sábado, 15 de noviembre de 2008

Agüimes

Hola a todos.

Una iniciativa estupenda por parte de los Ayuntamientos de Gran Canaria es la de decorar plazas, rotondas y avenidas con esculturas varias. Algunas de éstas las colocan al nivel del paseante- tal el caso de la de Lolita Pluma en el Parque Santa Catalina- y otras sobre peanas; éstas estatuas son figurativas mientras aquellas son abstractas; en algún punto podemos ver alguna que hace mención al pasado de nuestros aborígenes y en otros lugares nos recuerdan acontecimientos, costumbres o personajes más recientes.
Agüimes, municipio situado en la zona sur de la isla, y que va desde el mar a la montaña, cuyo núcleo urbano principal queda lejos de la marabunta de la circulación que pasa por la autopista, está en primera línea de este inteligente movimiento. Sus calles, bien cuidadas, peatonales en apariencia pero con el paso de algún coche de tanto en tanto, y sus plazas pequeñas, nos muestran algunas obras interesantes. Junto a una escultura sobre pedestal, obra de Montull, de piedra caliza que representa a una mujer levantando al niño para ponerlo en su regazo, tenemos otras a ras de suelo. Así tenemos un precioso camello echado en una calle estrecha; un burro con albarda junto a la plaza de la iglesia; una de mujer sentada junto a su carrito ofreciendo caramelos y pirulís en su mano abierta -dedicada a Mariquita Dolores (mujer del pueblo, seguro) "por endulzarnos la infancia a los niños y niñas"-; una pareja mal vestida, en apariencia, pues llevan ropas cambiadas de carnaval -carnaval de Agüimes famoso en toda la isla-; una mujer con cántaro, otra tocando un violoncelo que es un Homenaje a la Música, tres sillas y una mesa con bolígrafo -Homenaje al Escritor-, una pareja de enamorados, otra mujer que fue princesa guanche, y hasta tres cabras con una campesina que ordeña a una de ellas.

Todo ello podemos verlo, pero aún hay más. Leo en internet una lista del Patrimonio Cultural (museo al aire libre) de Agüimes, en la que el aficionado al arte de la escultura puede pinchar en más de treinta opciones e ir viendo las obras antes citadas y otras repartidas entre el casco y la zona costera de Arinaga. Además tendríamos que añadir unos mosaicos con estampas antiguas y otros con poemas de escritores del pueblo: Orlando Hernández y Joaquín Artiles, sin faltar uno del siglo XVII de Gaspar Lucas Hidalgo cantando al carnaval:

El acogedor aspecto de bienvenida de las casas multicolores alrededor de la iglesia, -blanca y con piedra de cantería-, las humildes terrazas que invitan al descanso, la tranquilidad, los árboles en plazas y calles, un pequeño museo etnográfico, las buenas aceitunas, un gratificante almuerzo con caldo de cilantro, huevos y papas en el Bar El Pueblo, nos invitan a volver... y así lo haremos.

Te deseo un buen día. Sé feliz.






1 comentario:

Anónimo dijo...

Hemos ido hoy a comer a ese restaurante recomendado por tí. Nos gustó tanto el queso frito con mermelada de tomate que pedimos otro para llevar. Precioso pueblo. Saludos. Oti.