jueves, 15 de diciembre de 2011

"Zí señó"

Hola a todos.
A Francisco Espada, sevillano de pro.

Rafael Romero, conocido como "Alonso Quesada" en su producción literaria, nació en Las Palmas en 1886 y
vivió hasta 1925, año en que la parca -que se lleva a los mejores- decidió llevarlo tan joven consigo. Su producción, fecunda, pudo haberlo sido mucho más. Nos dejó varios libros de narrativa, algo de teatro, y preciosas poesías que se sitúan dentro de la lírica modernista española. Por aquello del trabajo para la Universidad estoy leyendo en estos días unos cuentos que bajo el título genérico de "Smoking-Room" publicó en un periódico hoy desaparecido en 1920. Justo hace un rato leía el que lleva por título "Una locura excéntrica". Comienza así:

"Aquel pobre inglés colonial se había vuelto loco por no poder reírse. ¿Qué era la risa? En Sevilla -él acababa de venir de Sevilla, de un viaje de negocio- la risa se desarrollaba en la cintura, veiasela correr por el pecho y la espalda y salir, después, por los labios como un estallido pirotécnico. El pobre Burke estaba asombrado con una risa tan graciosa. El también sentía otra risa como de recuerdos, que bullía en burbujas y a veces se le tumbaba en la memoria con un desenfado primitivo, ingenuo.

"Frente a los arenales africanos, pensaba en la risa española: le obsesionaba aquel modo cordial de la risa española. No se había dado cuenta, hasta entonces, de la maravillosa trascendencia de la alegría... Y se acordaba...

"Se acordaba. ¡Ah! Aquel títere tan pintoresco que decía "Zí señó". ¿No era esto, simplemente, la más sencilla veste* de la alegría? Él decía: Yes. Y luego comparaba: Zí señó... Y el recuerdo se agitaba, bullicioso, y sentía como un fuerte golpe en el fondo del cerebro. Era el recuerdo, que, muerto de risa, se caía de trasero sobre el piso de su chola. Pero nada más. La boca era un arca hermética...

"¡Inglaterra! -Claro está: un inglés podría reírse como otro hombre cualquiera, pero sin que se le viera su risa. Era como un sandwich su risa: un sabroso regalo nutritivo, entre dos paredes blanduchas, albas. El pobre Burke pensó que no podía sacar a flote la carcajada que daba saltos en su vientre. Todas las cosas alegres las comprendía. "Yes" que las comprendía. Pero no "si zeñó" como él lo ansiaba".

Leyéndolo, leyendo este cuento lleno de encantadora ironía hacia lo inglés (hacia la colonia inglesa que vivía en mi isla), que hace casi cien años llenaba los escritos de "Alonso Quesada", pensé que Francisco Espada debe tener hoy la risa graciosa y la alegría de maravillosa trascendencia que antier asombraba al pobre Burke. Por ello le dedico esta entrada.

* veste = vestido (RAE)

Te deseo un buen día.

3 comentarios:

Felipe Tajafuerte dijo...

Seguro que sí, que aciertas en lo de Francisco Espada. Gracias por traernos este relato y Feliz Navidad.
http://desdemimejana.blogspot.com

Francisco Espada dijo...

Desafortunadamente he tardado demasiado en llegar hasta aquí. Ocupaciones de voluntariado y lecturas atrasada me hacen llegar con demora a este regalo tan maravilloso del que no me siento merecedor, sino afortunado de tu generosidad.
Con mis mejores deseos de paz y amor, recibe un fuerte abrazo desde Híspalis.

Abuela Ciber dijo...

Estas palabras mensajeras a traves de las distancias, deseo lleguen a ti y seres queridos , portadoras de cariño y energias de BienEstar:
Que tú corazón esté ligero y tus bolsillos pesados.
Que la Buena suerte te persiga.
Que cada día y cada noche tengas muros contra el viento, y un techo para la lluvia.
Que tengas alimento junto a la fogata y, risas para consolarte.
Que aquellos a quienes amas estén cerca de ti,

Y........todo lo que tú corazón desee!
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FELIZ NOCHEBUENA...FELIZ NAVIDAD!!
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Abuela Cyber