jueves, 8 de enero de 2009

La Peregrina

Hola a todos.

Subo por la calle Malteses, cosa que hago con bastante frecuencia para coger la guagua en La Alameda, y me tropiezo con la esquina que tiene el rótulo de Peregrina. Como siempre me pica la curiosidad y para enterarme del porqué de tal nombre a esta pequeña calle me agencio un libro titulado Biografía de una calle: La Peregrina. Lo estoy leyendo y me encuentro, como es natural, con referencia a la mujer que supuestamente le dio nombre. Digo supuestamente porque José Miguel Alzola, autor del libro, no da por cerrado el tema. Nos cuenta que el cronista oficial de Las Palmas Carlos Navarro Ruiz por unos documentos que tuvo llegó a pensar que tal denominación haría referencia a Marina de Múxica, mujer a la que llamaban la peregrina. Esta buena mujer -nos dice el libro- había nacido en Sevilla y, muerto el padre, marchó con su madre a América; entró en un convento muy joven del que salió y casó con un capitán de Antequera; embarcó con su marido hacia las Indias y fueron apresados y llevados a Berbería. Tuvo una niña en el cautiverio a la que hubo que dejar como rehén, al morir su marido, hasta tanto obtuviera la libertad de un moro que estaba cautivo en España. Vino a Las Palmas en busca de ayuda, fue acusada ante la Inquisición y terminó sus días en Fuerteventura a los 29 años.


Esta historia, apropiada como argumento de una fantástica novela y película, no basta para dar a su protagonista el derecho de ser recordada en esta calle. Al parecer a la calle se la nombraba así antes que doña Marina viese la luz del sol. Más bien parece que tal honor le corresponde a una de las dos damas de nombre Peregrina que vivieron en esta calle en el siglo XVI: Peregrina de Azuage o su ahijada Peregrina de Montesa. Ambas son gente de teneres -que diría Pepe Monagas- y de alcurnia, emparentadas con lo mejorcito de la época. Termina el señor Alzola diciéndonos que "hasta que no se disponga de documentación que desvele con certeza los orígenes del controvertido rótulo, podemos votar por doña Peregrina de Montesa y de León, asignándole la maternidad de la denominación de la vía trianera".


El libro tiene su enjundia y a pesar de que es un poco farragosa su lectura porque cita con detalle las distintas familias que han ocupado las casas de La Peregrina durante quinientos años, (calle que no ha cambiado de nombre en tanto tiempo), está lleno de oportunidades para adentrarse en los recovecos de la ciudad de antaño. Entre tanta gente hay algunos dignos de ser recordados bien por su excentricidad, por su bomhomía o por algún aporte dado a sus conciudadanos. Espero terminar de leer el libro para dar noticia de algunos de ellos.

Te deseo un buen día. Cuídate.

No hay comentarios: