Hola a todos.
¡Qué tiempos!, Señor, qué tiempos! Vivimos tiempos difíciles en el día a día. Y tiempos interesantes en clave política. El último acontecimiento a nivel nacional nos viene dado por la espantada general de los controladores aéreos que ha dejado los aeropuertos hechos unos zorros. Espantada o huelga que ha terminado con la militarización de los susodichos y que ha dejado en el camino miles de historias desagradables de pasajeros desesperados en busca de vuelo.
Mientras sigue la jugada de Marruecos reivindicando Ceuta y Melilla que va a más cuando los ánimos están aun bajo los efectos del problema generado en el Sahara por el desmantelamiento del campamento saharaui; y siguen los mercados financieros erre que erre poniéndonos la cuerda al cuello para terminar de asfixiarnos; y el empleo que no crece con las tremendas cifras de paro que ya ni nos abruman por sernos familiares. y no se libra, no, ni tan siquiera el Papa como se pudo ver en su visita a nuestro país el mes pasado en la que gays y lesbianas a montones le agasajaron con besos a pares.
Todo empezó, supongo, cuando Zapatero no se levantó al paso de la bandera de los EEUU de América. ¿Recuerdan? Había comenzado la guerra de Irak y quien iba a ser nuestro Presidente quedó con el culo pegado al asiento en señal de protesta. Mala cosa. Seguro que la maldición del Tío Sam le acompaña y nos acompaña desde entonces y no hemos tenido descanso en sus dos legislaturas: conversaciones con ETA que terminó como el rosario de la aurora con el coche bomba en la T4; crisis que no quiso reconocer ni mentar; estatuto de Cataluña con sentencia posterior del Constitucional...
Menos mal que hemos ganado la Copa del Mundo de fútbol, y en tenis, y en coches, y en balonmano... qué si no, ¿cómo nos iría?
Te deseo un buen día.
1 comentario:
Malos tiempos para la lírica,jajajjaja, un abrazo amigo
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