lunes, 4 de junio de 2012

Frases hechas, sólo eso.

Hola a todos.
Nos vienen como pájaros sin nidos donde empollar. Aparecen en nuestras vidas y durante un tiempo quedamos a su merced, a su capricho. Las oímos un día y luego durante una temporada, unas veces cortas, otras veces largas. No llegamos a saber nunca quien fue el primero que la dijo, quien el primero que le dio alas y la echó a volar. Tampoco nos importa. Son frases hechas, sólo eso, y así hay que tratarlas.

Recuerdo que cuando joven circuló por Las Palmas, como un grito de guerra, una simple frase de dos palabras que comenzó su andadura seguramente en uno de los cines de barrio de la ciudad, en aquellas sesiones dobles en las que podíamos ver dos películas que eran generalmente de indios y de vaqueros, o de guerra. La guerra de Corea, por ejemplo. Algún día, en horario de tarde, en la matiné, alguien abrió la puerta para entrar dejando paso a los rayos del sol que fueron derechos a la pantalla. Y entonces, de una garganta salieron como una exhalación las dos palabras: "¡Esa puerta!" Dichas con énfasis, no con enfado posiblemente pero sí con el tono que lleva la frase imperativa de ordeno y mando que no admite demora alguna: ¡ESA PUERTA!

Más reciente tuvimos dos sentencias distintas si bien hermanadas. La una decía: "España va bien"; la otra: "Eso es el chocolate del loro". La primera parecía tener padre pues la decía el ínclito Presidente Aznar sacando pecho, a cada momento. La segunda daba a entender que cualquier cantidad gastada -malgastada- era una nimiedad sin importar su importe: "eso: es el chocolate del loro", no te preocupes por boberías, aunque las boberías fueran millones malgastados. Y entre una mentira y la otra, de las dos frases de marras, hemos llegado a un punto crítico donde no queda loro, ni chocolate, ni casi España.

Ahora nos dicen a todas horas: "con la que está cayendo..." y el alma nos baja a la planta de los pies. Porque "con la que está cayendo" nos destrozan lo poquito que había arañado de bienestar, y por esa caída fulano o zutano no 'debe' hacer ahora tal o cual cosa. Entendamos que tal o cual cosa pudiera ser un desfalco, una apropiación indebida, una gratificación inapropiada por millonaria, una urbanización en sitio protegido, un gasto fastuoso innecesario, una pifia como la copa de un pino, etc. etc. Como si todas estas cosas cuando nada nos estaba cayendo fuese lo más honrado y aceptable que nos fuera dado tener.

Y claro, "con la que nos está cayendo" el Gobierno promueve una amnistía fiscal para defraudadores. Ver para creer.

Te deseo un buen día.  

3 comentarios:

Francisco Espada dijo...

Muy cierto que hablamos a base de "latiguillos" hasta que el abuso los deja como un guiñapo de inservibles.Inservibles parece que están siendo todas las medidas de quien decía componer todo con su sola presencia. ¡Virgencita, que me quede como estoy!

Felipe Tajafuerte dijo...

Yo recuerdo muy bien una siempre que había un estruendo o desaguisado: ¡Que lo pague!, Pues eso, que lo paguen.
Un saludo desde mi mejana

Oti dijo...

Otra de las frases célebres que se han hecho famosas es la de "es que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades"; y qué me dices de "los funcionarios son privilegiados porque tienen trabajo fijo". Sería de risa si no fuera patético.