miércoles, 26 de septiembre de 2012

El "Canarias"

El Excmo. Ayuntamiento de Las Palmas
al Crucero Canarias
en memoria permanente y agradecida
por el símbolo glorioso de su nombre.
Las Palmas de Gran Canaria Julio de 1975

Hola a todos.
Para contrarrestar el calor de estos días estoy leyendo un libro la mar de interesante. Y digo la mar, porque el personaje principal del libro es un hijo de la mar y en la mar estuvo toda su vida. Lleva por título Historia y estela del Crucero Canarias, lo que no es poco, y un subtítulo que añade interés a su lectura: "Rememoración gráfica y literaria del buque de guerra español más representativo del siglo XX". Ahí es nada.

Nació el "Canarias" para marino y para guerrero. Su construcción comenzó en la primavera de 1928 y para el segundo semestre de 1936 estaba prevista su entrada en servicio. El inicio de la guerra fratricida, nuestra Guerra Civil, provocó que se procediera a hacer esfuerzos extraordinarios para ponerlo a punto. Y en septiembre, a los pocos meses del estallido del levantamiento militar, los 'nacionales' habían podido poner a punto el "Canarias" para que entrara en combate. Que fueran los 'nacionales' y no los 'republicanos' quienes se hicieran con este crucero y con su gemelo el "Baleares" se debió a que El Ferrol, en cuyas factorías navales se construyeron, había caído en manos de los primeros.

Pues bien, el "Canarias" entró en guerra cuando aún no le habían salido los dientes, o sea cuando aún tenía muchas carencias en personal y en la artillería. El "Canarias" y el "Almirante Cervera" iban por fin a "hacer la guerra". La primera víctima de nuestro crucero fue el "Almirante Ferrándiz" en aguas del Estrecho. Y después de ésta fueron otras muchas las víctimas en tonelajes y en hombres...

Dice el autor del libro, José Mª Barceló-Fortuny, que a estas alturas de la Historia, ha pasado ya bastante tiempo como para poder hablar de los hechos de guerra (y de las atrocidades digo yo) que tuvieron lugar por parte de unos y de otros. Así que no podemos escandalizarnos al saber que el "Canarias" no solo peleó contra otros buques de guerra sino que bombardeó, de forma implacable y certera, contra poblaciones y puertos del Mediterráneo desde Andalucía hasta Cataluña: Málaga, Alicante (depósitos de CAMPSA), la factoría Elizande en Barcelona, Cullera, Palamós, San Feliú de Guixols, El Grao y los altos hornos de Sagunto... supieron de sus andanadas.

Localicé el libro para su lectura después de ver en el Arsenal de Canarias, en Las Palmas, un cañón (posiblemente fueran los dos) que para el recuerdo tienen allí del Crucero. Y leer la leyenda grabada en piedra que está colocada al pie del cañón de una sola boca, que encabeza esta entrada.

Por el libro me enteré de las andanzas de nuestro buque finalizada la fratricida guerra. Como caballero andante estuvo en cuanto sitio fue necesaria su presencia siendo durante mucho tiempo el barco insignia de la Flota Española, hasta que otro barco más moderno, el Dédalos, le arrebató tal honroso cometido. Estuvo en muchos sitios y no pudo faltar a su cita con el archipiélago cuyo nombre ostentaba. Y en Gibralta y en Villa Cisneros y en Guinea diciendo "aquí estoy yo" como si del primo Zumosol se tratara. Después de esto, y de participar en maniobras y batallas navales, el fin. Leemos:

"Cuando en 1973 se hizo pública a través de los medios de comunicación la decisión del Estado Mayor de la Armada de dar de baja al "Canarias", se inició de hecho toda una "guerra". Sería no la guerra del "Canarias", sino la guerra por el "Canarias".

En diciembre de 1974, el comandante general de la Flota iba a arriar su insignia en el "Canarias" para pasar a izarla al "Dédalos". En julio de 1975 una Orden ministerial fijaba el día 30 de noviembre de aquel año para la baja del "Canarias" en la Lista Oficial de Buques de la Armada. Y en tal mes y año moría el General Franco. Luego vendría el desguace.



El "Baleares" tuvo menos suerte. "Tomó aguas" unos meses más tarde que su gemelo el "Canarias" y fue hundido en la madrugada del 6 de marzo de 1938 en el llamado "combate de Cabo de Palos".

Te deseo un buen día.    


miércoles, 19 de septiembre de 2012

¡Ánimo, bichillo!

Hola a todos.
Ayer amaneció con calor. A primera hora no se sabía si iba a ser un día despejado o uno de esos días nublados en que cada hijo de vecino suda la gota boba y gorda. Pasadas unas pocas horas teníamos la respuesta pues el sol lucía en el cielo como el gran señor que es, enviándonos sus rayos implacables, de esos que rajan las piedras. No estaba el día para nada importante. Salvo que consideremos importante  -que lo es- el ir a la playa a tumbarse bajo una palmera y tomar un refresco de frutas tropicales.

Por ello me dio grima tener que ir a la Universidad para formalizar la matrícula. Habían pasado como un volador los días estivales de vacaciones, con tan solo una clases agradables en el recuerdo. Y casi sin darnos cuenta, como de improviso (como de tapadillo) ya se acercan otra vez, a paso de gigante, los días lectivos. He de reconocer que me cogen flojo. Con esa flojera intelectual de tan solo mirar y remirar la pantalla del ordenador buscando los e-mails interesantes, los comentarios en facebook ingeniosos y divertidos, las noticias que cansan y terminan por dar sarpullidos sobre políticos y mercados, y las siempre bienvenidas entradas en los blogs de los colegas-blogueros amigos.

Me van a coger flojo las clases, repito. Influye en ello -según mi teoría- el hecho de que he tenido que buscar un cinturón más largo para que dentro de su diámetro queda mi barriga. Cosas de las frutas de verano, supongo. Y de algunas que otras 'birras' de cerveza Tropical. Fui por todo ello a hacer la matrícula con paso cansino. Subía andando la larga calle que nos lleva a las oficinas administrativas de la ULPGC y el diablo me llevaba consigo.

Gracias sean dadas a los hados pues en el vestíbulo de las oficinas encontré el antídoto para la estúpida enfermedad de mi espíritu. En ella me encontré -benditos sean- compañeras y compañeros de fatiga de Peritia y de Estudios Canarios. Compañeros y compañeras de ir codo con codo en estos últimos cuatro años en pos de una ilusión. Todos ellos me dijeron, sin palabras, para darme los ánimos que necesitaba aquello que yo esperaba oír: ¡Ánimo, bichillo, tú puedes, seguimos juntos!

En el regreso hacia la guagua para ir a casa, mi caminar ya era otro: mis pies no llevaban a un mayor: daban alas a un chiquillo.  

Te deseo un buen día.

lunes, 10 de septiembre de 2012

La Fragata

Hola a todos.
Hemos tenido durante dos días amarrado al muelle de la Base Naval de Canarias, en Las Palmas de Gran Canaria, a la Fragata "Libertad" de la República Argentina. Como quiera que tuvieron la gentileza de permitirnos la visita a bordo (aunque solo fuera en cubierta por tanta gente que subió) no quise perderme la ocasión de admirar este precioso barco bien de cerca. Es una bonita fragata que une a su vistosidad la galanura de su nombre,  y yo me entretuve en ver aquellas cosas que me llamaban la atención: las cuerdas enrolladas, la campana, la escalera pequeña y estrecha, la borda... Todas aquellas cosas que en cientos de lecturas de aventuras, de marinos y de piratas, me fueron llenando la cabeza de nombres sonoros, volvieron a mí: la cangreja y la cofia, el bauprés y el trinquete, el foque y el juanete... He de confesar que no soy capaz de distinguir babor de estribor aunque, para mi consuelo, sí sé lo que es proa y popa. ¡Hasta aquí si llego! Por ello fue una suerte poder leer en dos de los tres palos de la fragata a los que me acerqué sus nombres y características. De los nombres me acuerdo y de las características no, aunque estaban bien señaladas; su grosor, altura, velamen, etc. Fue por mi mala memoria y por no tomar nota de ello. Los palos eran: palo mesana y palo trinquete. El tercero, ya sabemos, es el palo mayor.

Aproveché para tomar unas fotografías conque acompañar esta entrada.







Y no contento con ellas, quise tomar otras, esta mañana, en su despedida del Puerto de la Luz y de Las Palmas.




A ellos, mandos y marinería, les deseo un buen y fructífero viaje; a ti, como siempre, te deseo un buen día.

viernes, 7 de septiembre de 2012

Una entrañable película

Hola a todos.
No sé quien dijo por vez primera que el cine es el Séptimo Arte; ni cuando. Pero no importa. Lo cierto es que quien fuera atinó y que su acierto lo podemos comprobar cada vez que disfrutamos de una excelente película. Si además de excelente, la película es entrañable, mejor que mejor. Tal ocurre con Amor bajo el espino blanco que tuve la suerte de ver hace unos poquitos días. Está basada en la novela del mismo título de Ai Mi y nos cuenta un amor de juventud: amor ingenuo, amor sincero, como ingenua y sincera es la colegiala protagonista. Es una película china del director Zhang Yimou y los paisajes y la ambientación y la música y el trabajo de todos los actores está muy bien logrados. Transcurre la historia de amor en la época de la Revolución Cultural que se nos presenta sin demasiados tintes sombríos. O al menos sentimos, que el amor rompe con cualquier nubarrón que pudiera presentarse en la vida de la joven pareja.

Película encantadora y entrañable a la que deberás ir preparado con un pañuelo para las escenas finales. Sé que te gustará.

http://www.youtube.com/watch?v=icjL-9IVghk&feature=youtu.be

Te deseo un buen día.

martes, 4 de septiembre de 2012

Flatulencias

"La calle estaba desierta y en el silencio de la noche
el viento traía el ruido de las armas y los pasos de las
patrullas en el empedrado. El mismo viento disipaba
la peste de mis constantes ventosidades. Este grosero
detalle, bien lo sé, no incrementa el mérito del relato,
pero soy un estudioso de la Naturaleza y sus fenómenos,
no de la Poesía y sus formas..."

Hola a todos.
Me voy despidiendo del verano deseándole que se vaya y no vuelva. Me refiero a este verano que estamos teniendo, malo a rabiar, que nos tiene con los huevos de corbata a cuenta de tantos incendios. Me voy despidiendo, digo, leyendo otro pequeño libro apropiado para los días de asueto. Su autor es Eduardo Mendoza quien, según puedo leer en las primeras páginas del libro ha escrito algo más de una docena de obras y cuenta con premios por los que yo suspiro. El título de éste con el que me despido es sencillo y pomposo a la vez: El asombroso viaje de Pomponio Flato. Y hace juego, al menos así lo creo, con las circuntancias que rodean tal viaje.

Pomponio Flato ha estado viajando por los confines del Imperio en busca de unas aguas que proporcionan la sabiduría a quienes las beben, según conoció en un papiro. Y lo que encuentra es una descomposición de estómago tal que lo tiene a mal traer con diarreas y flatulencias que no son para descritas. Cuando lo encontramos está en medio de un grupo de árabes después de haber estado sin conocimiento y sin cabalgadura a cuenta de uno de estos episodios sonoros.

Podríamos decir, sin temor a equivocarnos que esta pequeña novela -pequeña por su extensión- es escatológica; pero debo advertir enseguida que es bastante divertida. O sea, que lo cortés no quita lo valiente. Y además convendría que por mi parte informase a quienes quisieran leerla, que es, digámoslo así  de forma suave, ligeramente irreverente. No por nada. Es simplemente que entre los personajes que pueblan su mundo en Nazaret, a donde llega después de estar con los árabes, están José y María, y Jesús niño, y Lázaro.

Y bueno debo decir que la trama trata de...

Te deseo un buen día.