En donde sí había música de la de verdad era en el Restaurante La Tropical, junto a la fábrica de cerveza de este nombre en la carretera del Centro, por encima de la cárcel, en Barranco Seco. Como restaurante era muy bueno el sitio con una terraza espléndida y como sala de baile era genial. Lo regentaba un amigo mayor que yo, Domingo, buen conocedor del oficio, quien conseguía que los sábados a la noche se le llenara el local para gozar de una buena cena y del bailoteo correspondiente, y no digamos nada de las noches de San Silvestre. Por cierto, que había un mal chiste en aquellos tiempos con esta conversá: "¡Si bebes, acabas con la salud!". "No importa, -contestaba el borracho-, después sigo con la Tropical".
Y a propósito del bar Vigo. En la Avenida de Las Canteras, justito
al lado, y en el suelo, había hasta hace poco una preciosa estatua del 'Pescador limpiando el pescado'. Se veía al hombre rodilla en tierra con un cuchillo en su diestra y el pescado en su mano izquierda, y unas piezas en el suelo, quitando las escamas. La pasada noche de san Juan bendito, cuando los fuegos y la tradición llevaron a miles de personas a la playa, alguien, seguramente con unas copas de más y falta total de civismo, rompió o arrancó la estatua. Y al pobre pescador lo tendrán pendiente de curar su heridas en los talleres municipales. Espero para muy pronto su reposición. Que así sea.Te deseo un buen día.
1 comentario:
¡¡Hola Ángel!!
...Me da mucho gusto el leer tu blog...
Te aseguro que lo leeré con bastante frecuencia...
Saludos:
Mari Carmen
Publicar un comentario