viernes, 15 de octubre de 2010

Hestia

Hola a todos.
Habíamos dejado a la diosa madre Deméter y a su hija Perséfone recibiendo complacidas los honores que los griegos les dedicaban mediante los misterios eleusinos. Hoy, los caminos nos llevan hasta la diosa Hestia, hermana de Deméter y de Hera y de los tres dioses varones Zeus, Hades y Poseidón. Veamos lo que nos dicen, nuestros amigos informantes en la red.

En la mitología griega Hestia es la diosa del fuego que da calor y vida a los hogares. Se entiende que era, por tanto, una diosa tan importante como especial pues sabemos que en aquellos tiempos no tenían luz eléctrica, ni cerillas ni mecheros, y ella se ocupaba de que el fuego no faltara en los altares de cada casa. Tan especial era, que Zeus le reservaba los lugares preeminentes de todas las casas y en las comilonas los mejores bocados eran para ella. Claro que Hestia, la pobre, tuvo que ceder en algo. Se comprometió a ser virgen siempre y por tanto hacía oídos sordos a los requerimientos de amor que le hacían estre otros Poseidón y Apolo. Como era virgen para ella sacrificaban una ternera menor de un año.


Una vez -nos cuentan- Príapo, que estaba borracho y era el dios menor de la fertilidad, tanto de la vegetación como de todos los animales relacionados con la vida agrícola, (vean como lo pintaron en Pompeya con un gran falo), intentó violar a la vírgen Hestia aprovechando que estaban todos dormidos. Entonces, el burro de Sileno, dios menor de la embriaguez, rebuznó despertando a la diosa. A partir de ese momento el asno fue su animal favorito, y supongo que la acompañaba en sus paseos por el Olimpo, pues casi que no salía a inmiscuirse en asuntos humanos.

Te deseo un buen día.

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