Las Palmas de Gran Canaria aspira a ser Ciudad Cultural Europea en el año 2016. Para conseguirlo primero debe ser nominada como candidata y para ello compite con otras quince ciudades españolas, cada una con su historia, su riqueza cultural, sus monumentos, su idiosincrasia, sus paisajes, sus riquezas gastronómicas y sus gentes. Mi ciudad, Las Palmas, es joven. Hace poco más de quinientos años que fue fundada, un 24 de junio en el Real de Las Palmas, al incorporarse la isla a la Corona de Castilla. No contamos con restos arqueológicos romanos, ni monumentos árabes, ni iglesias románicas, ni grandes fuentes. Contamos, eso sí, con la catedral basílica de Santa Ana, del siglo XVI, de estilo neoclásico en su exterior, y gótico tardío en el interior, que es una bella y sobria construcción que nos identifica y que junto a otras edificaciones y plazas ofrece una interesante muestra del período colonial español que luego se trasladaría a España.
Pero la clave para alcanzar tan honrado título de Ciudad Cultural en esta competición no es el pasado, sino más bien es el presente y el futuro de las ciudades que participan en ella. Y aquí Las Palmas está en inmejorable posición de salida por su situación de ciudad atlántica y ultraperiférica. Ya cantaba Tomás Morales, el insigne poeta, que en nuestro puerto ".. se juntan las parlas de todas las naciones con la policromía de todas las banderas". Y este encuentro con distintas culturas que hemos gozado a través del tiempo y que en lugar de decrecer va en aumento, con la presencia continua de personas llegadas de cercanos y lejanos países, nos enriquece y nos permite el mejor comercio que podamos prestar a Europa y al mundo: el intercambio de cultura.
Debemos esperar por tanto, confiados, quienes compartimos la suerte de vivir en Las Palmas de Gran Canaria de conseguir nuestros objetivos y preparémonos por tanto para esta efemérides que a buen seguro disfrutaremos en el 2016 y en muchos años posteriores.
Te deseo un buen día.
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