domingo, 20 de julio de 2008

Mimo moruno


Hola a todos. La verdad es que no sabía por donde continuar mis impresiones sobre la actualidad y al final me inclino por contarte la excursión de hoy. Fuimos a Santa Cristina que es un enclave privilegiado situado a medio camino entre Moya y Guía. En el sitio hay un cartelón puesto por el Cabildo Insular que nos habla de las características del lugar, y así me entero que al lugar le llaman El Brezal y que es un área montana de las medianías del norte de Gran Canaria, siendo su altitud de unos 600 metros sobre el nivel del mar y que ocupa una extensión de 107 hectáreas; que los agentes erosivos han dado lugar a un relieve accidentado y complejo caracterizado por la intercalación de lomas y barrancos; que el paisaje alterna terrenos aterrazados para el cultivo, retazos forestales y eriales con matorrales y prados; que la influencia de los alisios y la altitud permite encontrar manchas de cardonal-tabaibal, acebuches y lentiscos, y que es la mejor muestra que queda en la isla de faya-brezal y que en las cotas más altas tenemos masas forestales de coníferas y eucaliptales.



Con lo anterior, extractado del cartel indicador, puedes hacerte una idea de la belleza y placidez del sitio. Hoy además gozamos de un tiempo primaveral -a pesar de que el almanaque dice que estamos en verano- puesto que a unas nubes bajas que dejaron caer unas minúsculas gotas que no llegaban ni a mojar se sucedía espacios de sol, no picón, que junto a un airecillo fresco nos permitía estar sin problema alguno. El objetivo del grupo, Club de Mayores El Refugio, era hacer una paella para los ciento y algo de excursionistas. Se instalaron y encendieron las paelleras con sumo cuidado. Los maestros arroceros cumplieron muy bien sus deberes -que se traían muy estudiados- y así pudimos saborear de las tres paellas que hicieron, con mariscos y muslos de pollo. No se olvidaron de una ensalada previa y naturalmente no faltó la cerveza, ni los refrescos ni algunas botellas de tintorro. Estos y las golosinas compradas en Moya en la tradicional parada nos dejaron a tope.

La gente iba cada cual a su aire. No estábamos solos en Santa Cristina los del Club de Mayores sino que fueron llegando también muchas familias en las que el encanto de los niños y jóvenes nos hacían compañía. Nosotros estábamos desparramados en pequeños grupos, jugando unas señoras -supongo que al bingo- con cartas de la baraja; cuatro caballeros estaban enfrascados con el domino; los más hablaban o paseaban, salió a relucir un laúd con cantaores más o menos desafinados y mientras unos y otras íbamos según nos apetecía al pequeño bar instalado en la explanada a tomar café. Justo en este bar, bien colocaditas, unas macetas querían venirse con nosotros a casa. Así que dos señoras compraron anturios, nuestra amiga Mari Carmen (de la época de los 'pateos' por caminos reales con los padres de scouts) compró una maceta con hierba huerto, y nosotros nos trajimos una preciosa planta que llamamos mimo y que alguien nos dijo que se llama mimo moruno o zarcillos de la reina.
Bueno, ya te contaré de las actividades de la semana recién terminada: cine, ópera, presentación de un libro, ballet, y otra excursión al Sur-ayer sábado- a un hotel rural en Fataga. Te anticipo que la guinda al pastel de tantas agradables tareas de un jubilado fue el espectáculo bello del Ballet Nacional de España el viernes a la noche.

P.S. El domingo día 27 llevan en procesión la pequeña imagen de Santa Cristina desde el lugar donde la tienen todo el año hasta el Brezal. Seguro que será muy bonita la romería.

Te deseo un buen día.

1 comentario:

Anónimo dijo...

No te pierdes una.¡A ver si apara la pata, oiga!.Pues mira, espero ver que nos cuentas del hotel rural; saca fotos, please.
Saludos, Oti.