viernes, 1 de julio de 2011

Con be de burro

Hola a todos.
Leí no sé donde que en Escocia los árboles se aproximan a los dos billones (con be de burro). No puedo asegurar que esta noticia sea cierta, pues a pesar de intentarlo con ganas no conseguí contar tanto árbol uno a uno, como era mi deseo, en mi reciente y primera visita de vacaciones a este sugerente país lleno de encantadores paisajes. Para ello no me hubiera importado seguir recorriendo durante semanas por autopistas y carreteras comarcales, de lugar en lugar, en las que el verde acompaña con agradable insistencia.

Ya en Edimburgo, preciosa capital que domina su castillo en lo más alto, los parques de árboles centenarios y césped primorosamente cuidado están por doquier. Y esculturas abundantes y preciosas como el monumento erigido allá por 1840 -que hoy destaca por su belleza y por el color negruzco que ha tomado con el tiempo- en la confluencia de Waverley Brigde y Princess Street, con estatua en mármol blanco de Carrara, dedicado todo ello al escritor, poeta y político Sir Walter Scott, bien querido y admirado por los escoceses.

Sin olvidarnos, claro está, del Real Jardín Botánico de Edimburgo que teníamos casi al lado de la casa victoriana en la que nos alojábamos, con flores y plantas variadas y árboles centenarios, y hasta un fósil de árbol que es el más antiguo encontrado en Gran Bretaña y que impone por su consistencia petrea y su antigüedad.




Te deseo un buen día.

1 comentario:

Mary dijo...

Qué bonito día y qué divertido, no podíamos irnos de Edimburgo sin vivir una lluvia como es debido y además sin chubasqueros ni paraguas.
Saludos.