia La Alhambra la arboleda a ambos lados de la carretera ya nos anunciaba la belleza del lugar. Luego pudimos ver que el conjunto arquitectónico está en medio de un vergel con árboles, jardines, setos y fuentes. Subimos hasta el Generalife y desde aquí comprobamos que la vista es genial. Claro que no sabemos en donde está cada cosa y nos dejamos arrastrar por entre un torrente de personas siempre asistidos por nuestra guía. Nos dicen que allí está la Alcazaba y más allá, o más acá, los Palacios Nazaríes.

Pasamos ante el Palacio de Carlos V hacia los Palacios Nazaríes a los que hay que llegar a la hora prefijada. Y recorremos éstos con mirada de asombro. Pienso en cómo serían con alfombras y muebles y cuanto esplendor no tendría con bellas mujeres recorriendo sus salones. Me asomo a los pequeños patios
recónditos que cobijan alguna fuente y me hago a la idea de oír por entre las ventanas y paredes el canto de pájaros de lindos colores. ¿Pájaros canarios, quizás?

Me dicen que las hendiduras de los arabescos de las paredes estaban cubiertas de oro. Es posible, ¿por qué no? El arte árabe es refinado como muestran los techos de madera y los muros llenos de decoración caligráfica. Y en esta decoración puede leerse varios poemas, uno de ellos dedicado a la taza de los leones, según leo en internet:


«Bendito sea Aquél que otorgó al iman Mohamed
las bellas ideas para engalanar sus mansiones.
Pues, ¿acaso no hay en este jardín maravillas
que Dios ha hecho incomparables en su hermosura,
y una escultura de perlas de transparente claridad,
cuyos bordes se decoran con orla de aljófar?
Plata fundida corre entre las perlas,
a las que semeja belleza alba y pura.
En apariencia, agua y mármol parecen confundirse,
sin que sepamos cuál de ambos se desliza.
¿No ves cómo el agua se derrama en la taza,
pero sus caños la esconden enseguida?
Es un amante cuyos párpados rebosan de lágrimas,
lágrimas que esconde por miedo a un delator.
¿No es, en realidad, cual blanca nube
que vierte en los leones sus acequias
y parece la mano del califa, que, de mañana,
prodiga a los leones de la guerra sus favores?
Quien contempla los leones en actitud amenazante,
(sabe que) sólo el respeto (al Emir) contiene su enojo.
¡Oh descendiente de los Ansares, y no por línea indirecta,
herencia de nobleza, que a los fatuos desestima:
Que la paz de Dios sea contigo y pervivas incólume
renovando tus festines y afligiendo a tus enemigos!»

Te deseo un buen día.

martes, 15 de marzo de 2011

Grande, muy grande

Hola a todos.
Andalucía es grande, inmensa. Fue mi primera impresión cuando viajaba en la guagua que nos conducía desde el aeropuerto de Sevilla hacia Granada. Es enorme. Y no es que la compare con la superficie limitada de mi isla redonda en la que siempre estamos a un tiro del mar. Que lo es. Es que Andalucía es tan grande que en ella caben millones de olivos dispuestos en lineas como infantes preparados para ganar siempre la batalla por la excelencia del mejor aceite.


Al igual que están alineadas a la perfección las columnas levantadas por el hombre musulmán para honra de Alá en la Mezquita de Córdoba, rematada ésta, siglos después, (algunos creen que innecesariamente) por la catedral católica construida en su interior para alabanza de Cristo.
Y es grande porque contiene a las Alpujarras con barrancos majestuosos surcados por riachuelos y realzados por pueblos blancos como el de Lanjarón, a mitad de camino de la carretera llena de curvas, y por los de Pampaneira y Poqueira en la ruta del Mulhacén a poquitos metros de las cumbres nevadas. Como nevada estaba la Sierra que lleva este nombre y que podíamos ver y sentir desde Granada con el blanco manto como dama soberana de la región.

Y grande e inmensa es la Cueva de Nerja monumento de la Naturaleza escondida hasta hace poco más de medio siglo recelosa de que ojos humanos pudiera ver sus tesoros de estalagmitas y estalactitas. Y la Alhambra preciosa e inconmesurable, y las catedrales todas, como la de Málaga y la de Sevilla, con tesoros artísticos difíciles de ver en una sola visita.

Y, ¡Señor! ¡Señor! la Giralda y la Torre del Oro y las mansiones de la exposición universal de 1929 y la Plaza de España y el Parque de María Luisa que pudimos disfrutar en un paseo en tartana llevada por brioso caballo.

Y las playas de Cádiz y sus carnavales con sus chirigotas y sus pescaítos. Y los vinos de la región, como el de Jaén que tomamos en una terraza en una de sus calles empinadas junto a la catedral después de haber visitado los baños árabes.

Y la luminosidad de la iglesia de la Virgen del Rocío en Almonte junto a esta parte del Parque Nacional de Doñana en Huelva, vista a la caída de la tarde tratando de imaginar la grandiosidad de la presencia de un millón de fieles queriendo ver a la Virgen Blanca en su fiesta de mayo.

Inmensa y grande. Así es Andalucía. Espero volver a verla, sin olvidarme esta vez ¡ojalá! de Almería, tierra de invernaderos y de frutas y hortalizas sin par.

Te deseo un buen día.

viernes, 4 de marzo de 2011

Las siete maravillas (o al menos tres)

Hola a todos.
Hace unos años alguien tuvo la feliz idea de recabar votos, a través de internet creo, para elegir entre todos las siete maravillas del mundo actual dado que ya no queda apenas nada de las siete maravillas del mundo helenistico. Eran éstos el Faro de Alejandría, los Jardines colgantes de Babilonia, el Templo de Artemisa en Efeso, la Estatua de Zeus en Olimpia, el Coloso de Rodas, el Mausoleo de Halicarnaso, y la gran Pirámide de Guiza que es la única que permanece en pie.

Después de un período de votaciones para seleccionar a las actuales se llegó a un número de 77 semifinalistas y al final ganaron la Gran Muralla China, el Taj Mahal de India, el Coliseo de Roma, la Estatua de Cristo Redentor de Brasil, el Machu Pichu en Perú, el Chichén Itza en Yucatán, México, y la puerta de Petra en Jordania. Siete maravillas del mundo moderno.

Los españoles podemos considerar nuestro orgullo patrio a salvo y en buen lugar. En la lista de las 77 semifinalistas están incluidas ocho obras maravillosas que tienen su asiento en nuestro suelo patrio. Figuran el Acueducto de Segovia, el Templo de Sagrada Familia en Barcelona, el Palacio Real de Madrid, Santiago de Compostela, el Museo Guggenheim en Bilbao... y están, como no podía ser de otra forma, tres maravillas que tienen su sede en Andalucía, a saber: La Giralda de Sevilla, la Mezquita de Córdoba y la Alhambra de Granada.

Y, por esas cosas de los viajes colectivos, voy a poder ver, por fin, aunque sea de raspafilón, las tres obras maestras de Andalucía, de los árabes y de la Humanidad. Espero poder subir a los más alto de la Giralda (con permiso de mi corazón pachucho), entrar en la Mezquita y admirarla, y soñar dentro del mundo mágico de la Alhambra.

Ya te contaré. Te deseo mientras, que tengas un buen día.

jueves, 3 de marzo de 2011

Divieso

Hola a todos.
Al pellizcar un divieso sale la pus. Por suerte, hoy en día los diviesos no son lo que eran; hoy son pequeños, insignificantes y van con un poco de loción para después del afeitado. En mis tiempos de niño un divieso podía crecer y crecer por falta de antibióticos, supongo, y le podía salir a cualquiera en cualquier sitio. Yo tengo una cicatriz enorme en un muslo que me recuerda aquellos tiempos, y mi hermano Jesús, que era sordomudo y era proclive a ellos, tuvo que padecer muchos desagradables y dolorosos forúnculos en su corta vida.

Yo he tenido que padecer estos días un divieso del que ha salido pus desagradable. Al preguntarme quienes fueron los generales fieles a la República he recibido como comentario un artículo publicado en Le Monde el 20/07/71 y firmado por Antonio Alonso Baño ministro de la República española en el exilio, según consta en el propio artículo, en el que asegura que Las primeras víctimas del alzamiento de 1936 fueron los jefes del Ejército. La pus se me desparrama en la pantalla del ordenador en forma de datos tristes que desconocía y que me dan una idea de lo trágica que fue desde un principio nuestra guerra civil.

Seguramente no debí hurgar en la herida aunque sé que tengo derecho a la información como cualquiera. Por tu derecho a ello, y por si te interesa leer el artículo de Le Monde, más tarde reproducido en El País, aquí te dejo el enlace: http://www.foroporlamemoria.info/documentos/lemonde_20071971.htm

Que la pus te sea leve y que pases un buen día.

martes, 1 de marzo de 2011

¿Quiénes fueron?

Hola a todos.
Dirán ustedes, y razón tienen, que a santo de qué me meto a revolver el pasado y se preguntarán que mosca me habrá picado al igual que me lo pregunto yo. Fue seguramente el aniversario del 23-F, junto al follón que tienen armado en Libia, lo que llevó mis pensamientos por estos derroteros: ¿quiénes fueron los generales que en nuestra Guerra Civil permanecieron leales al orden constituido?

Resulta que cuando joven tenía yo en mi ciudad unas cuantas calles con nombres de generales: Franco, Mola, Sanjurjo, Balmes, Goded y algún otro. No me interesé en absoluto en saber de ellos y lo único que sabía era que Franco era el Jefe del Estado y Generalísimo de los Ejércitos. Hoy sé además que Sanjurjo murió en accidente de aviación justo al comenzar el Alzamiento y que Balmes era el comandante militar de Las Palmas cuya muerte por accidente el 17 de julio del 36 motivó que Franco se trasladara desde Tenerife a Gran Canaria para su sepelio. Y sabido es que Franco desde aquí se trasladó a Tetuán en el Dragon Rapide y luego se puso al frente del levantamiento.

Pero en mi ciudad no había recordatorio alguno sobre los que comandaban las tropas leales a la República. Consulto en mi enciclopedia (18 tomos, año 1987) buscando información y en el capítulo España no me da razón de ellos. Sí nombra a los generales Franco, Mola y Queipo de Llano y así me entero que éstos eran quienes dirigían la sublevación.

Me voy a Wikipedia y busco guerra civil y lo que encuentro es un listado comparativo de comandantes de ambos bandos. Por parte nacional figuran ocho comandantes y por el lado gubernativo nueve. Pero de estos nueve solamente tres eran militares de carrera -José Miaja Menant, Juan Hernández Saravia y Vicente Rojo Lluch- y hasta podríamos añadir un cuarto (cabo del cuerpo Regulares de Marruecos que llegó a ser jefe del 5º Regimiento en 1936). Los demás eran políticos (incluye la lista a Largo Caballero y Juan Negrín), y sindicalistas. También figura Buenaventura Durruti, anarquista, que fue el único en morir durante la guerra civil herido en el pecho por una bala de extraña procedencia.

En fin, gentes que comandaron una guerra que ojalá no hubiera ocurrido nunca. Personas de las que yo, perdonen mi ignorancia, tenía tan pocos conocimientos.

Te deseo un buen día.