domingo, 10 de febrero de 2008

Almendros en flor


Hola a todos. Empiezo pidiendo disculpas a mis innumerables fans que estaban esperando como agüita de mayo por mi relato sobre el siempre triste entierro de la Sardina. Mi dolor era tan profundo por tal irreparable pérdida (momentánea pues ya es sabido que don Carnal vuelve siempre con más ánimo) que fui a buscar consuelo en la belleza del campo. ¿Y qué mejor sitio para estas fechas, ya avanzado el invierno, que donde florecen las blancas o rosadas flores del almendro?
Sabía de una quedada (o sea de una reunión en un determinado lugar) de un grupo de amigos recientes, amigos que se han hecho al soco de una común afición por la fotografía, a través de internet, concretamente de flicker, y conseguí la invitación para ir mi mujer y yo pues sabía que el destino era Tejeda, en el centro de la isla, y más concretamente la llamada ruta del almendro ya que por estas inmediaciones abunda este bonito árbol, que no sólo sirve de adorno, sino que además nos da deleitosos dulces como el mazapán o el bienmesabe que los artesanos de este bello pueblo saben hacer.
Nos fuimos a San Mateo donde habíamos quedado y poco a poco fueron apareciendo los componentes del grupo menos los que iban directo a Tejeda. En el mercadillo compramos queso, semicurado con gofio de la Cumbre, que como se comprobó luego estaba de agute, aceitunas del país y chochos, y pan de matalauva; llevábamos vino en el bolso así que ya teníamos resuelto nuestro almuerzo. Los cerca de veinte integrantes del grupo de retratistas, mujeres y hombres, nos fuimos por el pueblo a poner a punto el objetivo de nuestras cámaras, haciendo cada cual las fotos que su olfato le iba indicando. Entiéndase que no se trata de una competición sino de un encuentro de amigos donde nadie esconde el objeto de su predilección y comparte lo capturado.
Al cabo de un buen rato comienza una ligera lluvia que presagia daños mayores pues teníamos mala predicción del tiempo, y un poco con las orejas gachas nos vamos hacia Tejeda. Ya desde aquí empiezan a verse almendros en los márgenes de la carretera aunque no son abundantes y al llegar al cruce que conduce a la cumbre por Cueva Grande o por Las Lagunetas tomamos esta última carretera. Esta zona -de Las Lagunetas- siempre me ha hecho pensar en un nacimiento con sus casas esparcidas por las montañas, sus paredes rocosas, el musgo y las plantas; pena es que en lugar de burros y pastorcillos abunden los coches de tracción mecánica. ¡Pero qué se le va a hacer! La lluvia va arreciando lo que obliga al uso continuo del limpiaparabrisas y a que el ánimo decaiga.
Llegamos a la Cruz de Tejeda y ni siquiera pudimos salir del coche por la lluvia así que seguimos hacia el pueblo. En éste las gotas parecian granizos y casi nadie se atrevió a sacar la cámara de fotos por temor a que el agua las estropeara. Nos metimos en un restaurante a hacer tiempo y a tomar un refrigerio y mientras, la lluvia y el sol parecían jugar al escondite. Al final para nuestro gozo venció el astro rey y pudimos deambular a nuestro gusto por las calles mojadas yendo, poco a poco, en dirección a la iglesia. Otra vez el rito de la fotografía al gusto de todos con preferencia a los almendros (muchos con las flores por el suelo debido a la lluvia), al Roque Bentaiga, a las casas, las calles, la plaza, la iglesia... Alrededor de ésta está el llamado rincón de Néstor, dedicado al inolvidable autor de canciones canarias entre las que destaca la del Roque Nublo, y también hay un museo con esculturas de Abraham Cárdenes, que exhibe hoy preciosas pinturas de Elisa Calleja con motivos de lo más variado de nuestras islas.

Para no cansarte te diré que seguimos hacia el pie del Bentayga y allí nos deleitamos con los almendros de la zona, junto al bien cuidado y pequeño museo etnográfico que el Cabildo Insular tiene a disposición de los visitantes, del que a lo mejor algún día te cuento algo. Y también te contaré del frío que pasamos en un mirador por los Pinos de Gáldar para obtener cada uno la foto del Bentayga bendecido por los rayos del sol.
Ven a Tejeda, me lo agradecerás.

Te deseo un buen día.

7 comentarios:

Unknown dijo...

A pesar del tiempo, precioso día pero como suelo decir en flickr, el calor de la calidad humana que se reune hace olvidar todos estos contratiempos.

Gracias por formar parte de este maraviloso día.

Buenas fotos!!!

Anónimo dijo...

Me ha encantado tu relato. Un placer que nos acompañaras.

Un saludo

Anónimo dijo...

Muy bueno el relato! Me alegro que lo hayan pasado bien...

Magenta Blue (Fabián)

Anónimo dijo...

Qué crónica tan bonita del maravilloso día que pasamos. Ni la lluvia pudo con nosotros. Encantada de pasar un gran día con ustedes, gracias por compartirlo.

Y gracias también por el picoteo de la terracita, las aceitunas, el queso y pan estaban riquísimos!!!

Un abrazo enorme a Loly y otro para ti Ángel.

Unknown dijo...

Muy bueno el relato, me encanta como escribes. Espero verles en la próxima kedada XD

Anónimo dijo...

Maravilloso relato de un buen dia y una inmejorable compañia. Ciertamente lo que faltaba en un encuentro tan entrañable es un magnifico narrador de historias que nos enterneciera con su relato. Solo se puede decir una cosa.

Muchas Gracias

PD: Esperamos volver a verles y siempre que quieran serán bien recibidos a nuestro, hoy ya, su grupo.

Anónimo dijo...

¡Hola blogero! soy tu sobrina anónima. ¡IMPRESIONANTE FOTO!