sábado, 24 de diciembre de 2011

Feliz Navidad

Hola a todos.
Un cachito de turrón, unos trozos de jamón (mejor de pata negra), y unos dulces villancicos son de agradecer en estas entrañables fiestas navideñas. Ponle, por favor, el orden que quieras, y añade cuantas cosas te apetezcan: figuritas de mazapán, peladillas y piñones, truchas de batata, hojaldres, pastelillos de gloria o de yema...

¡Ah! Y no te olvides de los Nacimientos con el Misterio, los pastorcillos y sus ovejas, los Reyes y sus pajes... y los camellos sobre las dunas de amarillas arenas; el estanque y el río de papel plata con los patos nadando, el gallinero y los cerdos en sus pequeños establos que dan colorido a las tierras hechas con un poquito de serrín o de picón... y el fondo de papel pintado con las montañas en la lejanía.

Escribo con el gustillo aun en el cuerpo de un entrañable concierto de Navidad: siete villancicos cantados por la Coral de la iglesia de Santa Isabel de Hungría del barrio en que vivo. Personas mayores, no más de veinte, que ponen todo su empeño en dar lo mejor de sí mismas para que los villancicos suenen como cantados por los propios ángeles del Belén. En la misma iglesia y junto al nacimiento que fue bendecido por el párroco con la asistencia de un numeroso grupo de fieles.

Entre los villancicos no podían faltar algunos tradicionales como Noche de Paz y Adeste Fideles. Otros eran nuevos para mis oídos. Todos preciosos ¿cómo si no? Me gustaron dos: uno de Andalucía (me dijeron) con título Fuentecilla que Corres; el otro de autores grancanarios: Un Canto de Alcaraván.

Seguro que a ustedes también les gustará: Por ello te doy la letra del villancico canario y la música en youtube del andaluz.

Los gallos buscan al día y cruzan la lejanía,
un canto de alcaraván.
Niño, niño, niño ahí van.
Niño, niño, niño ahí van.

La luna se va ocultando entre sonar de panderos.
Al saltar vuelos ligeros de pájaros en las alturas,
Gloria a Dios en las alturas,
van cantando los arrieros.

Los gallos buscan al día y cruzan la lejanía,
un canto de alcaraván.

Suenan guitarras y timples bajo la luna y el agua.
Por esta tierra redonda, tierra de mi Gran Canaria,
Gloria a Dios en las alturas,
que el niño duerme tranquilo
en la cueva de Bentayga.

Los gallos buscan al día y cruzan la lejanía,
un canto de alcaraván.
Niño, niño, niño ahí van.
Niño, niño, niño ahí van.

(Letra de Néstor Álamo y música de Lothar Siemens)



Te deseo lo mejor en la Navidad y por siempre.

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