domingo, 21 de abril de 2013

Suculentas

Hola a todos.
El martes nos fuimos al Jardín Canario los compañeros de clase y el profesor de Flora y Fauna de Canarias, don Pedro, que se había ofrecido a servirnos de guía. Si siempre es grato el visitar este espléndido Jardín calculen ustedes lo bien que lo pasamos yendo tan bien acompañados. Tres horas, tres, duró la visita. Y en ellas recorrimos buena parte de zonas distintas porque distintas eran las plantas que atesoraban. Me gustó mucho, como siempre, el rincón dedicado a las plantas suculentas. Plantas con púas, con pinchos, con espinas que le han sido concedidas por la Naturaleza para que puedan vivir en zonas de poca agua. Púas, pinchos o espinas que son sus hojas modificadas para ahorrar agua al hacer la fotosíntesis. Plantas con flores en esta primavera como en todas las primaveras. Flores diminutas a veces, siempre bonitas.




Flores que nos alegran la mañana y nos predisponen a gozar del Jardín. Y a sentirnos protegidos en la zona de la laurisilva: diminuto bosque de árboles con hojas de laurel que han ido acondicionando con mimo, los responsables, junto a unas vueltas del camino.





¿Y quién conseguirá no sentirse atraído por la majestuosa opulencia de la Phoenix Canariensi, nuestra siempre querida palmera canaria que aquí vive agasajada por una tupida y exultante vegetación?  


Te deseo un buen día.

5 comentarios:

Francisco Espada dijo...

¡Qué imágenes tan bomnitas! Me alegro que hayas podido disfrutar de este paseo tan especial y que nos hayas dejado estas imágenes tan explícitas.

Un abrazo.

Marcos dijo...

Tenéis un gran trozo del paraíso para disfrutar.

Chelo dijo...

Gracias por mostrarnos esas bellas imágenes y hacernos participar de tu visita.
Un abrazo

Felipe Tajafuerte dijo...

Bonita manera de pasar la mañana. Decididamente tengo que volver a las afortunadas, de las que solamente conozco Lanzarote.Un abrazo desde mi mejana

Anónimo dijo...

Sí, Ángel, de mayores y de jóvenes es maravilloso hacer esos recorridos. Y más si luego se sabe contar como lo haces tú. O sea, lo saboreas cuando lo ves, cuando lo escribes y cuando lo lees pasado el tiempo. Adolfo García.