Hola a todos.
Me gusta recrearme en los detalles. Por ello cuando estoy de paseo y veo una fuente o estatua, jardín o edificio aminoro el paso y contemplo cualquier punto que me llame la atención y que en sí mismo sea una pequeña obra de arte. Es mi opinión que antaño se decoraba más que ahora. No hay más que mirar los frontis de las casas construidas a principios del pasado siglo y ver la decoración minuciosa hecha a base de paciencia por los labrantes o albañiles, y compararlas con las casas de hoy en día. Lo mismo ocurre, es un ejemplo, con las fuentes: las actuales tienen más luz y colorido, más fuerza en los chorros de agua que hace que ésta se dispare con gracia hacia lo alto, e incluso tenemos música en algunas de ellas; pero las fuentes de antes guardan tesoros que acompañan a los débiles hilos de los chorros que mansamente manan de ellas. Y lo mismo ocurre con las estatuas que adornan la ciudad. Por ello me paro y miro con detenimiento. Y hoy, para ilustrar a esta entrada con algunas fotografías, he ido por Las Palmas y con mi cámara a capturar estos mis pequeños tesoros . Te invito a verlos.
Detalle del monumento a Ambrosio Hurtado de Mendoza en la plaza de su nombre
también conocida como Plaza de las Ranas.
Balcón en una casa de la Plaza de Santa Ana
En la estatua homenaje a Bartolomé Cairasco de Figueroa
Detalles de los perros de la Plaza de Santa Ana
Detalle en madera de la puerta de la catedral de Santa Ana
Te deseo un buen día.
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