miércoles, 29 de octubre de 2008

Tristeza

Hola a todos. Una noticia leída en el periódico digital El País el pasado martes me produce gran tristeza. Habla de la lapidación de una joven de 23 años por un delito de adulterio en un país africano cuya religión les permite o les obliga a tan horrorosa práctica. No saben del mandato divino de arrojar la primera piedra a quien esté libre de pecado. Lo de menos es el nombre del país. Es la Humanidad entera la que retrocede a tiempos de cavernas con estas prácticas de otros tiempos. Pero no aprendemos y seguimos haciéndonos daño injusto e innecesario. Pienso en el terror de la pobre mujer y en el dolor físico que habrá tenido que sufrir con cada piedra cayendo sobre su cuerpo. Y pienso en tantas mujeres sometidas a lo que se ha venido en llamar violencia de género y en la cantidad de muertes que esta violencia genera.
Por si era poco, en las noticias de la radio oigo que es inminente una nueva guerra entre el Congo y Ruanda que recordaría la que tuvo lugar hace unos veinte años, en la que se vieron involucrados cinco países con el saldo atroz de seis millones de muertos. Muerte, desplazamiento, hambre, desolación. No podemos estar, al parecer, sin ver cabalgar a los Jinetes del Apocalipsis. Las noticias las tendremos en nuestras salas de estar sin prestarles casi atención porque estaremos preocupados sólo por la crisis económica. ¿Crisis? La que de verdad importa es la falta de valores eternos.

Te deseo un buen día. Se feliz.

1 comentario:

Minha Esperança dijo...

É realmente increditavel que tais praticas ainda ocorram.