viernes, 21 de junio de 2013

Los mimbres

Hola a todos.
Por Plasencia pasa el río Jerte que viene del valle. Junto al río los placentinos han construido un largo y cómodo paseo, de varios kilómetros, para venir a caminar o a correr junto a su ribera. La ciudad cuenta con dos catedrales: la catedral vieja y la catedral nueva que, por formar un solo edificio, parecen que son tan solo una, la catedral de Plasencia. Y esta ciudad cacereña tiene en su recinto urbano una hermosa Plaza Mayor como cualquier ciudad que se precie, y en la Plaza está el edificio del Ayuntamiento y en el edificio está el reloj que da las horas y las horas del reloj las da... el abuelo Mayorga. Y con estos mimbres trataremos de hacer el cereto en donde poner aquellos recuerdos que nos quedan de nuestra visita a Plasencia.

Al río lo vimos ancho, como engordado a propósito, en el embalse que lo retiene antes de su entrada en la ciudad, según volvíamos del valle. Ya en Plasencia lo volveríamos a ver entonces como una cinta plateada que se perdía en la distancia. En el paseo junto a él varias personas paseaban o corrían. A la catedral -o a las catedrales- nos acompañó una eficiente joven que nos sirvió de guía. Desde fuera frente a una de las puertas de la catedral  nueva pudimos apreciar los ornamentos: gárgolas, cabezas, esqueletos, santos, monstruos... que forma un auténtico retablo en piedra. Arriba, de las torres, son dueñas las cigüeñas.







La catedral antigua data de los siglos XIII al XV y es de estilo románico con algo de gótico. La catedral nueva, aún inacabada, se empezó a construir en 1498 con estilos gótico renacentista. En el interior de ambas estuvimos atentos a los detalles y a la majestuosidad: las capillas, las bóvedas, las columnas y las imágenes esculpidas en piedra nos mostraban el trabajo de los canteros. Nos llamó la atención las esculturas de nuestros primeros padres Adán y Eva que están en senda columnas. Les tapan las clásicas hojas de parra pues seguro que cuando las hicieron ya se habían dado cuenta de que iban desnudos por el Paraíso.





Es muy lindo el claustro con la fuente gótica que está en el centro y las esculturas que, seguramente, son del románico:



No pudimos ver el coro pues estaba en reparación su verja. Sí vimos otras muchas imágenes religiosas y, al salir, la puerta de la Catedral Vieja. Todo ello nos gustó sobremanera.






Poco tiempo estuvimos en la Plaza Mayor, tan sólo el necesario para tomarnos un vino mientras esperamos la señal horaria del reloj del Ayuntamiento para ir a coger la guagua. Queríamos ver en acción al Abuelo Mayorga tocando la campana con su mazo. Cuando sonó la campanada de la media hora, nosotros mirábamos hacia otro lado y nos quedamos con las ganas. Así que, ¡tendremos que volver a Plasencia! Será con mucho gusto.


Te deseo un buen día.

2 comentarios:

Felipe Tajafuerte dijo...

Gracias Ángel por recordarme tan prolijamente esta ciudad que he visitado en varias ocasiones. Un abrazo desde mi mejana

Marcos dijo...

Cuantas maravillas tenemos por admirar. Que grande es España.