sábado, 5 de septiembre de 2009

Números locos

Hola a todos.
Para los que no estén al tanto del tema les diré que el caso Tebeto no tiene relación con la montaña de Tindaya. Bueno, al menos eso he entendido y ya es un alivio. Tebeto, y posiblemente Tindaya, pasarán a los anales de las chapuzas del Gobierno de Canarias en sitio privilegiado. No sé muy bien como fue la cosa pero, parece ser, que el tal Gobierno autorizó a una empresa llamada Canteras Cabo Verde a sacar piedra -de muy buena calidad, entiendo- de la Montaña Tebeto que está en la misma zona que la de Tindaya. Fuerte lío, usted.

Para más inri, en la de Tindaya quería hacer el tal Gobierno una obra monumental proyectada por el gran escultor vasco, ya desaparecido, Eduardo Chillida. Quería éste hacer en el interior de la montaña un gran espacio a modo de auditorio, "para los hombres de todas las razas y colores, una gran escultura para la tolerancia", con un tubo hacia arriba, hacia la sima, pero por dentro, para ver desde allí las estrellas y apreciar lo pequeñitos que somos. De momento ha resultado, más o menos, el mismo lío, usted.


Los números locos vienen dados por el hecho de que el tal Gobierno se ve obligado a pagar sin prórroga al propietario de la citada empresa 101.000.000 de euros que vistos así no parecen ser muchos. Empresa, todo hay que decirlo, no ha movido ni un tenique (cada una de las tres piedras con que se hace un hogar rústico) en la citada montaña.

Pero convirtamos esta cantidad en las antiguas pesetas multiplicándola por 166,386 que es lo que nos dijeron que valía el euro al cambio: nos da DIECISÉIS MIL OCHOCIENTAS CINCO MILLONES DE PESETAS pizco más pizco menos. En números 16.804.986.000 pesetas. Dando un valor de veinticinco millones de pesetas a un casa de protección oficial nueva, y dividiendo la astronómica cifra del desaguisado entre 25.000.000 nos da 672,20. O sea SEISCIENTAS SETENTA Y DOS VIVIENDAS QUE PUDIERON HABERSE HECHO y que no se hacen por un despiste, monumental eso sí, de algunos políticos que, mucho lo siento, continúan aún en el machito.

Si estoy equivocado házmelo saber, por favor.

Te deseo un buen día.

1 comentario:

Anónimo dijo...

En mi opinión, del asunto Tebeto todos somos responsables de algún modo.
Me explico, es un asunto que nace hace muchísimos años y que resulta extraño desde el principio. Te doy, no usas, te digo que con otros, vendes, te compro, te quito, te digo que sí, ahora que no, la Consejería otorga, el Planeamiento niega…. Y finalmente el afectado aparece ante el TSJC y reclama que qué hay de lo que ha dejado de ganar en todo ello…., nadie se opone a su pretendida valoración económica y la sala le concede lo que reclama.
Llegado el momento de afrontar el pago surgen todo tipo de comentarios de parte - de partido, de magistrados, informaciones partidistas…. - un caos de acusaciones cruzadas que no deberían hacernos perder de vista lo fundamental: ALGO HA FALLADO CLAMOROSAMENTE en la vida administrativa de la Comunidad Autónoma de Canarias.
Nuestra obligación como votantes y como miembros de la sociedad en la que vivimos habría sido la de retirar del poder político a cada uno de los sucesivos cargos públicos que han intervenido de forma manifiestamente irresponsable y/o que han dejado hacer a quien no debía. La labor fiscalizadora de la sociedad civil ha fallado, la de los grupos de la oposición política del Gobierno Autónomo también y, en estos momentos igualmente noto la falta del CLAMOR POPULAR reclamando en las calles a los políticos, funcionarios y técnicos que por acción o por omisión han sido responsables de este triste resultado.
Todo ello sin olvidar que resulta inexplicable que a estas alturas no haya habido una intervención de oficio por parte de la Fiscalía Anticorrupción para desentrañar las claves de esta operación que tiene indicios más que sobrados de asalto-consentido a las cuentas públicas y que, desde el Gobierno de la Nación, no se hayan pedido explicaciones por este y otros muchos ASUNTOS DOMÉSTICOS de todo punto intolerables en un estado democrático riguroso en el que desearíamos vivir.
Somos lo que consentimos!





cañoncito violento