Te invito a que si lo deseas entre en mi otro blog http://escenaspalmenses.blogspot.com.es/
En este estoy volcando mis inquietudes actualmente. Gracias
El Blog de las mil cosas que uno puede hacer, pensar y sentir cuando se libera de la rutina laboral.
Antes, y como aperitivo , estuve inscrito en esta última semana en un coloquio que impartió la Casa de Colón de Las Palmas y que tenía por nombre Azúcar y Mecenazgo en Gran Canaria - El oro de las Islas, siglos XV-XVI -. Fueron unas conferencias muy interesantes en las que, salvando mis problemas auditivos, pude enterarme de un período de esplendor económico en las islas gracias a la caña de azúcar. Todo comenzó -nos dicen- antes incluso de la Conquista de Canaria (luego Gran Canaria). Ya en Madeira se cultivaba la caña y se producía azúcar que era muy apreciada en los países del norte de Europa para la conservación de alimentos, o al menos para las frutas. El azúcar era necesaria para la confección de frutas confitadas, mermeladas y confituras en unos tiempos en que aún no se podían congelar. En Canarias fueron cuatro las islas azucareras: Gran Canaria, Gomera, La Palma y Tenerife y en ellas surgió una élite de conquistadores y comerciantes que se enriquecieron y que pudieron comerciar con Flandes, emporio comercial en aquellos siglos. Y como consecuencia de aquella exportación de azúcar desde las islas en ellas se pudo vivir en igualdad de condiciones a como se vivía en la Península, salvando las distancias, claro está. Y de Flandes se trajeron para estas personas enriquecidas tablas y tallas flamencas y otros objetos de arte que en las islas todavía se conservan. Pero ello queda para otras entradas en este blog que es el de ustedes.
Hoy se cumple años de la muerte de mi padre. ¡Hace tantísimo tiempo ya! Yo era muy pequeño y casi que de él no tengo recuerdos. No obstante, al llegar estas fechas su cara y figura me vienen a la memoria ayudados por las fotografías suyas, pocas, que conservamos: la del pañuelo blanco en el bolsillo superior de su chaqueta, y negra cabellera; en aquella otra en la que está con su Lola, marido y mujer hasta la muerte; y en aquella tercera en la que -mano izquierda al cinturón- viste el uniforme de Artillería de su servicio militar...