sábado, 2 de agosto de 2008

Agaete


Hola a todos. Cuando estas notas de hoy sean publicadas seguramente estaré dándome un baño en las limpias aguas de la playa de Las Nieves en Agaete. Desde que conocí este lugar me encantó. Seguramente ya te lo he dicho antes pues es uno de esos amores que no pueden quedar ocultos. Posiblemente me deslumbró al recalar aquí de regreso de una de mis pateadas con los amigos a La Aldea, y darnos un baño de mar de ésos que no se olvidan. A lo mejor era la tranquilidad del sitio bendecido por el Dedo de Dios. O el murmullo de los 'callaos'. Tal vez los sabrosos pescados que comí en los sencillos restaurantes que habían y que continúan pegaditos a la playa. Pero mi recuerdo mejor es el de una excursión con compañeros y amigos hace tantísimos años. La foto que acompaño del pequeñín fue tomada en ella y la sonrisa y los ojos vivarachos de mi pequeño, sentado sobre las piedras en la playa, me trae sensaciones imborrables.

Vuelvo a Agaete, al pueblo, con alguna frecuencia y me recreo entre sus calles. Su plaza pequeña, como escondida, con la iglesia a un lado invita a sentarse bajo los árboles. La antigua carretera que llegaba desde Las Palmas se abre camino como puede y luego continúa hacia el Valle. La calle Saulo Torón tiene preciosas macetas cuidadas con mimo. En otra, un pasaje más bien, unas parras ofrecen los racimos de uva a la contemplación. Me dice la dueña que llevan estas parras plantadas aquí más de treinta años y que su marido casi no se atreve a cortar los racimos. En un local cercano veo un pequeño aviso de ventas de CDs con música de la Banda de Agaete. Me intereso porque la Banda es una institución en el pueblo y en toda Gran Canaria. Me siento en una cafetería que hace esquina y tomo un cortado viendo el trajín pausado de la gente. Si algo define a Agaete es la tranquilidad.

Tranquilidad que a lo mejor se pierde cuando sus fiestas de la Rama. Oye uno decir que eran fiestas del pueblo y que últimamente con una afluencia masiva de personas venidas de todas partes ha perdido parte de su encanto. Pretendo comprobarlo y por ello voy a estar estos días en Las Nieves, subiendo y bajando al pueblo, mezclándome con la gente, levantándome con la diana y tratando de pasarlo bien. Ya te contaré mis impresiones.
P.S. Si quieres ver crecer a un recién nacido pon en tus favoritos el blog de mi sobrino http://www.disparatesdeluisillo.blogspot.com/ y vete atento a los dibujos que irán apareciendo.
Te deseo un buen día.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Buenos días D. Angel:
Espero que lo hayas pasado bién en Agaete, y que se te pase pronto la resaca. Muchas gracias por mencionar la dirección de mi blog. Intentaré hacerlo más interesante.
Un abrazo,
Luis