jueves, 9 de abril de 2015

Sao Miguel - Ribeira Grande

Hola a todos.
Al siguiente día no esperábamos a Ruben como chófer y guía así que, al verlo, nos llevamos una alegría. "Cambié con Evaristo" nos dijo y naturalmente lo dimos por buena señal. Íbamos a Furnas lugar en donde hay 'fumarolas' y aguas termales así que partimos contentos con la nueva excursión. "Primero vamos a Ribeira Grande atravesando el centro de la isla por las montañas" nos explicó, añadiendo que veríamos muchos pinos japoneses y "hoy sí, pues la bruma no es tan espesa, el lago de Fogo".


Según vemos, las montañas no son muy altas ni hay profundos barrancos ni desfiladeros. Las carreteras, excelentes, hacen que el paseo sea sumamente agradable. Al poco, nos detenemos en el Miradouro da Barrosa, primero, y en el de Lagoa do Fogo, después, y asomados en ellos podemos apreciar la belleza del agua remansada en los vericuetos de las montañas.







Dejando atrás los lagos, llegamos a Ribeira Grande, en la costa, que cuenta con una bonita iglesia consagrada a Nossa Senhora da Estrela, situada en un punto alto, que domina toda la ciudad. De aquí nos llevamos como recuerdos (de un comercio llamado Mulher de Capote) unas botellas pequeñitas, y una grande, con diferentes licores que por aquí fabrican después de ser invitados amablemente a probar cuántos quisiéramos.








Tras un recorrido a pie con el que nos asomamos al cauce del barranco con un pequeño hilo de agua y un puente de lo menos seis ojos en la orilla de la marea, proseguimos nuestro camino volviendo al interior, hacia Furnas, en donde nos esperaban las fumarolas... y un exquisito cocido.


Te deseo un buen día.

1 comentario:

Marcos dijo...

Impresionantes vistas, gracias por compartir