martes, 13 de marzo de 2012

Cantos antiguos, de los aborígenes canarios


Hola a todos.

Leonardo Torriani nació en Cremona, Italia, en 1560 cuando en la península itálica el Renacimiento llevaba muchos años de florecido. Luego pasó Leonardo a España en tiempos de Felipe II invitado como ingeniero militar. Esto ocurrió en el 1583 y un año más tarde una cédula real lo envía a La Palma como ingeniero del Rey. Venía con la misión de proyectar y construir un muelle y un torreón en la isla después de ver y reconocer el lugar. Estuvo en la 'isla bonita' hasta 1586. Poco después volvería destinado a las Canarias.

En esta segunda etapa Torriani tuvo la misión de visitar todas las fortificaciones del archipiélago y de informar para su mejor defensa. Para ello el ingeniero levantó planos de las ciudades principales de las islas que hoy en día son un primor pues nos permiten conocer aquellos núcleos pequeños de población en los que se desenvolvía la vida de nuestros antepasados. Así podemos ver como era la ciudad de Las Palmas, por ejemplo, con el mar al naciente, las mesetas al poniente en donde se encontraba el castillo de San Francisco, y las dos murallas, uno al final del barrio de Vegueta y la otra en el de Triana que protegía a la ciudad de ataques indeseados; incluso nos es dado ver el barranco de Guiniguada que en aquel entonces podía ser considerado, tal vez, un río.

Pero el bueno de don Leonardo no se contentó con los planos y las indicaciones propias de su profesión. Por el contrario, acompañó sus escritos con descripciones de la vida y costumbres que él veía y de aquellas cosas anteriores a él de las que le llegaban noticias, tanto por la descripción oral como por otro libro de otro autor anterior del que tuvo noticia.

Escribió Torriani la "Descripción e historia del reino de las Islas Canarias antes afortunadas, con el parecer de sus fortificaciones". Y en este libro, aparte de otras cosas sabrosas, nos da cuenta de haber encontrado en las islas de Gran Canaria y en la de La Gomera unas canciones, que eran como endechas castellanas: cantos antiguos de los aborígenes en la lengua bereber que en estas islas hablaban. Uno de estos cantos dice así:

Aicá Maragá, aititú aguahai
Maicá guere, demancihani
Neigá haruuti alemalai.

Dos traducciones se han hecho de este canto, bien distintas, que nos han llegado. La una dice:

¡Bienvenidos! Gente forastera mató
nuestra madre; pero ahora, hermano,
nos uniremos; si no, estaremos perdidos.

La otra traducción, que Torriani puso en italiano, y que luego pasó al castellano, es más romántica:

Si los delfines mueren de amores,
triste de mí, ¿qué harán los hombres
que tienen tiernos los corazones?

Y yo me digo: verdad que es bonita, ¿no es verdad?

Te deseo un buen día.

P.S. Fotografía tomada de la revista Mundo Guanche.

2 comentarios:

Francisco Espada dijo...

A veces se encuentran recortes sociales impagables dentro de documentos de otro orden. Saludos.

Felipe Tajafuerte dijo...

Pues las traducciones no pueden ser más dispares. La segunda me parece estupenda.
¿Has pensado en quitar la verificación de la palabra? Este es el cuarto intento de comentar.Es una verdadera lata. Yo hace tiempo que la quité.
Un saludo desde mi mejana